Efecto Jazz

4 discos de jazz mexicano que se deben al 'crowdfunding'

Lo de hoy es el fondeo. La estructura de las redes sociales por fin lo permite y el recurso comienza a permear en los usos de artistas y de sus comunidades de manera cada vez más familiar, confiable, expedita y, me atrevería a decir, necesaria. La escena del jazz en México –como muchos otros ámbitos creativos que no sobreviven del lucro y deben abrirse paso en circuitos no comerciales– se está beneficiando de esta posibilidad a través de Fondeadora, una plataforma de micromecenazgo colectivo lanzada por un grupo de jóvenes emprendedores mexicanos bajo un modelo que no solo ha probado éxito en otros países sino que está significando ya una revolución social y económica en el ámbito mundial. Bajo este esquema, cada artista define el monto que requiere para su proyecto y establece una fecha límite para recaudarlo, so pena de devolver el dinero si no consigue su meta al 100 por ciento. De tener éxito, sólo descuenta algunos gastos por tansacciones y la comisión de la empresa recaudadora. En agradecimiento a sus patrocinadores, ofrece una serie de recompensas planteadas por él mismo, como la posibilidad de descargar antes del lanzamiento la producción que apoyó, obtener memorablia, entradas a un concierto o incluso, una presentación privada.Algunos de los músicos que han probado este sistema coinciden en que la experiencia va más allá de la recaudación de fondos, porque obliga al artista a mantener un contacto constante con sus comunidades en redes para alimentar la campaña, con lo la difusión del proyecto crece por el efecto natural de la red, y se estrecha la relación entre el artista y sus seguidores, generando otro tipo de vínculos emocionales desde ambas partes.“Fue una de las experiencias más sorprendentes que he tenido en mi vida como productor y creador de proyector musicales. Me obligó a instalarme en una dinámica totalmente ajena a mi manera de acercarme a la gente. De un día a otro, me encontraba convenciendo no solamente familiares, si no amigos, colegas, conocidos y desconocidos de la importancia de ayudarme de alguna manera, principalmente comprando el disco por adelantado. Me sorprendí a mí mismo en el sentido de lo capaz que fui de dejar el ego a un lado para atreverme a conectar a la gente, enviar e-mails, llamar, etc. Me sorprendió como en tan solo unas semanas pude eliminar el miedo a hablar de dinero. Básicamente a pedir dinero. Pero fue muy claro que lo hacía con la convicción de un proyecto realmente importante para mí. Pero lo más importante que yo encuentro de esta campaña fue la promoción. Fue tremendo ver como hablando día con día del proyecto, logré que algo recién creado pudiera ser escuchado por mucha gente en muchas partes del mundo, y además generar ya una expectativa. Algo muy especial para mí fue la respuesta tan generosa y amorosa de tanta gente”, dice el pianista Mark Aanderud.Los comentarios del baterista Adrián Oropeza van en el mismo tenor, y en una entrevista publicada por Music:life, Sandra Cuevas, de SHO Trio, también se refirió a la sorpresa del grupo ante esta dinámica: “Nos conmovió mucho la respuesta que se genera porque el intercambio con la gente es directo, son ellos los que promueven el proyecto y atraen a otros para que se sumen. Eso crea una complicidad bien fuerte que reafirma también la razón de ser del proyecto”.1. Amaneceres, Adrián Oropeza TríoTwitter: @adrianoropezaRecién salido del horno, Amaneceres todavía no llega a tiendas ni está disponible por Internet, pero es cosa de días. Este es el tercer álbum que el baterista y compositor presenta a trío (los anteriores son: Texturas (2008), que grabó con el pianista Enrique Nery -su maestro- y Agustín Bernal en el contrabajo, y Mezcal (2010), con Abraham Barrera en el piano e Iván Barrera en el contrabajo.En esta ocasión el piano está a cargo de uno de los jazzistas más prestigiados de Francia: Manuel Rocheman. Adrián Oropeza cuenta que hizo contacto con él a través de un joven pianista mexicano con el que ha colaborado, Gustavo Mezo -de quien ya hemos hablado en este espacio-, quien es su discípulo en aquél país. En el contrabajo, Agustín Bernal, con quien ya ha compartido grabaciones. Este proyecto marca una nueva etapa en la carrera de Oropeza, egresado de la licenciatura en Jazz de la Superior de Música y quien se ha presentado también fuera del país, en Filipinas, Bolivia, Indonesia, Singapur y Portugal. “Llegó el momento”, dice en entrevista para este blog. Es la primera vez que presenta un disco de composiciones enteramente suyas, siete, inspiradas en los amaneceres que se ven desde el piso 12 de su casa en el sur de la Ciudad de México, como Miradas al Oriente, Volcanes o Quietud. Además agrega dos canciones mexicanas que ha reinterpretado, como ya es una línea en su trabajo, en un lenguaje armónico contemporáneo y con un giro jazzístico e instrumental: Peregrina, una joya yucateca, y Saguinita, del repertorio zapoteca.La recaudación para Amaneceres, concluida el pasado 20 de julio, fue exitosa: solicitó 25 mil pesos y obtuvo más de 31 mil, lo que permitió realizar la posproducción, mezcla y maquila del proyecto. El material fue presentado en el club Jazz Foundation de Puerto Vallarta, el pasado 18 de julio, y sonará de nuevo en el quinto Festival de Jazz Hidalgo, en Pachuca, el 1º. de agosto, cuando estará acompañado al piano por Alex Mercado. La presentación en el DF tendrá lugar en el Auditorio Blas Galindo del Cenart, en octubre.Aquí puede escucharse un fragmento del material, en vivo:


Lo de hoy es el fondeo.
La estructura de las redes sociales por fin lo permite y el recurso comienza a permear en los usos de artistas y de sus comunidades de manera cada vez más familiar, confiable, expedita y, me atrevería a decir, necesaria. La escena del jazz en México –como muchos otros ámbitos creativos que no sobreviven del lucro y deben abrirse paso en circuitos no comerciales– se está beneficiando de esta posibilidad a través de Fondeadora, una plataforma de micromecenazgo colectivo lanzada por un grupo de jóvenes emprendedores mexicanos bajo un modelo que no solo ha probado éxito en otros países sino que está significando ya una revolución social y económica en el ámbito mundial.

Bajo este esquema, cada artista define el monto que requiere para su proyecto y establece una fecha límite para recaudarlo, so pena de devolver el dinero si no consigue su meta al 100 por ciento. De tener éxito, sólo descuenta algunos gastos por tansacciones y la comisión de la empresa recaudadora. En agradecimiento a sus patrocinadores, ofrece una serie de recompensas planteadas por él mismo, como la posibilidad de descargar antes del lanzamiento la producción que apoyó, obtener memorablia, entradas a un concierto o incluso, una presentación privada.

Algunos de los músicos que han probado este sistema coinciden en que la experiencia va más allá de la recaudación de fondos, porque obliga al artista a mantener un contacto constante con sus comunidades en redes para alimentar la campaña, con lo la difusión del proyecto crece por el efecto natural de la red, y se estrecha la relación entre el artista y sus seguidores, generando otro tipo de vínculos emocionales desde ambas partes.

"Fue una de las experiencias más sorprendentes que he tenido en mi vida como productor y creador de proyector musicales. Me obligó a instalarme en una dinámica totalmente ajena a mi manera de acercarme a la gente. De un día a otro, me encontraba convenciendo no solamente familiares, si no amigos, colegas, conocidos y desconocidos de la importancia de ayudarme de alguna manera, principalmente comprando el disco por adelantado. Me sorprendí a mí mismo en el sentido de lo capaz que fui de dejar el ego a un lado para atreverme a conectar a la gente, enviar e-mails, llamar, etc. Me sorprendió como en tan solo unas semanas pude eliminar el miedo a hablar de dinero. Básicamente a pedir dinero. Pero fue muy claro que lo hacía con la convicción de un proyecto realmente importante para mí.

Pero lo más importante que yo encuentro de esta campaña fue la promoción. Fue tremendo ver como hablando día con día del proyecto, logré que algo recién creado pudiera ser escuchado por mucha gente en muchas partes del mundo, y además generar ya una expectativa. Algo muy especial para mí fue la respuesta tan generosa y amorosa de tanta gente", dice el pianista Mark Aanderud.

Los comentarios del baterista Adrián Oropeza van en el mismo tenor, y en una entrevista publicada por Music:life, Sandra Cuevas, de SHO Trio, también se refirió a la sorpresa del grupo ante esta dinámica: "Nos conmovió mucho la respuesta que se genera porque el intercambio con la gente es directo, son ellos los que promueven el proyecto y atraen a otros para que se sumen. Eso crea una complicidad bien fuerte que reafirma también la razón de ser del proyecto".


1. Amaneceres, Adrián Oropeza Trío

Twitter: @adrianoropeza

Recién salido del horno, Amaneceres todavía no llega a tiendas ni está disponible por Internet, pero es cosa de días. Este es el tercer álbum que el baterista y compositor presenta a trío (los anteriores son: Texturas (2008), que grabó con el pianista Enrique Nery -su maestro- y Agustín Bernal en el contrabajo, y Mezcal (2010), con Abraham Barrera en el piano e Iván Barrera en el contrabajo.

En esta ocasión el piano está a cargo de uno de los jazzistas más prestigiados de Francia: Manuel Rocheman. Adrián Oropeza cuenta que hizo contacto con él a través de un joven pianista mexicano con el que ha colaborado, Gustavo Mezo -de quien ya hemos hablado en este espacio-, quien es su discípulo en aquél país. En el contrabajo, Agustín Bernal, con quien ya ha compartido grabaciones.

Este proyecto marca una nueva etapa en la carrera de Oropeza, egresado de la licenciatura en Jazz de la Superior de Música y quien se ha presentado también fuera del país, en Filipinas, Bolivia, Indonesia, Singapur y Portugal. "Llegó el momento", dice en entrevista para este blog. Es la primera vez que presenta un disco de composiciones enteramente suyas, siete, inspiradas en los amaneceres que se ven desde el piso 12 de su casa en el sur de la Ciudad de México, como Miradas al Oriente, Volcanes o Quietud. Además agrega dos canciones mexicanas que ha reinterpretado, como ya es una línea en su trabajo, en un lenguaje armónico contemporáneo y con un giro jazzístico e instrumental: Peregrina, una joya yucateca, y Saguinita, del repertorio zapoteca.

La recaudación para Amaneceres, concluida el pasado 20 de julio, fue exitosa: solicitó 25 mil pesos y obtuvo más de 31 mil, lo que permitió realizar la posproducción, mezcla y maquila del proyecto. El material fue presentado en el club Jazz Foundation de Puerto Vallarta, el pasado 18 de julio, y sonará de nuevo en el quinto Festival de Jazz Hidalgo, en Pachuca, el 1º. de agosto, cuando estará acompañado al piano por Alex Mercado. La presentación en el DF tendrá lugar en el Auditorio Blas Galindo del Cenart, en octubre.

Aquí puede escucharse un fragmento del material, en vivo:

Rocheman, Adrián Oropeza Trío from Adrian Oropeza on Vimeo.

Actuación de Adrián Oropeza Trio en la inauguración del Jazztival Internacional de Morelia 2015.
Rocheman es una composición original de Adrián Oropeza.

Adrián Oropeza, batería
Manuel Rocheman, piano
Agustín Bernal, contrabajo

2. Animatic Theater, Mark Aanderud

Hace poco hablábamos aquí de este proyecto de piano, percusión electrónica y visuales, que terminó de fondearse el pasado 5 de julio, y que, dice Mark Aanderud, saldrá este 2015, posiblemente en agosto o septiembre. Lleva cuatro años trabajando en esta propuesta audiovisual, de la que ha compartido avances en Youtube y en su página web.

No fue hasta que encontró a Pablo Wilton, este joven percusionista y baterista que comenzó recién a aparecer en la escena mexicana, que dio con el match ideal para su proyecto. Aanderud ha estado activo en la escena nacional e internacional por casi dos décadas y ha grabado más de 40 discos con su proyecto Mole y artistas como The Mars Volta, Natalia Lafourcade, David Gilmour, Hernan Hecht o Stomu Takeishi, ha ganado premios en Europa , donde ha radicado desde hace varios años (hoy en Barcelona). Como pianista se ha identificado últimamente con una línea musical escandinava –algo se inclinarán los genes– que bien puede describir los aires de este trabajo, acaso bajo una etiqueta postclassical o modern classic, que el mismo artista admite, aunque sólo como eso: una clasificación para abordar otros mercados a través de sistemas de descarga o streaming. En todo caso, es un trabajo que profundiza en aspectos característicos de la obra de Aanderud: una línea melódica clara, ligera, en la que lo bello es lo simple, con aquella simplicidad que viene de regreso: sostenida sobre la estructura de un oído bien formado en la tradición occidental clásica y desdoblada en la libertad del trabajo con otros lenguajes musicales.

"Invité a Pablo Wilton, que tiene 20 años y está viviendo básicamente en Suecia. Yo no lo conocía personalmente, pero vi cosas de él, y mi instinto me dijo ése es. En el disco también habrá cuerdas, mucha postproducción electrónica, pero con otro acercamiento: no es grabar en vivo como en el jazz, es una producción más pop… o qué se yo". También contará con invitados especiales como la cantante israelí Tula y la cantante mexicana Renee Mooi, además de músicos y productores como Hernan Hecht y Camilo Froidebal, entre otros.

El proyecto requería, según los cálculos de Aanderud, 85 mil pesos. Se impuso la meta de reunirlos en sólo 45 días, en un gesto de autocofianza digamos ya típico de este artista. Obtuvo más de 94 mil.

Si quieres escuchar más de Animatic Theatre, da click aquí. 



3. Ser, Sho trío 

Este disco ya puede escucharse. Fue lanzado el año pasado. Es el segundo álbum de Sho Trío, agrupación integrada por toda una figura en México, Hernán Hecht (batería, producción, voz); Juanjo López (composición, guitarra, voz) y Sandra Cuevas (composición, teclado, voz). Todos ellos llevan más de 15 años en la escena mexicana y en 2013 se presentaron en el festival Distritofónico en Bogotá, Colombia. La propuesta de Sho fusiona elementos de jazz, pop, rock y folk desde hace siete años. Su primer disco, Temporal (Intolerancia, 2010) tuvo resonancia en todo el país, pero la agrupación esperó para crear una segunda producción, Ser (Fonarte Latino, 2014), con piezas originales y también, en la lírica, la reinvención de canciones de autores latinoamericanos como Víctor Jara (Chile), Fernando Cabrera (Uruguay) y Juan Carlos Baglietto (Argentina).

Hace un año, la banda pidió el apoyo de sus seguidores para pagar la mezcla, masterización, maquila, diseño y fotos del disco, así como para realizar un video de esta producción discográfica. De los 90 mil pesos que se plantearon, la banda obtuvo mil pesos más.



4. Donde me lleve, Regina Zerené


Se trata de una cantante y compositora emergente. Nació en las Islas Canarias, de origen Palestino y madre mexicana. Busca fondear su primer disco, que prevé 10 temas en los que se mezclan sonidos neo soul, jazz, groove y una lírica vinculada a sus propias vivencias. Hace un año y medio lanzó su primer EP, Mi lugar, que fue un primer contacto con la industria, y que logró también a través de una campaña de fondeo. "Después de sacar este trabajo decidí viajar a México para emprender una aventura musical, vine a vivir experiencias que me enriquecieran para tener más cosas que contar, para probar otros caminos. Llegué a Guadalajara y en esa búsqueda encontré a mi banda, que ahora son mis amigos y compañeros de viaje junto a los cuales he crecido muchísimo", refiere en el sitio de la Fondeadora.

En esta ocasión la meta es elevada: busca reunir 100 mil pesos para pagar el estudio de grabación, los músicos, la masterización y la realización de un videoclip de lanzamiento, además de la maquila y todos los gastos derivados de grabar, editar y lanzar el disco. Al 25 de julio ha reunido menos de mil 700 pesos y le faltan sólo 34 días.

Para más información, envía un correo a info@reginazerene.com. 


TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: 

​4 bandas mexicanas de fusión que están sonando fuerte

6 lugares nuevos para el jazz en el DF 

5 discos fundamentales para conocer a Ornette Coleman, el padre del free jazz

También lee: