Efecto Jazz

5 discos fundamentales para conocer a Ornette Coleman, el padre del free jazz

Apenas en marzo, Ornette Coleman festejaba su cumpleaños 85. Invitó a la fiesta a su compañero de delirios musicales, el pianista Cecil Taylor. Saxofón en mano, recibió a su amigo –un año mayor que él- y le dedicó especialmente unas notas de bienvenida. Dos leyendas del free jazz se reunían en celebración, poco antes de que Ornette regresara al lugar de donde vino a la vida. Partió el jueves pasado, 11 de junio.

Apenas en marzo, Ornette Coleman festejaba su cumpleaños 85. Invitó a la fiesta a su compañero de delirios musicales, el pianista Cecil Taylor. Saxofón en mano, recibió a su amigo –un año mayor que él- y le dedicó especialmente unas notas de bienvenida. Dos leyendas del free jazz se reunían en celebración, poco antes de que Ornette regresara al lugar de donde vino a la vida. Partió el jueves pasado, 11 de junio.

Hay pocas figuras en el mundo de la música con el peso que lleva su nombre; quizá el libertario definitivo, el más radical, el que en los albores de la década del 60, al olor exacerbado del conflicto racial en Estados Unidos, liberaba aquella música negra de toda atadura.

Su oído único encontraba otra belleza en la disonancia, una estética marginal que saboreó la amargura del ridículo y el rechazo como muchos otros innovadores. (Los desaires iban desde impedirle tocar solos o el reproche de los beboperos que compartían tablas con él porque aparentemente desconocía los cambios de acorde, hasta – se dice- arranques más drásticos como arrojarle el saxofón a un río).

Era un visionario. Con el grito de su sax alto anunciaba la rebelión mayor que llegaría en los años venideros en lo político y lo social. Y a través de la libertad absoluta en la improvisación, obturaba un portal creativo y espiritual que propulsó el genio de grandes figuras, como el propio John Coltrane (baste pensar que en 1960, año en que Coleman grabó el disco Free Jazz: a Collective Improvisation, Coltrane lanzaba My favorite things, con piezas cuya solidez estructural dista aún de las creaciones en las que tomó el camino abierto por el pionero y que le condujo a concebir una obra maestra como Ascension, que grabó en 1965).

Una revolución de tintes dionisiacos e iconoclastas que no pierde el aire de vanguardia con su investidura de clásico.

1. The shape of jazz to come (1959)
Aquí se cifra el camino de búsqueda que Coleman barbechaba desde su disco de 1958, Someting else! The Music of Ornette Coleman, cuya actitud de propuesta alternativa ya se sugería en el título. Este disco muestra la ruptura con el hardbop de los 50 (corriente que fue, a su vez, la natural evolución de aquel bebop impulsado por figuras como Charlie Parker y Thelonious Monk en la década anterior como reacción al establecimiento del jazz en los salones de baile, con las grandes bandas). Si bien el bop los ensambles (tríos, cuartetos, quintetos) gozaban de libertad interpretativa, aún se basaban en ciertas normas armónicas y rigores de tempo, con la sucesión de intervenciones de grupo intercalados con solos. Tal estructura comienza a desaparecer en la propuesta libertaria plasmada en The Shape of jazz to come, un disco grabado en 1959 y lanzado en 1960. La revolución que comienza a tomar forma en este material parte de la idea de que las melodías no necesitan ceñirse a las directrices armónicas de los acordes, llevando la disonancia a las posibilidades de un lenguaje propio, apoyado fundamentalmente en la potencia emotiva y los colores de las pinceladas sonoras que aportan los timbres instrumentales.

Este disco, junto con The Bridge (1962) del saxofonista Sonny Rollins, fueron incluidos por The Recording Academy al Salón de la Fama en 2015.


2. Free jazz: a collective improvisation (1960)
Grabado en 1960 y lanzado en 1961, el sexto álbum en el acervo de Coleman es considerado la obra discográfica fundacional del free jazz como un subgénero establecido. Tiene la particularidad de haber sido grabado en una sola toma, con dos cuartetos que tocaron de forma simultánea. Cada uno fue registrado en un canal distinto del sistema estéreo, pero permitiendo una improvisación libre de los músicos en colectivo. Este experimento -junto con la producción anterior- es considerado entre los discos más importantes de jazz del siglo 20.


3. Science Fiction (1971)

Este álbum condensa un momento cumbre del ensamble integrado por Don Cherry en la trompeta de bolsillo; Charlie Haden en el bajo, y Ed Blackwell en la batería (ellos integraron por varios años su cuarteto), así como Bobby Bradford, Carmon Fornarotto y Gerard Schwarg en la trompeta; Dewey Redman en el sax tenor; y Billy Higgins en otra batería, además de otros músicos en la voz. En esta grabación se puede escuchar la facilidad y armonía con la que los músicos se conectan en la libre improvisación creando un universo único, efímero, de sonoridades delirantes (como en la pieza Rock the clock) y a la vez sublimes.


4. Sound Grammar (2006)
Después de 1996, Coleman tardó 10 años en lanzar un nuevo álbum. La obra que acuñó tras su silencio le ganó el Pulitzer. Una nueva gramática hilvanó las formas musicales, donde la melodía se situó como pieza clave, sobre el soporte de dos contrabajos opuestos desde los extremos de sus texturas: Tony Falanga, rasgaba las cuerdas con el arco, y Gregory Cohen las pulsaba con los dedos.


5. New vocabulary (2015)

Este álbum tal vez no sea fundamental, pero es el último que legó y fue lanzado hace unos meses. Aún no está disponible de manera gratuita en ninguna plataforma, de modo que sólo pueden escucharse algunos fragmentos en las páginas donde puede adquirirse.

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El ensamble está integrado por Coleman en el alto, Jordan McLean en la trompeta, Amir Ziv en la batería y el piano de Adam Holzman.

Ornette ha vuelto a la luz. Aquí, aún en esta vida. Roma, 1974.


LANZAMIENTO DISCOGRÁFICO

Sin duda la novedad en el mundo del jazz es el lanzamiento de The Meridian Suite, el más reciente disco de Antonio Sánchez, obra inspirada por la simulación del plano secuencia que caracterizó la narrativa cinematográfica de Birdman, cuyo soundtrack fue compuesto por el baterista mexicano.

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DÓNDE OÍR

SÁBADO 13


Carrión+Verástegui+Cupich: 13 de junio, Cineteca Nacional, 18 hrs. Entrada Libre.

Joe Sanders: Centro Cultural Roberto Cantoral, 20:30 h

Iraida Noriega Trío/Tank Trío: Escuela de música DIM, 19:30 h

Camilo Nu: El Convite, 21:30 h

Aarón Flores: The Jazz Place, 21 h

Gabriel Hernández y Bobby Kapp: Zinco Jazz Club, 21 h

Filulas Juz: 13 de junio, Pizza Jazz Café, 21 hrs.

Marco Lombardini Trío: 13 de junio, Diente de Oro, 21 hrs.

Magenta Jazz Quartet: 13 de junio, Las Musas de PapáSibarita, 21 hrs.

DOMINGO 14
Ingrid Beaujean+Daniel Wong: Anfiteatro Simón Bolivar, 12 h

Flora Pasquet y los Money Makers: The Jazz Place, 14 h

Camilo Nu: Las Musas de PapáSibarita, 21 h

LUNES 15
Jam Session: Pizza Jazz Café, 19 h

MARTES 16
Jam Session: The Jazz Place, 19 h

Camilo Nu: Bajo Circuito, 21 h

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