TMEC

México ha logrado amortiguar el impacto de los aranceles impulsados por Donald Trump gracias al T-MEC, el nearshoring y su integración manufacturera con Estados Unidos.

Sin lugar a duda, el gran protagonista de este año que agoniza fue Donald Trump. A nadie dejó indiferente con sus decisiones, declaraciones, respuestas, ocurrencias y disparates.

Para México, el reto consiste en fortalecer su posición sin generar incertidumbre ni comprometer obligaciones ya asumidas, evitando lecturas políticas.

El peso podría reflejar mayor volatilidad en 2026 conforme nos acerquemos al 1 de julio. Sobre todo si Donald Trump lleva a cabo anuncios repentinos como “se termina el T-MEC”.

En los próximos doce meses, múltiples factores externos e internos perfilarán lo que pueda ocurrir en 2027.

A pesar de que desde mediados de año se anunció que los contratos mixtos estaban listos, poco se sabe de ellos.

El dinamismo de la economía nacional acumularía cuatro años –incluido 2024– por debajo de su crecimiento potencial de 2 por ciento.

Un gobierno de Trump debilitado por un revés judicial de esta magnitud tendría implicaciones directas para México.

Productores nacionales acusan que el incremento de importaciones a precios bajos ha generado una presión sobre los precios internos.

La manufactura china está produciendo más de lo que su mercado interno puede absorber y necesita colocar ese excedente en el exterior.