Cardenales desde Chile hasta Australia enfrentan a la justicia tanto del Vaticano como de sus respectivos países por delitos sexuales o por encubrir abusos de clérigos a los que supervisaban.
El cardenal de Chicago pidió nuevas estructuras transparentes para investigar denuncias contra superiores y retirarlos de sus puestos si son culpables de negligencia grave en el manejo de los casos.
El pontífice dijo, al inaugurar la cumbre a la que asisten 190 líderes, que las víctimas esperan 'no solo simple y obvias condenas sino que se establezcan medidas eficientes y concretas'.
El pontífice dijo que clérigos fueron suspendidos por abusar de religiosas; agregó que el maltrato a mujeres es un problema en la sociedad en general pues son consideradas 'de segunda clase'.
El comité permanente de la Conferencia Episcopal de Chile solicitó la reunión para informar al pontífice de sus esfuerzos para responder a una crisis de abusos sexuales por parte del clero.
El pontífice pidió que se promueva un proceso penal en la Congregación para la Doctrina de la Fe ante las denuncias presentadas contra algunos religiosos, anunció la Conferencia Episcopal.
El pontífice dijo que medidas y políticas a puerta cerrada estaban retrasando el reloj 100 años atrás hasta el peligroso período entre las guerras mundiales.
Los dos cardenales son el chileno Francisco Javier Errázuriz y el australiano George Pell. Ambos se han visto implicados en acusaciones relacionadas con abusos sexuales.
La Iglesia enfrenta crisis por abusos sexuales en países incluyendo a Chile, Alemania, Estados Unidos y Australia y el Vaticano sabe que tiene que ganarse a jóvenes desencantados.
El Vaticano informó que el pontífice escribió una carta a los fieles chinos con el objetivo de alentarlos a 'sanar las heridas del pasado y restablecer y mantener la plena comunión'.