La incertidumbre respecto al futuro del T-MEC es claramente un factor de riesgo para México.
En un intento por salvar el acuerdo era necesario demostrar a los estadounidenses que matar al TLCAN sería perjudicial para sus empresas y trabajadores.
Trump sigue imaginándose a Estados Unidos produciendo manufacturas en fábricas con chimeneas y cientos de trabajadores en las líneas de producción, escribe Guillermo Knochenhauer.
Las autoridades en Estados Unidos ya han adelantado el arribo de beneficios tangibles tales como el "regreso" de 250 mil trabajos en la industria de autopartes, dice el columnista.
La confianza retornaba a los mercados luego de que se llegara a un acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México, disminuyendo la incertidumbre en el corto plazo.
Alejandro Gil Recasens escribe que, como nosotros, los canadienses temen perder las ventajas que han impulsado el crecimiento económico y buscan una negociación justa en el TLCAN.
El organismo no descartó la migración de inversiones hacia EU o Canadá.
Solís habla de que al finalizar este proceso se otorga una mayor certidumbre a los inversionistas y un optimismo claro a los mercados.
Prevén que una vez que se resuelva el TLCAN la acción subirá a los 20 pesos.
Sería un error si se acepta la propuesta de contenido salarial en el sector automotriz.