En varias latitudes, comienza a materializarse un escenario de riesgo inflacionario.
Si los bancos centrales no hubieran endurecido sus políticas, la inflación se habría mantenido alta, incluso cuando los shocks de oferta relacionados con la pandemia se desvanecieron, dijo Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales.
A variadas velocidades y desde niveles distintos, las tasas de inflación anuales continúan desacelerándose.
Expertos creen que el tercer trimestre será más positivo para la demanda de oro de los bancos centrales.
Los índices bursátiles chinos lideraron las ganancias ante las expectativas de más estímulos gubernamentales.
El efecto dominó de la volatilidad financiera es el principal factor a evitar, principalmente a través de acciones conjuntas de los reguladores.
Una mirada a las tasas reales actuales y las expectativas de inflación muestra que existe el riesgo de endurecer demasiado la economía de la región.
A diferencia de las criptomonedas, los únicos beneficiados por las monedas digitales de los bancos centrales son los grupos de presión, las empresas tecnológicas y, sí, los bancos centrales.
Lo que lucía como eventos y problemáticas bancarias muy puntuales, se ha convertido en un episodio de magnitud incierta.
La Fed anunció la medida con el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco Central Europeo y el Banco Nacional Suizo.