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¿Leve ‘abolladura’ o golpe seco a Banxico?

La divulgación anticipada de la decisión de política monetaria por parte del presidente en su conferencia matutina del jueves generó todo tipo de críticas.

ACAPULCO. La primera jornada de la 85 Convención Bancaria, que por primera vez en dos años reunió a los representantes del sector financiero mexicano, se vio eclipsada por el madruguete del presidente López Obrador al Banco de México.

Como se sabe, AMLO dio a conocer por anticipado el anuncio de la decisión de política monetaria, en el que Banxico resolvió, por unanimidad de votos de su junta de gobierno, incrementar en medio punto la tasa de interés de referencia, a un nivel de 6.5 por ciento, con efectos a partir de este viernes.

La divulgación anticipada de la decisión de política monetaria por parte del presidente en su conferencia matutina del jueves generó todo tipo de críticas, desde las que vieron mermada la autoridad del banco central hasta las que consideraron dañada su credibilidad y, peor aún, vulnerada su autonomía.

El mismo jueves en la tarde, en la sesión inaugural de la Convención, AMLO reconoció el error, ofreció una disculpa a la gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez, así como a los subgobernadores, además de que reafirmó su compromiso de respetar la autonomía de la institución.

Tarde, pero necesaria la aclaración de que recibió la información el miércoles en la noche y que, como pensó que ya se había hecho pública la decisión de incrementar la tasa, habló del tema en su conferencia mañanera del jueves.

La reunión de la junta de gobierno se llevó a cabo el miércoles en la noche y tuvo una duración de dos horas y media.

Participaron la gobernadora Rodríguez, los subgobernadores Galia Borja, Irene Espinosa, Gerardo Esquivel y Jonathan Heath, así como el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y el subsecretario del ramo, Gabriel Yorio, además del secretario de la junta, Elías Villanueva.

En su carácter de autoridades financieras e invitados, tanto el secretario como el subsecretario de Hacienda pueden intervenir en la discusión, pero no tienen voto en los temas de política monetaria.

Quien le compartió a AMLO la decisión de Banxico, formalmente anunciada el jueves a las 13:00 horas, fue Ramírez de la O, quien desde que es secretario de Hacienda le hace llegar al presidente una tarjeta informativa con la resolución de la junta sobre la tasa de referencia.

Pero no se le advirtió al presidente que la información estaba embargada y que no se debía hacer ningún pronunciamiento público relacionado con el tema hasta que Banxico emitiera el anuncio oficial correspondiente.

Sí, hubo una indiscreción del primer mandatario, quien evidentemente ‘metió la pata’, pero no actuó de mala fe. López Obrador habló del tema en el contexto del reto que representa la persistencia de la inflación y su control.

“Ayer (miércoles), aquí el Banco de México aumentó su tasa de interés punto cincuenta, vamos a tener una tasa de 6.5 (por ciento), porque cuando aumentan las tasas de interés (…) se supone que baja la inflación, es un mecanismo de control”, dijo AMLO en su mañanera.

La imprudencia presidencial generó cualquier cantidad de reacciones negativas entre los asistentes a la Convención Bancaria, que lo consideraron como un peligro para la autonomía del banco central, que se vio ‘abollada’.

Este viernes, la gobernadora Rodríguez afirmó a El Financiero Bloomberg que “por supuesto que la autonomía está garantizada; creo que todos los miembros de la junta de gobierno estamos convencidos del mandato constitucional que tenemos y, de hecho, se ha estado demostrando en todo momento en las decisiones de la junta”.

La banquera central del país dejó claro que “no hay ninguna duda de que la autonomía de Banxico siempre ha existido en el presente y (existirá) en el futuro”.

Si bien el anuncio anticipado del alza en la tasa de referencia no respetó el marco legal de Banxico, no hay razón para sostener que su autonomía ‘murió’ ni que la independencia en la toma de decisiones de la junta de gobierno ‘se perdió’.

Lo más importante en estos momentos es que la credibilidad del banco central con su objetivo prioritario de estabilidad de precios no se ponga en riesgo, lo que exige tener congruencia en las próximas decisiones de política monetaria.

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