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La ‘reconsideración’ de AMLO sobre Herrera

Lo que está en juego es la independencia del Banco Central y su compromiso con la estabilidad de precios.

En muy mal momento se confirmó que Arturo Herrera no será el próximo gobernador del Banco de México (Banxico) por un cambio de opinión del presidente López Obrador.

El propio Herrera confirmó ayer que el presidente le informó hace una semana que había decidido reconsiderar su nombramiento.

Dado que el anuncio sobre el relevo de gobernador “podía producir incertidumbre”, AMLO decidió dar a conocer desde el 9 de junio –con casi siete meses de anticipación– la nominación de Herrera para que no hubiera nerviosismo y la transición en Banxico se llevara a cabo de manera ordenada.

Por encontrarse el Senado en receso, el 13 de julio la Comisión Permanente recibió la propuesta del Ejecutivo para someter a la aprobación de esa instancia legislativa la designación del también exsecretario de Hacienda como integrante de la Junta de Gobierno de Banxico.

Herrera fue nominado para integrarse a la Junta y relevar a Alejandro Díaz de León, cuyo periodo como gobernador del Banco Central concluye el 31 de diciembre, exactamente en 37 días.

Pero el 16 de agosto la propuesta fue retirada de comisiones de la Permanente “para efectos de engrosar el expediente”, que nunca fue devuelto por el Ejecutivo.

Fue una decisión de carácter “personal” del presidente, dijo ayer el senador Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena.

Faltan seis días para que concluya el periodo ordinario de sesiones en el Senado y aunque el nuevo nombramiento aún puede ser aprobado por la Comisión Permanente en diciembre, el cambio en la propuesta para gobernador de Banxico es una mala señal.

Lo es no sólo por la ratificación tardía de quien presidirá la Junta de Gobierno de Banxico en los próximos seis años, sino por la incertidumbre que se genera en el mercado sobre el perfil del sucesor de Díaz de León y su cercanía con el presidente.

Queda la duda de por qué el Ejecutivo retiró su propuesta sobre Herrera y qué lo llevó a reconsiderar el nombramiento.

Lo que está en juego es la independencia del Banco Central y su compromiso con la estabilidad de precios.

¿Cumplirá AMLO su compromiso de respetar la autonomía de Banxico y no intervenir en la política monetaria, lo que implica respaldar el mandato único de estabilidad de precios?

Regresión inflacionaria

Hablando de Banxico, en el momento en que se lea este texto, lo más probable es que el Inegi ya haya dado a conocer los datos de inflación para la primera quincena de noviembre.

Está ‘cantado’ que se registrarán nuevos incrementos en las lecturas de inflación general y subyacente, que incluye los precios menos volátiles, como las mercancías y los servicios.

Las expectativas del consenso de los analistas encuestados el lunes por Citibanamex anticipan que la inflación general se ubique en 6.8 por ciento anual en la primera quincena del mes, por arriba de 6.4 por ciento observado en la segunda mitad de octubre.

El dato oficial confirmará que la inflación general se mantiene elevada y en ascenso desde el nivel de 3.7 por ciento anual que registró en la segunda quincena de febrero.

Por su parte, la inflación subyacente también se halla en aumento y el dato de la primera quincena de noviembre –previsto de 5.5 por ciento anual, por arriba de 5.3 por ciento dos semanas antes– vendrá a corroborar que muestra mucha resistencia para bajar.

Preocupa que el componente subyacente esté muy reacio a ceder, pese a que la recuperación en México dejó atrás el ‘efecto rebote’ y la economía se desaceleró significativamente en el tercer trimestre del año.

Banxico ha argumentado que la inflación subyacente está siendo influida por choques principalmente transitorios, como las disrupciones en las cadenas de suministro y en los procesos productivos de diversos bienes y servicios.

Pero entre los analistas ha tomado fuerza la opinión de que las presiones inflacionarias en el componente subyacente difícilmente pueden considerarse transitorias y que incluso podrían ser más severas.

La inflación en México puede llegar en diciembre a 7.1 o 7.3 por ciento anual, lo que significará enfrentar el mayor problema inflacionario de los últimos 20 años, reconoció la semana pasada Jonathan Heath, subgobernador de Banxico.

Su pronóstico está en línea con las expectativas en la encuesta quincenal de Citibanamex, donde la inflación esperada al cierre de 2021 se incrementó de 6.7 a 7.0 por ciento.

Quiere decir que, de confirmarse, la inflación al consumidor en este año será la más elevada desde 2000, cuando cerró en 9 por ciento anual.

Quien sea propuesto como gobernador para el periodo 2022-2027 tendrá que reforzar el compromiso con la estabilidad de precios ante el riesgo de un ‘desanclaje’ de las expectativas de inflación y de una erosión de la credibilidad de Banxico.

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