La Feria

Sandra Cuevas, ‘El Bronco’, prueba para gobernantes…

El gobernador de Nuevo León, Samuel García, y Claudia Sheinbaum en la Cuidad de México, deben recordar que una cosa es perseguir y otra hacer justicia.

El lunes Sandra Cuevas dejó temporalmente de ser alcaldesa de la Cuauhtémoc, y el martes en Nuevo León fue detenido el exgobernador Jaime Rodríguez, El Bronco. ¿Estamos ante la utilización política de la justicia por parte de los gobiernos de Ciudad de México y de Nuevo León, respectivamente?

Si la Ciudad de México fuera una entidad federativa como las demás, su capital sería sin duda la alcaldía Cuauhtémoc, un espacio geográfico relativamente pequeño, pero de tal relevancia histórica y actual que cada metro cuadrado representa una potencial disputa de poder político y económico, o viceversa. Y el 6 de junio ahí ganó la oposición a Claudia Sheinbaum.

La candidata de la revancha contra Morena en la Cuauhtémoc fue Sandra Cuevas, personaje que suma polémicas; pero quien, más allá de estilos, en menos de seis meses en el puesto también ha acumulado señalamientos por acciones que pueden configurar faltas administrativas e incluso delitos.

La última escena polémica de Cuevas fue lanzar –y negarlo– pelotas en la sede de gobierno con, reportó la prensa, billetes de 500 pesos pegados, como forma de agradecimiento a integrantes de una marcha que le apoyaba.

Pero antes de eso ya había usado banderas partidistas en un acto de gobierno, utilizado animales como adorno, viajado en una camioneta con placas alteradas, cerrado el deportivo Guelatao –donde se habla de posterior desmantelamiento–, incurrido en presunto nepotismo, integrado a su equipo a personajes de dudosa trayectoria, discriminado a personas en situación de calle y, por supuesto, los hechos que la tienen fuera del despacho: abofeteado, robado y maltratado a dos mandos policiacos, grave acusación que le ha costado –hasta ahora– que se le retire momentáneamente del cargo.

Cuevas ha dicho que es víctima de una campaña, y que padece una persecución. Además ha sostenido que aportará videos de los referidos hechos con los policías en los que se establecerá su inocencia. Este jueves comparecerá en el juzgado donde sus dichos y pruebas serán evaluados.

En lo que eso ocurre, y dejando a salvo su presunción de inocencia, mi lectura inicial sobre el futuro de Cuevas es que le cobrarán muy cara su inexperiencia y osadía. ¿Cuántas normas o leyes desatendió en menos de un semestre por su envalentonamiento carente de oficio? Encima, la actual administración de la Cuauhtémoc ha estado también caracterizada por demasiados cambios en los equipos de la alcaldesa.

La derrota de Morena en 2021 en la capital supuso un fuerte tropezón para Sheinbaum. Media ciudad está en manos de la oposición. Esas alcaldesas y alcaldes han recibido un trato distante y distinto. Han sido incluso investigados por la UIF local. Y, claro, sus actos serán investigados con lupa. Así cayó Cuevas, que nunca había tenido puesto similar. Digo cayó porque, si con esta acusación no la defenestran, igual y ya hay listas otras.

¿Es eso persecución política? Sin duda le tocará a la Fiscalía capitalina demostrar que actúa con estricto apego a la ley y que sí tiene un caso legítimo contra Cuevas. Pero le tocará también mostrar similar celo cuando un morenista sea cachado en falta. Porque encima el lunes en la Corte fue muy cuestionada la probidad e imparcialidad de la FGJCDMX.

Samuel García ya saca raja política de la detención de su antecesor El Bronco. Él y Sheinbaum deben recordar que una cosa es perseguir y otra hacer justicia. El proceso a Cuevas será una compleja prueba para la jefa de Gobierno. Cualquier parcialidad, exceso o abuso le será cobrado puntualmente. Y si no lo cree, que vea cómo le va hoy a Gertz.

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