Con más de un 87 por ciento de abstención, la elección del domingo, que decía Sheinbaum, era tan deseada por el pueblo; fue calificada como todo un éxito. Nadie en el mundo puede decir que una elección exitosa tiene tan bajo margen de participación. Eso aún sin considerar los votos nulos.
El pueblo bueno y sabio elevó la desobediencia civil con su silencio. El rechazó fue prácticamente unánime. Además las trampas de un proceso fraudulento fueron cínicas y públicas. Acordeones, acarreo, amenazas, pago por voto, movilizaciones en taxis y combis, un desaseo. No se contaron votos en las casillas, que estuvieron desiertas, se trasladaron al INE. No se inutilizaron las boletas, los observadores internacionales hablaron de una elección que no siguió los principios básicos de una democracia.
Los observadores nacionales registraron diversas anomalías que están reportando. SomosMX, en voz de Guadalupe Acosta Naranjo, cuestiona si esta elección debe ser vinculante con tan baja votación. También el PRI, en voz de Alito Moreno, dijo que se consumó una gran farsa, descalificó el número de votantes que ubicó en 5 millones y anunció que se pedirá la anulación de la elección, para evitar avanzar en una dictadura. Criticó la aparición de AMLO como mandatario aún del país, de un pueblo lleno de sangre y de desaparecidos.
La presidenta Sheinbaum festejó, no la votación, sino el haber logrado quedarse con el control del Poder Judicial. Ese es su éxito, así debemos leerlo. Consumar un régimen autoritario utilizando vías democráticas es su triunfo. No importan los vicios y descalificaciones. Logró desaparecer la división de poderes y se erige como el Poder Supremo de una nación desunida, confrontada, desilusionada, porque ella no es la Presidenta de los mexicanos, sino de un grupo faccioso que se hizo del poder para traicionar sus propios principios, si los tuvieron. Pero no todo es miel sobre hojuelas.
Se habla de una reunión clandestina entre Sheinbaum y AMLO en los sótanos de la SEGOB. Cierta o no, lo que si podemos constatar es que la Presidenta no tiene el control del gobierno. No cuenta con el apoyo de Adán Augusto López que la reta cuando quiere y mantiene su grupo Barredora en Tabasco. Tampoco cuenta con su gabinete, pues casi todos son propuestas de AMLO. No cuenta con Morena, que Andy maneja según sus propios intereses. Las fuerzas armadas siguen su comando, pero con un ojo puesto en los EU.
Sus propuestas de nepotismo, de austeridad son una burla constante de los morenistas. Bodas, escoltas, autos blindados, ropa de marca, comidas en restaurantes de lujo, quinceañeras en pedrerías, joyas, relojes de marca que se exhiben sin pudor. Eso hacen los morenistas.
La Presidenta Sheinbaum enfrenta el reto de cero crecimiento económico, no podrá recaudar más, no habrá más ingresos, crecerá el desempleo, aumentarán los delitos, sus límites de endeudamiento están cerca porque las calificadoras aumentarían aún más el riesgo de inversión en el país. El próximo año el crecimiento no se renueva. La falta de inversión y la incapacidad para dar certeza a la misma, son los costos de un proyecto autoritario que pretende mandar en todo. Pero los mercados, son los mercados. Y la realidad se impone ante el fanatismo. No hay salida sin recuperar a la República.
También Sheinbaum está presionada por EU, no solo por los aranceles y las remesas, golpes durísimos. Lo que piden nuestros socios y vecinos es la entrega de narco políticos. Los reclamos de las armas caen en el vacío. Las muertes de norteamericanos por el fentanilo superan a los muertos en combate en las guerras. Y es una muerte más prolongada, devastadora y que afecta a las familias. No se quedarán de brazos cruzados cuando ya constituye un problema de seguridad nacional. Han empezado a atrapar a quienes cruzan drogas por la frontera, que en México ni son detectados. Han empezado a desmantelar a quienes operan distribución en EU. Pero no será suficiente. Ya anunciaron cancelación de visas. Muchos políticos no cruzarán la frontera, para evitar ser cuestionados e incluso detenidos. Y ahora se pide castigo a quienes usan médicos cubanos en trabajos forzados. Ojalá algunos paguen.
Así las cosas, una nueva autócrata ha logrado el control y la centralización del poder público, pero no logra ejercerlo. ¿Dónde queda su éxito? Sus márgenes son muy estrechos, aun cuando logre controlar a los medios de comunicación con sus leyes de telecomunicaciones, de seguridad pública y de simplificación administrativa, interviniendo celulares y obligado a todos a entregar sus datos biométricos para ubicar a la población. Porque una cosa es la ley y otra la ineptitud del poder. Su popularidad se irá a pique, porque no puede resolver problemas básicos para mejorar la vida de la población, educación, salud, seguridad, empleo. Las ayudas le dan una base social, pero de no poder mantenerse, se agravará su situación.
Así las cosas. Como no puede mantener tantos frentes abiertos, la Presidenta Sheinbaum solo tendrá que tomar decisiones. No hay muchas opciones. Mantener el proyecto 4T al costo que sea, con las consecuencias sociales y económicas, la posible implosión de Morena y la protección al narcotráfico y al huachicol, con medidas cada vez más represivas. O bien, aliarse con EEUU en el combate a los cárteles y sus protectores, sacrificando a clase política de Morena, y retomar un nuevo estilo de gobierno. O esperar la revocación de mandato con la esperanza de que la libere o la termine de avasallar.
En septiembre vendrá la revisión del TMEC. La temperatura subirá al máximo. El incumplimiento a los principios de independencia de la impartición de justicia, los órganos autónomos con decisiones técnicas y favorables al desarrollo, todo lo desaparecido, saldrá en las cuentas de la asociación de México y EU. Canadá vigilará sus propios intereses y no está dispuesto a aliarse con un gobierno cuestionado. Esto no se ha acabado.
En todos los escenarios el país está en juego. Las fuerzas democráticas deben reunificarse frente a lo que viene. Es difícil se conviertan en un peso mayor, pero Morena requiere de que exista un sistema de partidos, disminuidos, para imponer sus decisiones como si fuese una vía democrática. No puede aislarse del mundo.