Rosario Guerra

Humores

AMLO está de mal humor porque quiere más dinero para perpetuar la pobreza y generar un núcleo duro de votos que dependan no de la superación personal, sino de los subsidios.

Sigue con su estrategia de gobernar por medio del discurso, pero el humor de AMLO ha cambiado. Cambió con los empresarios, a quienes pidió más inversión y ofreció no subir impuestos. La coyuntura de la recuperación de EU arrastra nuestra mermada economía y puede recuperarse hasta 5 puntos de los 8.5 que cayó el PIB. La inversión cayó 25 por ciento y sin ésta es imposible crecer.

Su humor lo llevó a confrontar a las clases medias, porque no votaron su proyecto, las llamó egoístas y aspiracionistas, como si mejorar la vida de las familias no fuese el objetivo de los padres, y del propio Estado. Brindar educación, salud, alimentación, seguridad, evitar violencia familiar y feminicidios son parte de ese esfuerzo. Pero el humor de AMLO no alcanza a comprenderlo.

La única manera de acabar con la desigualdad y pobreza es crear empleos bien remunerados, con capacitación, con profesionalismo y nuevas tecnologías para competir en la globalización. Pero AMLO está de mal humor porque quiere más dinero para perpetuar la pobreza y generar un núcleo duro de votos que dependan no de la superación personal, sino de los subsidios. ¡Vaya humor!

Ganó 11 estados, y hoy domina la costa del Pacífico, pero la pérdida de la mitad de la CDMX lo tiene de mal humor. Su trato de abrazos a los narcos, lo ocurrido en Sinaloa donde secuestraron a los operadores del voto del PRI, las amenazas a la candidata del PRI en Valle de Bravo, lo ocurrido en Sonora con operativos de delincuentes, es terrible, el narco controló las elecciones. Desde luego que no habrá denuncias, la vida de familias enteras está de por medio.

AMLO no está de buen humor por los triunfos locales. Pueden ser dos razones. Se han coludido los narcos con parte de su gobierno. Se ha demostrado que AMLO no puede controlar al narco. Nuestros vecinos de EU van a presionar, incluso equiparar narco con terrorismo.

Su mal humor estalló con la pérdida de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados. Acabó sus aspiraciones reeleccionistas o de prórroga de su mandato. No se logró en BC, ahora tampoco en la SCJN. Pero parece que cambia de humor al estimar que el PRI puede darle la mayoría que necesita para concluir sus proyectos sexenales, incluida la sucesión.

Alito no inspira confianza ni al bloque ni a los priistas. Asignó las plurinominales para favorecer a su grupo y desplazó a la militancia. Perdió todas las gubernaturas incluida Campeche. Forzó la elección de Moreira como coordinador en la Cámara para el próximo periodo. Su discurso es poco claro. Todos sospechan. Se dice que muchos priistas tienen cola que les pisen y esa será el arma para forzar acuerdos que AMLO utilizará para lograr sus reformas constitucionales. Cierto o no, la sospecha se asoma y el humor de AMLO mejora. Es más, lo anuncia y lo festeja. Quizá cuente con los votos del PRI.

De darse esta traición, el PRI firmará su acta de defunción, lo cual no es algo que a muchos preocupe. Un país sin PRI ha sido bandera de grupos. Pero no se trata del PRI, se trata de México y de nuestro destino común. ¿Será cierto que para salvar su cuello y el de miembros del gabinete peñista prefieran salvarse a salvar al país? Yo espero sean solo conjeturas pese al buen humor que AMLO tiene ante esta perspectiva. La verdad la sabremos hasta que entre en funciones la nueva Cámara. Pero el costo político para el PRI y su dirigencia si traicionan la Alianza por México será incalculable. El daño será peor para México.

Desde luego hay otros actores con peso como el PVEM que tomará el camino que les convenga y que ya son apretados con la investigación a Velasco en Chiapas, difícil se desmarquen. Los desplegados de Dante Delgado en el proceso electoral contra AMLO y su intromisión en las elecciones fueron directas, claras y duras. Pero con dos gubernaturas y un grupo parlamentario importante, no sabemos si negociar con Morena por recursos para poder gobernar predomine, o mantenga su distancia con AMLO y Morena.

Por eso el Presidente parece veleidoso. A veces de buen humor, a veces amenazante y con mal humor. Porque la moneda está en el aire. Hará todo lo posible por conseguir aliados, de hecho ambos Murat, padre e hijo, ya lo son, y todo el mundo lo sabe, incluyendo a la dirigencia del PRI y su militancia. Desde ahí parte la desconfianza. Se dice además que Murat padre es quien impulsa decisiones.

No es creíble que Alito pensara perder todas las gubernaturas, peleó fuerte en su estado, pero no logró frenar a Morena. Quizá una salida sea la refundación del PRI. Llamar a una Asamblea Nacional para renovar sus documentos básicos, adecuarlos a ser una oposición fuerte y estratégica, dejar que la verdadera militancia, que aún queda, se exprese, sin temores. Que se elija a la dirigencia en procesos democráticos, porque en realidad, al PRI ya no le quedan gobernadores, solo le queda su militancia, sujeta a desprestigio, desilusión y presiones. Si solo rescatara a sus bases, y pudiese conformar una conciencia de la importancia histórica que se juega en este momento, el PRI podría enfrentar con valor los embates de AMLO o la compra de sus legisladores.

Mientras solo sean pérdidas cada vez mayores las que el PRI resienta, más fácilmente sucumbirá. México los necesita. Guste o no a muchos, los votos ahí están, la militancia también. No hay más, pero es suficiente para honrar la Alianza por México y enmendar el catastrófico rumbo del país. Evitar el sufrimiento de su pueblo. Abrir nuevos caminos y una esperanza de que el voto cuenta y las cosas pueden cambiar. Por el momento, el INE ha dado muestras de su valor. Ni cayó en provocaciones ni escuchó amenazas ni renunció a su deber, lo que merece una amplia felicitación a Lorenzo Córdova y los consejeros. Un ejemplo por seguir. Aunque ponga de mal humor a AMLO.

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