Rosario Guerra

Y sigue la mata dando

Siempre creo que AMLO ya no podrá hacer más daño, pero me equivoco a diario, dice Rosario Guerra.

Cada día nos enteramos de nuevos planes de AMLO, destruye todo. Refugios, guarderías, aeropuerto, puertos, instituciones, fideicomisos, universidades públicas. Ataca periodistas, académicos, críticos, a empresarios. Quiebran empresas, crece desempleo y amenaza a quien se oponga a sus datos o mandatos. Tengo la seguridad de que sus colaboradores sí le advierten de riesgos, pero la certeza de que no escucha a nadie. Todo lo sabe, todo lo puede, y además tiene pacto con el Ejército y con sus pobres con dádivas. Lo demás es lo de menos.

Siempre creo que ya no podrá hacer más daño, pero me equivoco a diario. Surgen nuevas y peligrosas ideas. Para ganar elecciones decidió desacreditar a las autoridades electorales, que dice son provocadoras e injustas, por castigar duramente a quienes no cumplen la ley. Total, ¿qué tanto es tantito? No le gusta que el Poder Judicial se oponga a la Ley de la Industria Eléctrica, y como seguramente ya se informó mejor, ahora dice que, si la SCJN la declara inconstitucional, porque lo es, pedirá reforma constitucional, que no puede ser retroactiva. No tiene los votos. Pero el mensaje es claro a sus seguidores: los necesito para las mayorías en el Congreso.

Para justificar su intromisión en el proceso electoral dice informar sobre la democracia, pero lo que hace es amenazar y denostar a las autoridades electorales. Desde juicio político, que es inaplicable por sus causales, pero que implica fuerte confrontación, que la llama análisis. Como escribí ya, como no tiene claro si ganará la mayoría, busca descalificar el proceso para impugnar y crear conflicto poselectoral, su platillo favorito. El mensaje es de nuevo a sus seguidores: no me dejen solo con estos corruptos, vayan a votar.

El INAI cuestiona la confidencialidad de los datos personales frente a las disposiciones oficiales de pedir biométricos de todos los usuarios de servicios de telecomunicaciones. Se enoja y decide anunciar que tras las elecciones acabará con todos los órganos autónomos por caros, corruptos e ineficientes, devolverá a las minimizadas secretarías las funciones, a ver si las pueden ejercer, y acabará con contrapesos a su cargo. La ineficiencia crece por la austeridad republicana. El Metro en la CDMX es peligroso porque no hay mantenimiento. La tragedia se anunció a gritos y en prensa. No se escuchó. Las nuevas rutas del espacio aéreo para usar a futuro Santa Lucía, han puesto en peligro vidas humanas, porque los aviones no se repelen.

Y así, día a día, sigue la mata dando. No acaban las sorpresas. Continuando su tradición de las Juanitas que surgió en Iztapalapa y tras criticar el nepotismo, hoy la hija de Félix Salgado será la candidata al gobierno en Guerrero y quizá logre triunfar. Muñoz Ledo, con todos sus años encima, pero con su lucidez, se le enfrenta con valentía

Todo es corrupción, menos las asignaciones directas que su gobierno realiza. Pío su hermano no cometió según él falta alguna, aunque no registró las aportaciones a su campaña, delito electoral. Su prima y los contratos de Pemex son cosa del pasado. El “ya chole” a las feministas refleja su falta de empatía con los abusos de que son víctimas. No reconoce el feminicidio y luego se lo quiere apropiar. Siempre afirma que no tiene dinero. ¿Cómo ha mantenido hijos, rancho y casas por años?

Sus hijos sí tienen dinero, aunque su padre sea pobre. Viven con lujos y comodidades fuera del país, para que no interfieran en su gobierno, ya que habían escalado posicionamientos importantes. Contrario a ‘padre rico, hijos pobres’, aquí son hijos ricos y padre pobre. Todo escriturado a sus hijos según afirma. En fin, su proceder es cada vez más amenazante porque no hay lógica, ni propósito social en sus decisiones, no hay humanismo, no hay interés por la gente, cada día hay más pobres. Y no se inmuta. Quiere seguir con la 4T, un proyecto ideológico sin sustento en hechos, datos o ciencia.

Es tal la velocidad de las decisiones, que no son meditadas, ni informadas, ni previstos riesgos contra oportunidades. El dinero del país se va en el Tren Maya, Dos Bocas, Santa Lucía y los apoyos a sus grupos, sin padrones, ni transparencia. Y claro, no alcanza. Cae la recaudación, cae el empleo, cae la economía.

Pero al final nos salvará el TMEC y la recuperación de los EU, que seguirá con cadenas productivas e importaciones mexicanas para sus empresas. Somos afortunados a pesar de todo. Presiones seguro tendrá AMLO sobre sus proyectos que atentan contra la inversión. Salvo el turismo, que quizá se salve, porque somos destino que no ha cerrado por Covid-19. Así que estamos unidos a nuestros vecinos que nos jalarán al alza. Pese a los esfuerzos de AMLO por acabar con instituciones y empresas. ¡Y sigue la mata dando!



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