Plaza Viva

Tenemos presidenta, una historia que contar

Más allá de su trayectoria política, Claudia Sheinbaum trae consigo una visión innovadora como científica y académica.

México hoy vive uno de sus momentos más históricos. Claudia Sheinbaum, primera presidenta del país, representa no solo un avance en términos de equidad de género, sino también de varias agendas que con urgencia piden llegar al centro, como lo son la educación, la sostenibilidad y el apoyo a las mujeres, en un contexto de profundas desigualdades y desafíos globales.

Lo interesante de esto es que han sido ejes que durante su paso como jefa de Gobierno de la Ciudad de México fueron visiblemente atendidos y promovidos como un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible, garantizando que todas las personas, especialmente los más vulnerables, tengan acceso a recursos y oportunidades que impulsen su bienestar y el progreso social. Revisemos estos tres ejes programáticos que, a mi juicio, serán grandes protagonistas del próximo sexenio.

Educación para el futuro. Sheinbaum ha propuesto la República Educadora, Humanista y Científica, un plan integral que incluye becas universales para estudiantes de preescolar a secundaria, un horario extendido en escuelas para actividades físicas y artísticas, y programas de salud infantil que atiendan la nutrición, psicología y prevención de adicciones. Al dar continuidad a la Nueva Escuela Mexicana y las becas Benito Juárez, busca fortalecer la inclusión y la equidad educativa. Este enfoque holístico no solo mejora la calidad de la enseñanza, sino que también promueve el bienestar integral de los niños. Y de las cosas que más se pueden destacar y esperar, es la creación de las dos nuevas universidades públicas, la Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud. Estas propuestas y metodologías prometen impulsar no solo el abandono, el rezago o la falta de cobertura, sino que también permitirán que la educación sea un pilar de la próxima administración.

Un México sostenible. La crisis climática exige respuestas contundentes, por eso Sheinbaum propone uno de los pasos más importantes en la materia, que es fortalecer la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y garantizar que el acceso al agua sea un derecho humano. Además, sugiere un enfoque a largo plazo con el objetivo de lograr un balance hídrico en los próximos 50 años para mejorar la relación entre el agua que entra y sale. También se propone una regulación más estricta de las concesiones del agua, ya que estas ayudarían a planificar su uso y conservación de manera efectiva.

Estas medidas buscan mitigar los efectos de la sobreexplotación de los recursos hídricos, con la participación activa de la sociedad en las decisiones que afectan su entorno. Conociendo los resultados de la administración de la Ciudad de México, en la que logró reducir en un 20 por ciento el consumo de agua, podemos augurar que también habrá resultados a nivel nacional.

Justicia social a quienes han cuidado. Uno de los programas más destacados de Sheinbaum es el apoyo económico bimestral de 3 mil pesos para mujeres de 60 a 64 años, que comenzará en 2025. Empezando esta política pública con las mujeres indígenas, este programa busca reducir las desigualdades estructurales y proporcionar una red de apoyo a sectores vulnerables. La presidenta ha sido cuidadosa en garantizar que este programa sea viable, priorizando la sostenibilidad económica y evitando promesas difíciles de cumplir.

Más allá de su trayectoria política, Claudia Sheinbaum trae consigo una visión innovadora como científica y académica. Su enfoque metodológico y basado en evidencia le otorga una perspectiva única para abordar los desafíos más complejos del país. La vinculación de la ciencia con sectores estratégicos, como la sostenibilidad y la educación, marca una diferencia significativa en su propuesta.

Su capacidad para integrar conocimientos científicos en la política pública abre la puerta a un México que no solo responde a las crisis inmediatas, sino que también planea su futuro de manera inteligente y sustentable. Esta visión integral e innovadora posiciona a Sheinbaum como una mujer que puede transformar la manera en que se gobierna, impulsando un país más justo para quienes lo habitamos.

México tiene presidenta, y también tendremos una historia que contar, muchos esperamos que será exitosa, innovadora y con resultados.

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