Fuera de la Caja

Industria estatal

Con el indicador mensual de la actividad industrial por entidad federativa (IMAIEF) podemos tener una idea mucho más clara de lo que ocurre en este sector a través de todo el país.

Este viernes, el Inegi nos regaló un nuevo indicador: el mensual de la actividad industrial por entidad federativa (IMAIEF). Con esto, podemos tener una idea mucho más clara de lo que ocurre en este sector a través de todo el país. Aunque lo mejor es ir al sitio de Inegi y disfrutar la información, permítame ofrecerle algunas perspectivas que me parecen interesantes.

Lo primero es no olvidar que este indicador sólo mide la industria, es decir la minería, electricidad, construcción y manufacturas. No incluye servicios ni sector primario, que representan una parte muy grande de la economía en muchas entidades. Para no caer en algún error, lo que hago es dividir las entidades federativas en cuatro grupos, dependiendo del tamaño de su sector industrial. El dato más reciente es marzo de 2021.

El primer grupo tiene una industria muy pequeña, en promedio menos de 15 por ciento de su economía. Ahí está la Ciudad de México, Quintana Roo, Michoacán, Nayarit y Guerrero. Los primeros dos tienen un sector servicios inmenso; los últimos tres, un gran aporte del sector primario (aunque Nayarit y Guerrero también cuentan con turismo muy importante). Estas entidades tienen más o menos el mismo tamaño de industria que tenían en 2013, que es el año de referencia para este indicador. Michoacán, Nayarit y Guerrero ya recuperaron el nivel precrisis (febrero 2020), pero no el pregobierno actual (octubre 2018). La ciudad de México está -11 por ciento contra esa fecha, y Quintana Roo -14 por ciento.

El segundo grupo tiene un sector industrial mayor, de entre 20 y 32 por ciento del total de la economía. En orden creciente: Sinaloa, Chiapas, Colima, Oaxaca, Edomex, Yucatán, Durango, Jalisco, Morelos, Veracruz e Hidalgo. Buena parte de estas entidades está en proceso de desindustrialización. Apenas Durango, Jalisco, Sinaloa y Yucatán superan el nivel de 2013. Ya pasó la pandemia en casi todas ellas, pero no en Colima, Veracruz, Morelos, Hidalgo y Yucatán. Contra el inicio del gobierno, sólo Chiapas y Durango muestran crecimiento.

El tercer grupo es el gran motor: la industria en esas entidades va de 34 a 44 por ciento del total de su economía. Ahí están, también orden creciente: Zacatecas, Puebla, Nuevo León, Tlaxcala, Guanajuato, Tamaulipas, Baja Sur, Baja California, Chihuahua, San Luis Potosí, Querétaro, Aguascalientes y Sonora. En promedio, estas entidades han incrementado su industria en 15 por ciento desde 2013, pero Zacatecas y Tamaulipas están por debajo del nivel de ese año. A cambio, Querétaro, Baja California y Aguascalientes están 30 puntos por encima. Puebla, Tlaxcala, Tamaulipas, Baja Sur, San Luis y Sonora no han logrado recuperar el nivel de febrero de 2020, con caídas de más de 7 por ciento. Comparado con el arranque de este gobierno, sólo Guanajuato y Chihuahua han crecido un poco, y Baja California mucho (8 por ciento).

El último grupo tiene sólo tres entidades: Coahuila, Tabasco y Campeche. En ellas, la industria va de 50 a 85 por ciento de la economía. Coahuila ha crecido 5 por ciento contra 2013 en su industria, pero los otros dos son trágicos: Tabasco ha perdido 20 puntos, Campeche casi 40. Es Pemex, arrastrando en su caída a las entidades que alguna vez elevó. Coahuila y Tabasco han recuperado el nivel prepandemia, pero sólo Tabasco el nivel pregobierno actual. Campeche, nada. Está -8 por ciento contra febrero de 2020 y -11 por ciento contra octubre de 2018.

Cuatro grupos muy diferentes: desde entidades en donde la industria es algo menor, hasta aquéllas en las que explica casi toda la economía. En medio, dos grupos: uno que fue industrial, pero está dejando de serlo, y otro que es el motor industrial actual del país, asociado a exportaciones. Como siempre, entre estos dos últimos grupos hay entidades que pueden estar mal asignadas (Yucatán, por ejemplo, pronto estará en el grupo motor). Sin embargo, creo que esta información puede ser de gran utilidad para entender mejor cómo la economía se mueve de maneras muy diferentes en distintas regiones del país. Gracias a INEGI, claro.

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