Sobremesa

Negociazo en la Secretaría de Economía

Marcos Santiago Ávalos Bracho encabeza una red de servidores públicos que juegan dentro y fuera de la SE mediante redituables contratos de consultorías.

Aunque la asignación de plazas por dedazo en el gobierno federal suele vincularse con amiguismos o compadrazgos, en una de las oficinas de la Secretaría de Economía (SE), de Tatiana Clouthier, los nombramientos son como piezas de ajedrez, colocadas estratégicamente por un alto funcionario, quien, denuncian, opera su negocio personal a través de la dependencia. ¡Así como lo están leyendo!

Se trata de la Dirección General de Contenido Nacional y Fomento en el Sector Energético (DGCNFSE), área de la SE encargada de regular a las empresas petroleras y a aquellos particulares que ganaron contratos para la exploración y extracción de hidrocarburos en el país.

Estas petroleras tienen por obligación y protocolo entregar a la Secretaría de Economía un proyecto de transferencia tecnológica, el cual debe ser aprobado –o desechado, en su caso– por la DGCNFSE, oficina que hasta hace unas semanas era dirigida por Marcos Santiago Ávalos Bracho, quien, dicen, encabeza una red de servidores públicos que juegan dentro y fuera de la SE mediante redituables contratos de consultorías.

Con base en información de los particulares, se sabe que un exfuncionario de la Secretaría de Economía y ligado a la United Nations Economic Commission for Europe (UNECE) se encarga de captar a clientes del ramo y luego los refiere con la oficina de la DGCNFSE, que tras la salida de Ávalos Bracho quedó en manos de una persona de su confianza: Arlaé Rosario Díaz Fraustro.

Ojo, el modus operandi es el siguiente…

Todo esto ocurre en un primer momento de manera externa de la SE. Una vez que Díaz Fraustro y su equipo se encargan de que los proyectos de las petroleras cumplan con lineamentos y normatividad, éstos son referidos al área de la dirección que deberá aprobarlos. Este proceso se cobra externamente por los propios funcionarios encargados de regularlo.

Esta cadena, que sin duda genera un conflicto de interés para los participantes –pues no se puede ser juez y parte–, involucra a funcionarios de la DGCNFSE designados por mano de Marcos Ávalos vía fast track.

Corrupción por ‘dedazo’

La corrupción comienza con el esquema de distribución de plazas, pues se sabe que por lo menos tres funcionarios ligados al grupo de Ávalos Bracho han escalado rápidamente posiciones en la dependencia con nombramientos alejados de procedimientos y en cargos para los cuales, cosa rarísima, no cumplen los requisitos.

La cercanía de Marcos con Tatiana Clouthier, la cual, se dice, presume en cada foro, le permite no sólo actuar a página ancha, sino ha conllevado a su ascenso en la secretaría. Con decirles que el pasado 1 de mayo se convirtió en titular de la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales (UPCI) y –como mencioné– fue sustituido en la DGCNFSE por Arlaé Díaz Fraustro.

En inicio, ella quedó como encargada de despacho bajo el amparo del artículo 34 de la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal, que le permitía ocupar su puesto sin necesidad de sujetarse al procedimiento de reclutamiento y selección obligatorio.

No obstante, el pasado jueves 26 de mayo la Función Pública ordenó congelar la asignación de plazas, con efecto a partir del 1 de junio y hasta el próximo 31 de diciembre. Esto metió el acelerador para que varios puestos, incluido el de Arlaé, fueran asignados, saltándose el procedimiento administrativo, al no someterla al concurso de la plaza, como dicta el reglamento.

(Anexo 1)

La designación quedó amarrada el mismo día que entró en vigor el aviso de la SFP, presuntamente, gracias a las influencias que Marcos Ávalos presume con Clouthier. Sin embargo, el nombramiento fue tan sorpresivo como el crecimiento de Arlaé Díaz en la propia secretaría.

Llama más la atención el que esta licenciada en ingeniería geofísica haya sido promovida como titular de la DGCNFSE, pese a no cumplir con los más de 12 años de experiencia que exige el cargo.

Según se observa en la información curricular que ella misma proporcionó a las plataformas de transparencia de la SFP, Díaz ha escalado velozmente, pasando por tres puestos distintos en menos de tres años (entre 2019 y 2022); es decir, ha sido promovida en menos de un año para cada uno de ellos. Además, previo a la SE, ella sólo declaró un empleo, en el sector privado, de mayo de 2018 a abril de 2019.

(Anexo 2)

Es decir, cuatro años de experiencia laboral previa y ocho menos de lo que exige la convocatoria para aspirantes de la dependencia. Su perfil de LinkedIn la ubica también en el Instituto Mexicano del Petróleo, que, aunque sumarían otros cuatro años, no abonan para su cargo actual.

Una revisión a su declaración patrimonial reveló que Díaz Fraustro tiene ingresos extras, además de su sueldo en la SE, bajo el concepto de “consultorías”.

Estas percepciones y un audio filtrado que muestra la instrucción que Marcos Ávalos habría dado a sus subordinados para apoyarlo en proyecto personal con un ente privado, evidenciaron el nexo entre la asignación de plazas y el negocio de consultorías externas de los funcionarios de la DGCNFSE.

(anexo 3)

La pregunta es hasta qué punto estará Tatiana Clouthier enterada de esta situación.

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