Sobremesa

El daño que Lozoya le hizo a Pemex es irreparable

No hay dinero que pueda resarcir el daño al erario y a Pemex que el criminal confeso Emilio Lozoya hizo, dice Lourdes Mendoza.

Señor Presidente, hace ocho días, en la mañanera, usted dijo “que habría que evaluar el daño” que Emilio Lozoya, criminal confeso, corrupto y mentiroso, le hizo a Pemex y al erario, y éste es: irreparable. Me explico.

Le quitó la inmunidad soberana

Les cuento que, en el primer día hábil de la administración de Emilio Lozoya (lunes 3 de diciembre de 2012, pues la toma de posesión de EPN fue el sábado 1 de diciembre) en su oficina, en el piso 44 de Pemex, firmó un convenio modificatorio al suministro de etano con Braskem/Idesa (filial de Odebretch) ¡para quitarle a nuestra paraestatal su inmunidad soberana!

Para seguir leyendo deben sentarse y evitar beber algo porque lo escupirán, sobre todo ustedes, señor fiscal Gertz Manero, Ramírez de la O y Pablo Gómez, y de preferencia tengan un pan a la mano, por aquello de los corajes.

Tengo el contrato; lean parte del apartado 12.6 Inmunidad

“El artículo 4 del Código Federal de Procedimientos Civiles y la Ley General de Bienes Nacionales, en este acto el vendedor expresamente renuncia, de forma irrevocable con relación a sí mismo y sus activos, a cualquier derecho de inmunidad que tenga ahora o en el futuro… ya sea en México o en cualquier otra jurisdicción… para embargo preventivo de sus bienes o para la ejecución de una sentencia”.

¿Cómo les quedó el ojo?

Por cierto, para el Presidente el petróleo es sagrado y durante décadas juró que levantaría a Pemex, piedra por piedra.

Pemex no es una empresa cualquiera, Pemex, al ser propiedad del país, tenía trato soberano que permitía que sólo pudiera ser demandado en tribunales mexicanos; sin embargo, Lozoya se lo quitó, lo que implica que podía ser demandada en tribunales extranjeros.

Ah, y déjenme decirles que cuando le quitó la inmunidad soberana a Pemex –vaya por un caballito de tequila– aún no existía la reforma energética, entonces Pemex mantenía de facto el monopolio de la distribución de gas, pues a pesar de que el gas se liberó en 1995, nadie más lo importaba. Léase, blindaron el contrato.

Los dichos de Lozoya como que huelen a chapopote, ¿o no?

Agronitrogenados…

Señor Presidente, Fiscalía, Hacienda y UIF, no pueden aceptar una reparación del daño sin considerar que en la denuncia de Pemex sobre la compra de Agronitrogenados se tiene que:

1.- Emilio Lozoya no sólo compró Agronitrogenados en 275 mdd, mucho más cara de lo que realmente valía; además, dijo que requeriría 200 mdd para rehabilitarla, pero casi seis meses después aumentó el presupuesto de la rehabilitación a 485 mdd. Sólo en ello hay otros 285 mdd más de daño.

2.- Una vez comprada, casualmente, se ‘dieron cuenta’ de que se requería reemplazar alrededor de 82 por ciento de los equipos, pues eran chatarra, y lo dijo la ASF en su auditoría 498-DE/2015 y sus resultados 004/CP2015 del 13 de diciembre de 2016.

3.- Otro elemento que Pemex denuncia es que, al momento de la compra de la planta, Milo, léase Pemex, no tenía la certeza para surtir la cadena gas-amoniaco-urea. Es decir, compró una planta sin la seguridad de poderle alimentar la materia prima fundamental, que es el amoniaco.

4.- Entonces, aparte de la compra a sobreprecio (275 mdd), hay un claro daño de otros 485 mdd que gastó inútilmente en la rehabilitación de la planta que ahora no tiene materia prima.

5.- También habrá que evaluar lo que vale tener la planta sin trabajar, o pregunten ustedes el nivel de operación de Agronitrogenados, ahora llamada Pro-Agro, o la producción de urea, pues increíblemente en la página de Pemex simplemente no se menciona la producción de urea.

Para que me entiendan, lo que Milo hizo fue algo así como comprar un yate a más del doble de su valor a su amigo, le metió mucho dinero más para dejarlo muy lindo… a pesar de que sabía que no hay agua para navegar.

El resumen del daño total es:

a. 275 mdd por la compra.

b. 485 mdd por la rehabilitación.

Suman 760 mdd de una planta que no trabaja por falta de materia prima.

c. Más lo que le quieran agregar porque la planta no opera por falta de materia prima.

Odebrecht…

A la mamá de Milo, quien le decía: “Calma, esto ya está por acabar”, de acuerdo con la crónica de Arturo Ángel, en Animal Político, habría que recordarle que su hijo se escapó y regresó al país buscando un criterio de oportunidad, léase: es un criminal confeso. Además de, permítanme la expresión, un vulgar mentiroso, pues hasta hoy no ha podido probar uno sólo de los dichos en su denuncia. Señor fiscal, ustedes en la Fiscalía acusaron a Milo y a su familia como los únicos beneficiarios del dinero que Odebrecht –10.5 mdd usó de guante para corromperlo y ganar más contratos llegando éste a Pemex– y le pidieron al juez 50 años de cárcel. Entonces, ¿por qué mantiene a Jorge Luis Lavalle en la cárcel?

Me pregunto...

Si la falsedad en declaraciones es un delito que se persigue de oficio, ¿ya le inició la carpeta correspondiente?, ¿por qué le mandó un avión para traerlo de España si se les escapó?, ¿no era más barato traerlo en turista, en avión comercial?, ¿por qué nos hicieron creer que iba rumbo al reclusorio y lo volaron en helicóptero al hospital?, ¿por qué le dan trato de… digamos, mirrey?

Será...

¿Por qué su papá, Lozoya Thalmann (parte de Los Toficos), invoca a la amistad y cariño que AMLO le tenía a Camacho (q.e.p.d.)? En la Facultad de Economía de la UNAM, CSG, Lozoya Thalmann y Camacho crean Los Toficos, cuyo compromiso era trabajar para llegar a la presidencia, y quien primero lograra la candidatura sería apoyado por todos.

¿O a su amistad con Gertz (se conocieron durante su andar por la administración pública)?

Pues a mí me negó en múltiples ocaciones la denuncia de Milo para poderle imputar el daño moral por el cual lo demandé ante el Tribunal de Justicia de la CDMX, y cuando me la dieron, la mandaron testada. Y a pesar de que mis pruebas de que me difamó son irrefutables, ha sido un viacrucis. Hoy hace 15 días presenté otra demanda contra Milo, pero ahora ante la FGR por falsedad en declaraciones. ¿Cuándo podré irla a ratificar?

¿Cómo ven? Y éstos son sólo algunos ejemplos de que…

No hay dinero que pueda resarcir el daño al erario y a Pemex que el criminal confeso Emilio Lozoya hizo.

Por cierto, además habría que considerar también la responsabilidad que tendrían Pemex y Octavio Romero, su director general, y la UIF, de Pablo Gómez, el otro ofendido de aceptar un acuerdo reparatorio con este daño tan grande, eh.

Emilio Lozoya pasará de:

Ícono de la corrupción con EPN, a ícono de la impunidad con AMLO.

Ver para creer.

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