Sobremesa

Con nuevo juez, el caso del chivo expiatorio del Solid Gold se mueve

Claudia Sánchez puntualizó que el cateo de su domicilio no fue el 6 de septiembre, como ellos lo plasman en el acta circunstanciada, sino el 5 de septiembre.

Casualmente ahora que su verdugo... ah no, perdón, la jueza Karla Montes ya no lleva el juicio de Claudia Sánchez Mayorga, al haber sido trasladada al Centro Federal de Justicia Penal de Juicios Orales con sede en Cuernavaca desde el 16 de agosto, por fin se pudo llevar a cabo, tras ocho años de encierro, la primera parte de la reposición de procedimiento que un tribunal de alzada le pidió hacer al no haber observado un sinfín de vejaciones y ni hablar del debido proceso. Aunque persiste la duda: ¿ella, la jueza, habrá pedido su cambio o la Judicatura lo habrá hecho?

En fin, eso ya lo sabremos.

De la reposición de procedimiento del cateo, les cuento, fue videoconferencia.

Que cuando le dieron el uso de la voz a la agente del MP que detuvo a Claudia en su casa, Claudia Morales Larre, lo único que contestó fue que ella se ciñe a lo que está dentro del acta de cateo. Que no recuerda con exactitud todo lo que sucedió, pues ya han pasado ocho años, y que en ningún momento dejó de hacer las cosas que menciona el Código de Procedimientos Penales respecto a los cateos.

Pero cuando le dan la palabra a Claudia, el chivo expiatorio del Solid Gold, se fue, digamos, como hilo de media, y no es para menos pues lleva ocho años encerrada. Le dijo que todo lo que menciona dentro del acta circunstanciada de cateo es mentira, ya que en el acta mencionó que a una persona de apellido Mayorga Castellanos le mostró la orden de cateo, pero en esa misma acta dice que fue a un señor de nombre Jesús.

Entonces, la MP Claudia Morales se enoja, comienza a reírse en tono burlón y dice que pues ella no está para ese tipo de cosas, que tiene cosas más importantes que hacer, por lo que la secretaria encargada del despacho en funciones de juez, Lorena Marisol Aranda Millán, le pide que guarde silencio, que escuche lo que el secretario de acuerdos Marco Antonio Sandoval Velázquez le va a decir, éste le llama la atención y queda asentado en autos, y deje de faltarle al respeto a Claudia Sánchez Mayorga.

Luego la MP repitió que en todo momento respetó los derechos humanos de Claudia, pero ésta, en cuanto le dan la palabra vuelve a decir que es mentira lo que dice la MP, que nunca le permitió vestirse, pues acababa de salir de bañarse y estaba en toalla con cinco meses de embarazo y que durante todo el cateo la tuvo con tres hombres encapuchados y con armas largas en su habitación, incomunicada, pero que le pidió todas sus cosas de valor. A lo que la MP responde que sí, que, en efecto, pidió los objetos de valor tal cual lo marca el Código de Procedimientos Penales y que ella los tenía que salvaguardar.

Ojo eh, porque también hubo careo con Blanca Araceli Real Castañón, que es una de las testigos de asistencia. Claudia Sánchez dice que no la conoce y la testigo declara que no recuerda el cateo, pues ha hecho muchos, pero que suscribe a lo que dice el acta. Luego, el cateo fue con el otro testigo, Carlos Eduardo Galindo Vera, y declara lo mismo, que no recuerda el cateo y que se ciñe a lo que dice el acta.

AQUÍ VIENE OTRA GRAN CONTRADICCIÓN

Pues el primo de Claudia, José Ángel Mayorga Castellanos, ratifica su declaración de 2013, donde manifiesta que ellos ingresaron al domicilio a la fuerza, que no mostraron ninguna orden de cateo y que, aunque les dijo que había muchos departamentos, se metieron a la fuerza. Que no le permitieron estar cerca de Claudia, que lo tuvieron aislado, sin abogado y sin hacer llamada alguna. Lo mismo dijo la tía de Claudia, Rosa María Teresa Mayorga.

LA CEREZA FUE QUE...

Claudia Sánchez puntualizó que el cateo de su domicilio no fue el 6 de septiembre, como ellos lo plasman en el acta circunstanciada, sino el 5 de septiembre entre 11 y 11:30 de la noche. Y lo sustenta afirmando que en el tomo 27, en las fojas 63, 64, 65 y 66, un perito de criminología menciona que fue citado en el domicilio el 5 de septiembre de 2013.

ESTA HISTORIA CONTINUARÁ

Pues la segunda parte de la reposición de procedimiento será el 13 de septiembre y el 22, también de este mes, se realizará la audiencia constitucional para ver si la jueza Luz María Ortega Tlapa le otorga un amparo para cambiar su medida cautelar y enfrentar su juicio en libertad, que su estatus jurídico tras la reposición de procedimiento ordenada por el tribunal de alzada es de prisión preventiva, a pesar de llevar ocho años encerrada y por el nuevo sistema penal acusatorio podría enfrentar su juicio desde su casa.

No está por demás aclarar que no soy su abogado para defenderla, ni el fiscal para acusarla ni el juez para sentenciarla, sólo estoy documentando cómo no se ha cumplido el debido proceso en su caso, tal cual lo he hecho con Alejandra Cuevas, hija de la concubina por 50 años de Federico Gertz, hermano del fiscal general de la República, quien también está en Santa Martha Acatitla (https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/lourdes-mendoza/2021/05/12/libertad-para-alejandra/) o el caso de Rosario Robles.

El proceso de Claudia, lleno de irregularidades, destapa el lado más brutal del sistema de justicia mexicano.

“¿Por qué los abogados nunca me defendieron? ¿Por qué nunca hicieron nada? ¿Por qué el Estado fue tan cruel de hacerme todo lo que me hizo?”.

“Después de ocho años me quitaron la matriz, después de ocho años que no he podido ver a mi hija, después de ocho años que ya me destruyeron la vida”.

Hace unos días, escuchando al ministro presidente Arturo Zaldívar en entrevista con Joaquín López-Dóriga, y tras leer esta historia, sin duda tiene razón que hay vicios que deben resolverse en el Poder Judicial.

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