Sobremesa

El Tren Maya… sin destino

La ASF practicó mayormente auditorías al desempeño del proyecto del Tren Maya en las que le fincó 112 recomendaciones.

Estamos a días de que Fonatur tenga la fecha límite para contestar las irregularidades que le detectó la ASF. No está por demás aclarar que para la alegría de Rogelio Jiménez Pons, la ASF practicó mayormente auditorías al desempeño del proyecto del Tren Maya en las que le fincó 112 recomendaciones.

Destacan las auditorías:

1385-DE Efectos Sociales del Proyecto Tren Maya, la cual determinó que la consulta a las comunidades indígenas fue realizada sin cumplir los requisitos para que el pueblo bueno y sabio decidiera informado, no de manera condicionada como sucedió.

En la 1386-DE Acciones Preparatorias para la Determinación del Impacto Ambiental por el Desarrollo del Proyecto Tren Maya, se determinó lo que ya sabíamos: que el tren no está respetando el medio ambiente por la falta de planeación.

¿NO DIJO YA SABEN QUIÉN QUE NO SE IBA A TALAR UN SOLO ÁRBOL?

En la 1389-DE Efectos Regionales y Urbanos del Proyecto Tren Maya, se observó que ni Fonatur, ni Sedena, ni nadie en la 4T demostró la ordenación territorial de los centros de población, ciudades y zonas metropolitanas dentro del área de influencia del proyecto, ni que los supuestos polos de desarrollo se hayan planeado con criterios de desarrollo sustentable. ¿Cómo era?… Yo prefiero la selva.

En la auditoría 1391-DE Control Interno y Gobernanza del Proyecto del Tren Maya, se determinó que Fonatur no tiene el mandato legal para ejecutar el proyecto del Tren Maya, por lo cual está violentando el artículo 16 de la Constitución.

UNA QUE OTRA PIEDRITA

En la auditoría de cumplimiento 379-DE Proyecto Tren Maya, y como se lo había adelantado en la columna La ASF encuentra irregularidades en el Tren Maya, se confirmó que hay irregularidades por 135 mil 389.8 mdp, destacando los contratos de Woodhouse Lorente Ludlow y Mextypsa.

El prietito en el arroz en esa auditoría fue que, sin mucho rubor y al margen de la imparcialidad, plagado de juicios de valor y falta de evidencia, Gabriel Francisco Deciga Ortiz, director de la ASF, se aventó seis cuartillas de ‘antecedentes’ echándole porras al Tren Maya, contradiciendo a sus colegas de las auditorías de desempeño.

En la auditoría financiera 378-DE la Unops no comprobó 20 mil 716.2 mdp. De hecho, se dice que en Fonatur le echan montón para reinventar los entregables omitidos y evitar la devolución de la lana.

Lo más escandaloso del tema es que todo parece indicar que Fonatur, de manera premeditada, esperó a que terminara la ASF sus auditorías para informar que Sedena será la beneficiaria del proyecto, en contra de lo que establece el Plan Nacional de Desarrollo a favor de los pobladores de la región.

De hecho, déjenme contarles que el propio Jimmy Pons, así le dicen en la 4T, dijo en una entrevista –siéntese, inhale, exhale y agárrese– “que él, como muchos mexicanos, prefiere que los militares construyan y ‘entren al quite’ en las obras del gobierno, en lugar de que estén marchando en los cuarteles sin ningún beneficio para la sociedad”.

Hágame usted el favor.

EL DURMIENTE EN EL CAMINO

Es que esto no acaba aquí, pues, dicho nuevamente por Jimmy Pons, “viene la madre de todas las licitaciones, que es la que corresponde al material rodante”. En castellano, los trenes.

Siguen pasando los días sin que públicamente Alberto Lujambio aclare su papel en Fonatur. Para saber si sus agresiones y falta de respeto son probono como asesor o cobra por llevarle la comunicación social. Rogelio Jiménez Pons, me imagino que sí sabes que ningún funcionario público puede o debe hacer lo que hizo Lujambio, o ¿qué crees que dirán en Conapred o en la CNDH (ahí, seguro nada) o Pedro Vaca como relator de la libertad de prensa en la OEA?


POR NO DEJAR

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