Académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana

Entre avances y dilemas: La carta que promueve la regulación de la inteligencia artificial

La misiva, dirigida a gigantes corporativos como OpenAI, Google y Meta, busca frenar el desarrollo de inteligencias artificiales más avanzadas que la última versión de ChatGPT.

La reciente noticia sobre un trágico incidente en Bélgica, donde un individuo se quitó la vida después de interactuar con un chatbot semejante a ChatGPT, ha generado gran preocupación en torno al desarrollo de inteligencias artificiales avanzadas. Como consecuencia, un colectivo de connotados académicos, políticos y prominentes empresarios plasmaron su postura en una carta, solicitando una pausa en el avance de estas tecnologías. En esta columna de opinión, analizaremos la relevancia y las repercusiones de dicha carta en el contexto internacional y su impacto en México.

La inteligencia artificial se ha convertido en una competencia colosal, comparable con la carrera espacial del siglo pasado. China y Estados Unidos encabezan el enfrentamiento en este ámbito, mientras Europa ejerce un papel preponderante. La misiva, dirigida a gigantes corporativos como OpenAI, Google y Meta, busca frenar el desarrollo de inteligencias artificiales más avanzadas que la última versión de ChatGPT. Sin embargo, es probable que esta petición pase inadvertida para China, provocando desequilibrios en el panorama tecnológico mundial.

La propuesta en la carta sugiere una suspensión de seis meses en el desarrollo de inteligencias artificiales avanzadas. No obstante, no se considera el contexto histórico ni las implicaciones geopolíticas de tal decisión. Al aplicar una pausa en el progreso de estas tecnologías, es probable que China consolide su posición como líder indiscutible en el campo de la inteligencia artificial, dejando desprotegidos a Estados Unidos y Europa. Además, la carta carece de claridad y presenta condiciones caprichosas, lo que dificulta su cumplimiento y pone en tela de juicio su efectividad.

Aunque México no maneja la capacidad de desarrollar modelos de inteligencia artificial avanzados, la suspensión propuesta podría perjudicar al país de manera indirecta. Diversas empresas mexicanas, como Banorte, están empezando a emplear sistemas de inteligencia artificial para generar ganancias y mejorar sus servicios. Si la pausa en el avance tecnológico se lleva a cabo, México podría enfrentar limitaciones en el acceso a innovaciones en inteligencia artificial, lo que dificultaría el desarrollo de la industria nacional en este ámbito.

En lugar de adoptar una suspensión total en el avance de la inteligencia artificial, se requiere un enfoque equilibrado que combine la regulación y el desarrollo tecnológico. La cooperación global y la búsqueda de soluciones más adecuadas para enfrentar los desafíos que plantea la inteligencia artificial son cruciales. La carta, aunque bien intencionada, refleja más nuestras debilidades que nuestras fortalezas como sociedad. En su lugar, debemos fomentar la colaboración y el intercambio de ideas para garantizar un futuro seguro y próspero en el campo de la inteligencia artificial.

COLUMNAS ANTERIORES

Los datos al servicio del país, la responsabilidad histórica de las instituciones en México
Los verdaderos retos de implementar Inteligencia Artificial

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.