Hace algunos años, un ingeniero que pasó por Meta (en aquel entonces Facebook) y Twitter, comentó con algo de tristeza que: “las mejores mentes de mi generación están trabajando día y noche para hacer que las personas den clics en anuncios”.
Esta premisa trata de identificar un problema común en la sociedad, y es que las personas con carreras tecnológicas tienden a gravitar hacia empresas que se consideran “de moda” o “cool”, mientras dejan de lado industrias que implican un avance más profundo para cualquier país.
Por ejemplo, si analizamos el Producto Interno Bruto de México, veremos que los sectores manufacturero y energético son importantes componentes. Sin embargo, si buscamos el número de especialistas en Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos que trabajan en Pemex, utilizando la red social laboral LinkedIn, veremos que el número de personas con ese cargo en la petrolera de México es cero. Mientras que, para empresas como Shell, Exxon y otras petroleras, el número de científicos de datos excede los 100, en Pemex no se puede encontrar ni siquiera uno.
Otro ejemplo es Altos Hornos de México, una de las principales empresas de transformación en México, que también cuenta con cero científicos de datos, mientras que ArcelorMittal tiene al menos 50. Y encontramos los mismos patrones en México con empresas nacionales importantes como el IMSS y la CFE.
A pesar de que se suele justificar la falta de talento en el área de ciencia de datos alegando que se contratan empresas o consultoras externas para llevar a cabo proyectos en esta materia, la verdad es que para una transformación integral se necesita un equipo interno que sepa llevar una estrategia integral de inteligencia artificial y ciencia de datos. Esta visión no se puede lograr mediante la contratación de una consultora externa.
Los factores que causan esta escasez de científicos de datos en industrias importantes para México son diversos. Por un lado, la competencia por el talento es intensa, y en este momento el gobierno no está dispuesto a pagar los salarios que la industria está ofreciendo a profesionales de datos.
Otro factor que contribuye a la escasez de científicos de datos en las industrias importantes de México es el énfasis en la innovación y el emprendimiento. Bitso, la empresa de criptomonedas, parece contar con más científicos de datos que el IMSS o el Infonavit. Es decir, una empresa dedicada a manejar un bien virtual y con poco valor fundamental tiene más talento que empresas encargadas de brindar servicios esenciales como la salud y la vivienda a los mexicanos.
Para abordar este problema, propongo una estrategia nacional de ciencia de datos en la que cada organismo cuente con un área de ciencia de datos estratégica que le permita cumplir su misión de aportar valor e innovación. Estas áreas deben estar organizadas y centralizadas en torno a una estrategia, cuyo objetivo sea el uso eficiente de todos los datos disponibles para mejorar los servicios que se ofrecen a los mexicanos.
Implementar esta estrategia no será tarea fácil en ningún gobierno, pero considero importante que se empiece a ver voluntad para avanzar en este camino, ya que de lo contrario, la industria nacional se verá aún más atrasada, generando un círculo vicioso en el que los jóvenes profesionales no deseen trabajar en un lugar donde saben que su capacidad de acción está limitada por una burocracia enquistada más preocupada por el ahorro que por la innovación.