Seguramente más de una vez te has encontrado navegando en tu red social favorita, y al ver una foto de una playera o un saco o una blusa, te preguntas dónde la consiguió esa persona, y lo más importante, dónde puedes tú conseguir algo así. Para la red social, la pregunta fundamental es ¿Cómo poder venderte algo que en realidad te gusta, que viste no en una tienda, sino en alguien más?
Desde su creación, las redes sociales han dependido en gran parte de los anuncios para financiar sus operaciones. El ingreso de Facebook por anuncios asciende a 85 mil millones de dólares anuales, un poco más que las ventas totales de Pemex. Es fácil ser cínico, y pensar que a una red social simplemente le interesa promocionarte productos que te puedan interesar marginalmente, y con eso declarar que han logrado construir un motor de recomendación efectivo y así vender más anuncios e incrementar sus ingresos.
Pero la realidad es que las empresas detrás de las redes sociales están trabajando arduamente todo el tiempo para garantizar que los productos que te están recomendando sean los productos que en realidad a ti te gustaría comprar. De nada sirve recomendarte algo que ya tienes y te gusta mucho porque la probabilidad de que lo compres de nuevo es muy baja. Pensemos en un juego de video, o una televisión, bien lo puedes disfrutar mucho, pero de nada sirve mandarte anuncios de productos que sólo se compran una vez. La panacea es recomendar productos que ni siquiera sabíamos que deseábamos.
Una forma en la que nosotros le comunicamos a Facebook u otras redes sociales que algo nos gusta, es a través de los “likes” a los diferentes posts. Al darle un “like” a una foto de un gato, o de un perro, estamos diciéndole a la red social que tenemos una preferencia por ese animal, e incluso, al subir una foto, podemos evidenciar que contamos con una mascota. O quizás te gustó un suéter o una playera en una publicación, y por eso preferimos esa publicación en particular.
Podemos deducir entonces, que nuestra actividad en Facebook es sumamente informativa y el principal ingrediente en los motores de recomendación de la red social, y a medida que pueda sacar provecho de esa información, podrá aumentar su capacidad de generar ganancias.
El grupo de inteligencia artificial de Facebook (FAIR, por sus siglas en inglés) ha desarrollado una herramienta, que, dada una foto, es capaz de extraer las características del producto que se muestre en la foto. Si es una silla, es capaz de extraer el estilo, color y tipo de silla. Si es una playera, es capaz de extraer el color, corte y variedad de esta. Y la parte más importante, es capaz de dar una sugerencia sobre qué tienda puede tener un producto similar. Quizás es la mueblería de la esquina, o la tienda departamental que está cerca de tu casa.
Así es, hoy en día basta una foto de tu sala, para que una persona en Facebook la pueda replicar con lujo de detalle, desde el sofá más grande hasta el adorno más pequeño. Cada una de nuestras fotos se convierte de esta manera en un catálogo de Facebook. El catálogo más grande del mundo.
Esta herramienta da una facilidad increíble tanto a los usuarios de la red como a los comerciantes que buscan promocionar sus productos sin ser tan francos o agresivos. Es convertir cada foto en Facebook en publicidad de la red. En contraste a los invasivos anuncios donde los clientes lo único que van a atinar a hacer es a alejarse, dado que los anuncios de comerciantes resultan constantes y molestos y te siguen a lo largo de distintos sitios de internet a los cuales accedas.
Es de esta manera que la inteligencia artificial, en una muestra clara de ingenio, logra crear anuncios de fotos ya existentes, y lograr explotar el tipo de anuncio más natural que ha existido en la historia humana, la recomendación personal.
Notas Inteligentemente Artificiales
Goodyear y Bridgestone están utilizando sensores inteligentes en sus llantas para predecir ponchaduras antes de tiempo y de esa manera garantizar un nivel de servicio nunca dado a los clientes. Estos sensores usan datos de presión, temperatura y uso de la llanta.