Académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana

¿Queremos líderes populares o líderes capaces?, la Inteligencia Artificial nos puede ayudar a decidirlo

Hoy en día, la Inteligencia Artificial es una nueva arma que candidatos por igual están empezando a blandir para ganar en los comicios.

Se podría argumentar (y seguramente estar en lo correcto), que la democracia de la manera en la que se maneja en México, es un vulgar concurso de popularidad. Rara vez las buenas ideas van de la mano con los buenos candidatos. Recordemos que las buenas ideas no necesariamente son populares, y las ideas populares no necesariamente son buenas ideas. La historia está plagada de dichos ejemplos. El FOBAPROA es una de las ideas más impopulares en la historia moderna de México, sin embargo, los expertos admiten que había pocas alternativas para salvar el sistema financiero en el momento.

Pero volvamos a nuestro concurso de popularidad. Es simplemente romántico pensar que el candidato ganador es el mejor preparado y quien tiene las mejores ideas. Veamos las elecciones del país vecino, un millonario, con nula experiencia en la política, Donald Trump, le ganó a una de las personas mejor preparadas en la historia para ser presidente de Estados Unidos, Hillary Clinton. El resultado fue uno de los peores manejos de un país durante la pandemia que aun hoy aqueja al mundo.

Hoy en día, la Inteligencia Artificial es una nueva arma que candidatos por igual están empezando a blandir para ganar en los comicios. Obama, Biden, Hillary, Trump, han utilizado sistemas avanzados de IA para saber cuáles mensajes son los que más resuenan con los constituyentes, y de esa forma poder moldear sus mensajes de manera acorde.

El marketing político ha hecho uso de dichas herramientas y vemos como ha comenzado a tener resultados francamente devastadores. Candidatos con muy poco presupuesto logran ganarles a candidatos más establecidos, por el simple hecho de poder utilizar estas herramientas de manera más eficiente. Un anuncio de Facebook puede costar 200 pesos y tener mayor impacto que un espectacular en una avenida el cual seguramente costará más de 20 mil pesos.

Pero hay otro uso que la Inteligencia Artificial podría tener: es en el proceso de ayudarnos a elegir líderes que en verdad darán solución a los problemas que tenemos. Es posible crear un sistema al que podamos dar toda la información acerca de los problemas y logre determinar qué tanto las promesas electorales van a dar solución a los mismos.

Pensemos en el problema de la inseguridad en una estación de metro: Puede ser un problema tan local, que difícilmente va a ser parte de una campaña de un alcalde, o de un presidente, pero para las personas que a diario transitan por ahí es muy importante. Un sistema de Inteligencia Artificial podría decidir qué tanto las promesas de campaña van a influir en la reducción de la inseguridad en esa estación. De esa manera se cumplen dos objetivos: soluciones a problemas locales, teniendo impacto en la vida de las personas y que los candidatos creen políticas orientadas a resolver problemas reales.

Dar dinero a manos abiertas no va a resolver nada, simplemente dar más presupuesto a la policía no va a resolver la inseguridad. México tiene más policías por ciudadano que Estados Unidos o Japón, y el problema de la inseguridad es mucho mayor que en esos países. Dar más dinero para educación tampoco va a resolver el problema, México invierte en porcentaje del PIB lo mismo que Corea del Sur y más que Japón, con resultados francamente terribles. No se trata de sólo atribuir más dinero, se trata de otorgarlo de manera inteligente, y es en ese punto, donde la Inteligencia Artificial puede aplicarse de maneras muy efectivas.

Se puede usar un sistema de Inteligencia Artificial para decidir a cuáles estudiantes darles las becas y no sólo eso, decidir el monto de la beca de tal manera que tenga el mayor impacto posible en su educación, de acuerdo con sus condiciones socioeconómicas.

Se puede usar Inteligencia Artificial para decidir las horas y los momentos del día que la policía deba desplegarse en zonas determinadas para garantizar la seguridad, utilizando los recursos disponibles de la manera óptima posible. Haciendo así más eficiente el tiempo de las personas y el dinero de nosotros los contribuyentes.

Pero estas soluciones no son fáciles de implementar, requieren gobernantes quienes comprendan que no es fácil solucionar todos los problemas del país a billetazos o con obras faraónicas. Hoy tenemos las herramientas, vamos a aprovecharlas y a sacarles el mayor jugo posible para que en verdad logremos ver una mejora real en el país y en nuestra sociedad. Esta tarea recae en las universidades, a ayudar a crear dichas tecnologías y en las empresas a apoyar a la sociedad civil a desplegarlas.

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