Una carta cruza el Pacífico hasta Tokio. El Palacio de Gobierno donde despacha la gobernadora de Morelos la envió al CEO Global de Nissan, la sexta armadora del planeta (que en el 2023 tuvo ventas por casi 5.3 millones de automóviles). Existe optimismo que la cabeza de la armadora que puso su primera instalación fuera de Japón en CIVAC en la periferia de la capital morelense, sea un mexicano, piensa un asesor de la mandataria estatal. Buscan tocarle el corazón porque lo primero son los obreros, declaró la gobernadora del Estado. Olvidan que arriba del CEO existe un Consejo que da las directrices….
Un cúmulo de dudas en el grupo de la gobernadora. ¿Mandará a un propio a entregar la misiva a la sede global de Nissan? ¿Se la darán a la SRE para que disponga la valija diplomática hasta la capital del sol naciente? Eso es muy elaborado para pensarlo. ¿Se enviará por mensajería? ¿La enviarán en un correo electrónico o de pasadita rumbo a Palacio Nacional se la darán a la compañía en sus cuarteles generales en México ubicados en Insurgentes Sur? La duda es un ramillete de posibilidades. El propio Andy López Beltrán hubiera sido un enviado de altísimo nivel en su travesía japonesa bien documentada.
Llegará la carta en un sutil lenguaje. Levantarán la ceja en la compañía y dirán lo que dicen en los pasillos de CIVAC “si ni la presidenta Sheinbaum mandó nada”. El silencio se hace, algunos abortan una carcajada porque la solemnidad japonesa lo impide. No tienen memoria de que cuando salieron de Cataluña el gobierno de la autonomía o el propio Reino de España hayan enviado una carta de queja. Al final, la armadora japonesa cercana a Barcelona se vendió a los chinos, a pesar de la molestia de Bruselas, el cuartel de la Unión Europea que al final decidió ser más blanda con los aranceles a vehículos eléctricos chinos.
Olvidan en Cuernavaca que la armadora llegó cuando se hizo una auténtica política industrial y que el decreto automotriz de 1962 del presidente López Mateos ofreció la certidumbre para la planta de CIVAC. “Olvidan” que la compañía, primer lugar de ventas en el mercado interno automotor mexicano en el que colocó 255,117 vehículos en el 2024 está en un proceso de reajuste global debido a las pérdidas de los últimos años, la feroz competencia china, el frustrado intento de alianza con Honda para tener mayor fortaleza ante la innovación que demanda la transición energética en la movilidad.
Se preguntan en Japón ¿La gobernadora es de la nueva hegemonía política que ha regularizado a más de 3 millones de coches chocolates? ¿Es del mismo partido del futbolista que destruyó a Morelos en un vericueto de violencia e inseguridad y un inexistente desarrollo en innovación y tecnología?
Es difícil pensar que la carta imagine, siquiera, hablar del desorden arancelario de Trump, del sentido competitivo de América del Norte, de la incertidumbre de la regla de valor de contenido regional o de ¿qué hacer con el acuerdo de comercio entre México y Japón? Es claro que los trabajadores merecen lo que demanda la ley, pero también la carta no hará un mea culpa para reconocer la robotización, digitalización y el impacto de la Inteligencia Artificial en un mundo automotriz donde los vehículos son “más software que hardware”.
Omitirá la gobernadora del error de creer que las grandes inversiones productivas son eternas y que es una responsabilidad entre sector privado y público generar alternativas de creación de riqueza propias del siglo XXI, aunque muchos en Morelos siguen pensando que los jardines para las bodas, la caña, el arroz sean las actividades eternas de la productividad.
La carta llegará al CEO global de la compañía que desde el 2019 ha perdido ventas por más de 3.3 millones de automóviles. Incluso su icónica armadora de Oppama en Japón, que data también desde los 60´s cerrará sus puertas en el futuro próximo.
Nissan centrará su vocación productiva en Aguascalientes, pero el cierre de CIVAC es una advertencia clara para otros estados armadores que no tienen en el radar de responsabilidad qué hacer en caso de la salida de un gigante que en el conjunto de la industria automotriz en México emplea a más de 2.1 millones de mexicanos en empleos directos en sus diversos eslabones. Antes de que haya más cartas de gobiernos estatales apremia resolver a corto plazo la difícil renegociación del T-MEC sin olvidar la necesidad estratégica de diversificar en todos los órdenes, uno de ellos, no perder a aliados estratégicos de los países que mantienen armadoras en territorio nacional.
Al final, México es el sexto productor de vehículos en el mundo y eso exige marcar la diferencia abismal entre una carta de una gobernadora a la sede de una importante automotriz, a la de tomar cartas en un sector económico que es la principal fuente de divisas para los mexicanos, más que el petróleo, el turismo y las remesas.