Contracorriente

Éxito ejemplar contra la pobreza rural

Guillermo Knochenhauer escribe sobre dos iniciativas mexicanas que buscan fomentar el desarrollo rural sostenible.

En Buenos Aires, Argentina, tiene lugar desde ayer y hoy el IV Foro Internacional de Innovación para el Desarrollo Rural Sostenible, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para dar a conocer nuevas formas de coordinación institucional y organización social del campo en América Latina.

Se presentan las 12 iniciativas innovadoras que fueron premiadas como resultado del concurso organizado por la FAO en la región, incluyendo el Caribe; dos mexicanas figuran entre ellas: la del Grupo Cooperativo Quali y Agua para Siempre, que trabaja en la mixteca poblana y oaxaqueña, ganó el primer lugar, mientras que Alternare A.C., que promueve la agroecología en la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca ganó el tercero.

El concurso se hizo para identificar iniciativas exitosas e innovadoras de desarrollo rural que, de manera integral, generen alimentación saludable, erradiquen la pobreza entre sus participantes y restablezcan las mejores condiciones ambientales; además, deben ser iniciativas que puedan reproducirse en diversos territorios rurales y a varias escalas.

El Grupo Cooperativo Quali-Agua para Siempre ha logrado sacar de la pobreza a casi 250 mil personas durante casi cuatro décadas mediante la articulación de cuatro acciones: regeneración hidroagroecológica de cuencas para obtener agua potable; un modelo de agricultura familiar para el cultivo de amaranto orgánico; la transformación del amaranto en botanas, a cargo de una cooperativa agroindustrial cuyos productos se comercializan a través de una red de aliados de comercio equitativo y solidario y, como cuarta acción, el rescate de niños desnutridos desde su nacimiento, antes de que su fisiología cerebral quede afectada, agregando amaranto en su dieta.

Desde 2007, Qualy estableció qué cantidades de amaranto requerían niños desnutridos de la mixteca poblana y oaxaqueña, y estableció un programa de nutrición infantil para suministrárselas (25 gramos diarios en unos casos, o un gramo por kilo de peso del niño en otros), con lo que ha conseguido que varios miles recuperaran la talla y peso que corresponde a su edad.

En la historia del grupo Qualy–Agua para Siempre que dirigen, desde su fundación, Raúl Hernández Garciadiego y su esposa Gisela Herrerías, destaca como clave esencial de sus logros la capacitación universal de las familias para su organización participativa.

A cada participante, sin excepción, se le capacita en valores sociales como cooperación, respeto y honestidad, lo que abate la desconfianza tan común y hace que se compartan actitudes, conocimientos y destrezas de manera que cada actividad y su relación con las demás se desarrolle de la manera más eficiente y, sobre todo, que a cada persona le sirva para tomar control de su vida personal, familiar y comunitaria.

Los premios que hoy entrega la FAO en Buenos Aires no consisten en dinero, sino en un certificado que acredita el carácter innovador y la eficacia social de la iniciativa.

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