Economía empresarial

La inflación, un reto importante en 2022 y más allá

El reto es que la inflación regrese a un nivel cercano a 3 por ciento hacia 2023; desgraciadamente, será difícil que esto pase.

La inflación en 2021 fue 7.37 por ciento, un nivel no visto en 20 años en nuestro país. Esta inflación disminuirá en 2022, pero el reto es que regrese a un nivel cercano a 3 por ciento hacia 2023. Desgraciadamente, será difícil que esto pase. Existe el riesgo de que la inflación permanezca por encima de 4 por ciento por más tiempo que el previsto por Banco de México.

El Banco Central ha reaccionado bien ante el aumento en la inflación con aumentos en su tasa objetivo, pero falló al no prever las presiones inflacionarias que se tendrían durante el año. Este error de pronóstico llevó al Banco de México a disminuir la tasa de interés en febrero, justo antes de que iniciara el aumento en la inflación. El tema más apremiante para el Banco de México es presentar pronósticos de inflación más acertados. Se ha equivocado todo el año y me parece que es difícil que se cumplan los pronósticos que tiene acerca de la trayectoria futura de la inflación.

Adelantarse al incremento en la inflación era difícil, pero no imposible. Hace justamente un año, en este mismo espacio, mencioné los factores que llevarían a una mayor inflación en 2021. En ese artículo se enfatizó que la inflación de mercancías era elevada y que la baja inflación de los servicios se revertiría en el año. Lo mismo se dijo que sucedería con el precio de los energéticos. También se anticipó que habría un crecimiento de la demanda más rápido que el de la oferta y que eso empujaría también la inflación hacia arriba. Todos estos factores se materializaron durante el año.

Ahora, el reto que enfrenta el Banco Central es lograr que la inflación regrese a un nivel cercano a 3 por ciento en 2023. Banco de México pronostica que así será; sin embargo, no es fácil que suceda. A favor de una disminución en la inflación se ha dicho que los factores que llevaron a que subiera son transitorios y que ya tocó su máximo en noviembre de 2021. En este sentido, me preocupan dos factores: las expectativas de inflación y la inflación subyacente.

Es verdad que algunos de los factores que impulsaron un aumento en la inflación son transitorios, pero podrían tener un efecto prolongado si se contaminan las expectativas de inflación. Si la fijación de precios y salarios se hace considerando la alta inflación reciente y pensando en que pueda continuar relativamente elevada, efectivamente se tendrá una inflación que se mantenga por arriba de 4 por ciento por un tiempo prolongado. Mientras que Banco de México pronostica que la inflación cerrará el año en 3.5 por ciento, los especialistas en economía encuestados por el mismo Banco Central esperan una inflación de 4.22 por ciento.

Es particularmente preocupante el tema de la inflación subyacente que, a diferencia de la inflación general, no ha tocado un máximo para empezar a disminuir. La inflación subyacente incluye a los bienes y servicios cuyos precios son menos volátiles. Esto significa que nos da una mejor idea de la tendencia de largo plazo en el crecimiento de precios y también que es más difícil que aumente o disminuya repentinamente. Las mercancías del índice subyacente ya tenían una inflación elevada al cierre de 2020 y los precios de los servicios se aceleraron durante todo 2021. La elevada inflación subyacente indica que la inflación general permanecerá elevada por más tiempo del que pronostica el Banco Central.

En 2022 la inflación bajará, pero la inflación subyacente continuará subiendo al inicio del año y va a ser más complicado de lo que parece llevarla de nuevo por debajo de 5 por ciento. De esta forma, me parece que el riesgo es que la inflación se modere, pero no converja hacia la meta de 3 por ciento que tiene Banco de México. La inflación podría permanecer por arriba de 4 por ciento no sólo en 2022 sino también en 2023. Ojalá me equivoque, pero me parece que tendremos una inflación relativamente elevada por más tiempo del que quisiéramos.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Qué puestos de trabajo nos quitará la inteligencia artificial?
Banco de México se equivocó

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.