Economía empresarial

La ética empresarial en México

Solo el 54 por ciento de las organizaciones ha alcanzado el nivel de compromiso ético deseado, por lo que aún falta un largo camino por recorrer, comenta Eugenio Gómez Alatorre.

Los escándalos en temas éticos que se dan año tras año en el mundo corporativo nos recuerda la importancia de contar con mecanismos que encaminen a las organizaciones hacia un comportamiento más ético. En México casi todas las organizaciones grandes cuentan con un código de conducta, pero sólo el 41% tiene un programa de capacitación en temas éticos. ¿Qué están haciendo las empresas grandes con operaciones en México para evitar un comportamiento moralmente inadecuado de sus colaboradores?

Para responder a la pregunta anterior, apliqué una encuesta a 107 organizaciones de más de 100 colaboradores en México. Dicha encuesta muestra algunos resultados cuantitativos interesantes, pero lo más revelador son ciertos datos cualitativos que se refieren principalmente a la motivación para implementar prácticas éticas y a los resultados obtenidos. La encuesta completa fue publicada en el primer semestre de 2020 en The Anáhuac Journal.

Para hablar de ética empresarial es necesario definirla. Domènec Melé, profesor del IESE Business School, la define como una guía para la excelencia humana en las organizaciones de negocios o, más coloquialmente, una guía para la calidad humana en los negocios. Esta definición va más allá de pedir que no se cometan actos contrarios a la ética, se busca algo mucho más profundo: la excelencia humana. Para lograr una mejora en la ética empresarial, las organizaciones implementan prácticas éticas que son los sistemas de control formal diseñados con ese fin.

En cuanto al tipo de prácticas éticas usadas en México, como se mencionó anteriormente, muchas empresas cuentan con un código ético o de conducta y relativamente pocas cuentan con un programa de capacitación ética. Sin embargo, alrededor de dos terceras partes de las organizaciones han implementado políticas de resolución de conflictos o speak up (69%), políticas de compliance (65%), un comité de ética (63%) o un departamento de ética (61%). El uso de estas prácticas éticas puede variar mucho entre sectores, entre los sectores que más prácticas éticas han implementado están los de salud, servicios financieros y otros servicios (aquí destacan los holdings o sociedades controladoras).

Un aspecto particularmente interesante se refiere a la motivación que ha impulsado a las organizaciones en México a implementar sus prácticas éticas. La principal motivación es la reputación. Al parecer, el descrédito que acompaña a los escándalos éticos preocupa a las y los directivos de las empresas mexicanas. La segunda razón en orden de importancia se refiere a los valores personales de directoras y directores de las organizaciones lo que destaca la relevancia del liderazgo ético.

En tercer y cuarto lugar se encuentran la responsabilidad legal de la empresa y el desarrollo personal de los colaboradores, respectivamente. Esta última motivación muestra una aspiración elevada de la comunidad empresarial en México consistente con la definición de Melé en la que la ética empresarial se ve como una forma de lograr la excelencia humana en las empresas.

Por último, cuando se preguntó si se ha alcanzado el nivel de compromiso ético deseado, sólo el 54% manifestó haberlo alcanzado. Esto puede significar que todavía tenemos un largo camino por recorrer en México en términos de mejorar la conducta ética en las empresas. Pero también tiene una interpretación más esperanzadora. El proceso de mejora ética nunca acaba y es sano que haya una constante insatisfacción en este sentido. Como lo comentó una de las personas que respondió la encuesta, “es una tarea que nunca acaba”.

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