Perspectiva Bursamétrica

Silicon Valley Bank, un cisne negro. ¿Qué tan peligroso puede ser?

SVB es víctima de la pésima conducción de la política monetaria de la Fed y del alza abrupta de las tasas de interés, combinada con decisiones equivocadas.

El pasado 1 de marzo en Londres, en el evento Upfront Summit, el banco SVB Financial Group (SVB) fue nominado como “el Banco del Año” en una cena de gran gala. El viernes pasado, tan solo una semana después, surgió como un fantasma en la penumbra la noticia de la intervención y cierre de la institución por parte de los reguladores federales, y del gobierno del estado de California; SVB un banco de Santa Clara California con cuatro décadas de historia, especializado en la atención de negocios de alta tecnología y startups de innovación. El fantasma se hizo acompañar de otros fantasmas que resurgieron, después de 15 años de desaparecer en la memoria colectiva; Bear Sterns (17 de marzo 2008), Lehman Brothers (15 de septiembre 2008)

La noticia que podría calificarse como un cisne negro, una sorpresa de impacto global, provocó un ajuste en todos los mercados que aún estaban operando en el mundo, y mantiene una gran incertidumbre a nivel global hasta el fin de semana.

Con la información disponible hasta el momento, no estamos en una crisis financiera sistémica como la del 2008, pero para variar, y como suele suceder cuando quiebran las instituciones financieras, el caso hace evidente la ineficacia de la regulación, de las normas contables en el sistema financiero, de la supervisión, inclusive de las calificadoras.

También le digo que SVB es un primer caso de resonancia, víctima de la pésima conducción de la política monetaria por parte de la Fed, y del alza abrupta de las tasas de interés, combinada con una administración que tomó decisiones equivocadas sin la debida administración de riesgos.

La historia de la debacle tiene sus orígenes en la pandemia y en las acciones y omisiones del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal quien redujo sus tasas de interés a cero, y compró bonos del Tesoro por más de 3 billones de dólares durante la pandemia, pero además mantuvo esa política extrema hasta marzo de 2022, declarando en varias reuniones del Comité, que pensaban mantener las tasas de interés en cero, por mucho tiempo, sin importar que la inflación estuviera “temporalmente” elevada.

El exceso de liquidez en el sistema le propició a SVB que en 2021 tuviera un incremento en sus depósitos del 100 por ciento, recursos que invirtió en bonos de tasa fija a largo plazo, como los bonos del Tesoro. Para el cierre de 2022 sus depósitos ascendieron a 175 mil millones de dólares, y contaba con líneas de crédito por 62 mil millones. Sus activos totales ascienden a 209 mil millones. Gran parte de sus depósitos provienen de empresas tecnológicas y startups de California y de varios países, que recibieron apoyos de capital por parte de SVB. El problema es que al subir las tasas de interés, los precios de los bonos que estaban en la panza del banco perdieron valor, lo que se ocultó gracias a las reglas contables.

Hace unos días se reportaron las cifras de SVB al cuarto trimestre, y Moody´s advirtió a la administración que tendría que reducir la calificación del banco, en por lo menos dos escalones ante las pérdidas en el portafolio de bonos, al subir las tasas de interés. El banco contrató como asesor a Goldmans Sachs y acordó vender sus bonos de tasa fija, para incrementar la liquidez de su balance, y un programa inmediato de capitalización por 2 mil 250 millones de dólares. Un tramo en acciones comunes y otro en acciones preferentes convertibles. Pero el viernes pasado con la caída del precio de las acciones el plan financiero de Goldman hizo agua.

¿Porque fue insuficiente este plan? Porque las minusvalías en el portafolios de bonos superaban hasta diciembre pasado 15 mil millones de dólares, lo que borraría el capital del grupo que asciende a 16 mil millones. Entre jueves y viernes, se intentaron retirar depósitos de diversos clientes por más de 45 mil millones de dólares, llevando la liquidez del banco a -1 mil millones negativos, en cuestión de horas. Hasta entonces intervienen los reguladores y toman el control del banco.

La agencia del gobierno estadounidense, la Federal Deposit Insurance Corporation (equivalente al IPAB) tiene asegurados los depósitos hasta por 250 mil dólares, para este y todos los demás bancos del sistema. El problema es que en el caso de SVB estos depósitos solo son 3.0 por ciento del total. Lo que quiere decir que hay 170 mil millones de dólares de depósitos sin ninguna protección. Principalmente de muchas pequeñas empresas en Estados Unidos y en varios otros países, que no tiene ahora recursos para su capital de trabajo y para el pago de nóminas.

Bursamétrica espera también que este mismo lunes la Fed, la FDIC y el propio Tesoro norteamericano lancen un nuevo fondo para garantizar depósitos por arriba de 250 mil dólares de dólares bajo ciertas condiciones para tranquilizar a los mercados. Termino con esta reflexión: Si así están allá, ¿cómo estaremos acá?

El autor es presidente de Bursamétrica.

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