Perspectiva Bursamétrica

Inminente corrección bursátil global

Los analistas económicos internacionales están revisando a la baja las expectativas de crecimiento económico y están aumentando el pronóstico de inflación.

El rally alcista de los mercados de capitales internacionales parece estar agotándose y llegando a un inminente ajuste técnico de alrededor de 10.0–15.0 por ciento en promedio. De ahí a cambiar su tendencia alcista de largo plazo parece estar todavía muy lejos. A continuación le señalo el porqué creemos que el ajuste es impostergable.

Los mercados accionarios han tenido una impresionante trayectoria alcista en los últimos 12 años y medio, y más desde la fuerte caída generada en el primer trimestre del año pasado por la aparición de la pandemia del Covid-19. Abstrayéndose de los mínimos que se tocaron durante el ajuste pandémico, tomando como base diciembre de 2018, los índices de las bolsas americanas han acumulado un rendimiento impresionante: El Nasdaq lleva 132.71 por ciento de ganancia, mientras que el S&P 500 acumula 77.86 por ciento y el Dow Jones rindió 48.35 por ciento. Pero otras bolsas también han dado buenos rendimientos: la Bolsa de Frankfurt ha crecido 47.83 por ciento; el Nikkei ha dado 51.80 por ciento; la Bolsa Mexicana aumentó en 24.27 por ciento.

Aunque la semana pasada tuvimos rendimientos negativos, en este año el Nasdaq ha crecido 19.80 por ciento, el S&P 500 subió 18.68 y el Dow Jones solo ha dado 13.07 por ciento. La Bolsa Mexicana ha redituado 18.92 por ciento de ganancia en lo que va del año.

Las políticas monetarias extremas en varios bancos centrales, junto con los programas fiscales contracíclicos, y la fuerte recuperación económica observada logran explicar esta efervescencia en los precios de las acciones, y de otros activos financieros como las criptomonedas.

El marco conceptual de nuestro análisis se denomina ‘Teoría del Camino Racional del Mercado Accionario’ y en esencia afirma que los precios de las acciones siguen una trayectoria aleatoria alrededor del valor racional de las mismas, pasando por etapas sucesivas de sobrevaluación a otras de subvaluación de las acciones. Para Bursamétrica es muy probable que actualmente nos encontremos en una fase de sobrevaluación, por las siguientes razones:

1. Los analistas económicos internacionales están revisando a la baja las expectativas de crecimiento económico y están aumentando el pronóstico de inflación. Esto es debido a los efectos de la tercera ola del Covid-19 en su variante delta, que ha propiciado que de nueva cuenta se den restricciones a la movilidad y a diversos sectores económicos. A su vez, el fuerte impulso de los programas fiscales y monetarios ha generado diversos cuellos de botella en las cadenas de suministro, generando inflación de costos y problemas de entrega.

2. La OPEP+ va a dar a conocer esta semana un nuevo pronóstico de la demanda global de crudo, donde muy probablemente se revisen a la baja las estimaciones de la recuperación de la demanda en diversas regiones del mundo. Con esto es probable que en las siguientes reuniones de este grupo de productores se establezcan incrementos en las cuotas de producción más reducidos.

3. Al reportarse los resultados al segundo trimestre, diversas empresas globales están revisando sus escenarios futuros hacia números más moderados, como resultado de la desaceleración provocada por los efectos del Covid delta y de la escasez de suministros a nivel global.

4. Los precios de las acciones presentan niveles claros de sobrevaluación de acuerdo a los parámetros clásicos o históricos de valuación. Uno de estos parámetros es el múltiplo precio/utilidad promedio del mercado. El promedio histórico de largo plazo de este parámetro para las acciones de la muestra del S&P 500 es de 17 veces. Actualmente el promedio se ubica en 23 veces. Este parámetro implica una sobrevaluación de 35 por ciento en promedio en los precios de las acciones. Sin embargo, existe otro indicador que nos podría llevar a la conclusión contraria, de que los precios de las acciones están muy subvaluados; consiste en la comparación del múltiplo promedio del mercado con el inverso del rendimiento de los Bonos del Tesoro a largo plazo. Si tomamos como referencia el Bono a 10 años, que cerró en un rendimiento de 1.34 por ciento el viernes pasado, su inverso da 74.6 veces. Este indicador nos lleva a la conclusión de que las acciones están 70 por ciento subvaluadas.

5. El grupo selecto de empresas globales disruptivas compuesto por Facebook, Amazon, Apple, Microsoft y Google conocido en grupo como FAANG cotiza a un múltiplo promedio de más de 40 veces. En ocho años este grupo ha logrado obtener una apreciación de capital de 530 por ciento del cierre de 2013 a la fecha. Netflix ha dado mil por ciento de ganancia en el periodo. Se espera que las utilidades de este grupo pudiera crecer a una tasa anual de 25 por ciento, más del doble que las utilidades del resto de las empresas.

6. El presidente Joe Biden está pensando en incrementar el impuesto sobre ganancias de capital en bolsa a un 39.5 por ciento desde el 20 por ciento actual, para incrementar los ingresos fiscales necesarios para financiar su plan de gasto social por 3.5 billones de dólares para los siguientes años. Las reformas fiscales pueden ser un catalizador para que la tendencia alcista de largo plazo del mercado cambie de dirección.

7. La Reserva Federal está pensando en iniciar el tapering en los próximos meses. Las políticas monetarias extremas tienen fecha de caducidad. Es imposible pensar que estas políticas con tasas de referencia negativas en términos reales y programas de creación de dinero desproporcionados, puedan permanecer eternamente. De acuerdo al marco teórico de Bursamétrica de las fases de la política monetaria, de cinco conceptualizadas, nos encontramos en la fase 1 (los bancos centrales tienen sus tasas de referencia en mínimos históricos con fuertes programas de creación de dinero) y la segunda fase implica que muy gradualmente los bancos centrales van a ir cerrando la válvula de la creación de dinero, sin subir tasas todavía. La pura expectativa de que estamos cerca de llegar a esta fase puede generar un ajuste en el mercado financiero.

Por último, hay que comentar que un ajuste o corrección del mercado no significa forzosamente un cambio de tendencia de largo plazo. Para esto, el ajuste debería de ser superior a 25 por ciento desde su punto máximo. La fase de ajuste genera normalmente una salida de los inversionistas financieros de los mercados emergentes.

El autor es presidente de Bursamétrica.

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