Perspectiva Bursamétrica

Los metales preciosos

Los máximos alcanzados en los metales preciosos son en alguna proporción, parte del boom global de mercados que ha estado sucediendo en los últimos años.

El jueves de la semana pasada la plata registró un nivel que no había alcanzado nominalmente desde 1980; un día antes, el precio del oro había registrado nuevos máximos históricos. ¿Qué está pasando en los metales preciosos?

Bursamétrica piensa que los máximos alcanzados en los metales preciosos son en alguna proporción, parte del boom global de mercados que ha estado sucediendo en los últimos años, en donde clases de activos con correlaciones inversas están marcando al unísono nuevos máximos históricos. El alza de los metales preciosos se daba tradicionalmente junto con un desplome de los mercados accionarios, por ejemplo. Ahora tenemos máximos históricos en los índices accionarios de las bolsas de los Estados Unidos, o de México; nuevos récords históricos recientes en el bitcoin y al mismo tiempo niveles máximos en los metales preciosos; alzas en los índices de bonos y alzas en las monedas excepto el dólar. El viernes vimos ajustes en distintos activos por el nuevo episodio de amenazas comerciales entre Estados Unidos y China.

Pero los metales preciosos, que con considerados tradicionalmente activos de refugio en épocas de alta inflación, incertidumbre y volatilidad, están afectados ahora por los siguientes factores:

1. Los temores de riesgos fiscales en EU, tanto el cierre del Gobierno por falta de acuerdo presupuestal en el Congreso, y las consecuencias de un déficit insostenible y creciente como resultado de la aprobación del presupuesto denominado Big and Beauty Bill.

2. La burbuja en los mercados accionarios, que se perciben sobrevaluados y sobrecalentados.

3. Las amenazas a la independencia de la Reserva Federal cometidas por el presidente Trump.

4. Las reducciones recientes y las esperadas por parte de la Reserva Federal y otros bancos centrales en sus tasas de referencia.

5. La intención de imponer aranceles a las importaciones de plata en la política proteccionista de la Administración Trump.

6. El desarrollo de vehículos de inversión ligados a la plata, que han provocado un importante stock de petróleo y una mucho mayor demanda por parte de inversionistas financieros.

En el caso de la plata, el precio subió el jueves pasado en NY un 4.8% para tocar 51.235 dólares la onza, el nivel nominal más alto desde aquel episodio memorable en el que los multimillonarios hermanos Hunt en 1980, cuyo miedo a la inflación y la creencia en el metal como activo de reserva de riqueza los llevaron a tratar de acaparar el mercado global.

Los Hunt acumularon más de 200 millones de onzas, mediante contratos a futuro apalancados, lo que llevó al precio a 52.50 dólares la onza en el Chicago Mercantil Exchange el 21 de enero de 1980, antes de que se desplomara por debajo de los 11 dólares, luego de que los reguladores decidieron incrementar los márgenes de los contratos de futuros y provocaron un crack en el mercado.

El precio de la plata lleva un rendimiento acumulado del 70% en este año, superando el repunte récord del oro.

La plata se ha visto impulsada este año por el llamado “comercio de degradación”, con los inversores acudiendo en masa a la seguridad percibida de bitcoin, oro y plata mientras se alejan de las principales monedas. La preocupación de que los valores financieros se vean erosionados por la inflación y los déficits fiscales insostenibles, ha llevado a un mayor apetito por esta clase de activos.

La plata a menudo se mueve en conjunto con el oro, compartiendo su fuerte correlación negativa con el dólar estadoundense y las tasas de interés de la Reserva Federal.

La plata ha superado con creces el avance del oro, ya que los inversores buscan seguridad ante las incertidumbres fiscales en Estados Unidos, las preocupaciones sobre el sobrecalentamiento del mercado de valores y las amenazas a la independencia de la Reserva Federal.

A principios de este año, los temores acerca de que Estados Unidos pudiera imponer aranceles a la plata provocaron una oleada de ese metal precioso en Nueva York, reduciendo los inventarios en Londres y reduciendo la cantidad de metal disponible para pedir prestado. Gran parte de la plata en Londres se mantiene en bóvedas que respaldan fondos cotizados en bolsa, y no está disponible para comprar o pedir prestado en el mercado.

Por lo que respecta al oro, este registró un nuevo máximo histórico en 4,081 dólares por onza, con lo que acumula una ganancia del 54.5% en lo que va del año. El viernes, el oro volvió a caer por debajo de 4,000 dólares la onza y la plata retrocedió desde su nivel más alto desde 1980 debido a que las acciones estadounidenses se debilitaron y los inversores bloquearon las ganancias.

El repunte entre los dos metales preciosos clave, es parte de una creciente búsqueda de activos refugio a nivel global provocada por los temores de riesgos fiscales en EU, un mercado de acciones sobrecalentado y amenazas a la independencia de la Reserva Federal.

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