Indiscutiblemente la política proteccionista del presidente Trump y la débil fundamentación de sus órdenes ejecutivas basadas en la cuestionable declaración de emergencia económica de Estados Unidos, ha generado una enorme disrupción en las cadenas globales de suministro, y una enorme incertidumbre, en donde la globalización ha entrado en una pausa profunda.
Los gobiernos de diversos países en general han respondido con aranceles a las importaciones americanas, con lo que el libre comercio global ha sido afectado profundamente.
Es en este entorno de proteccionismo global exacerbado que el Gobierno de México presentó el 15 de enero pasado el Plan México, que básicamente es un programa de sustitución de importaciones, más específicamente, de importaciones chinas, en donde se empezó a imponer aranceles a los productos chinos, y para disimular, a los de otros países.
La semana pasada, la política proteccionista mexicana inició otro capítulo con la iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum enviada al Congreso para reformar la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación que plantea subir los aranceles a 1,463 fracciones de 19 industrias, con un valor estimado de 52,000 millones de dólares en importaciones, equivalente a 8.6% del total nacional.
La medida, inscrita en el Plan México, tiene el objetivo de “blindar sectores estratégicos ante la competencia externa”. El gobierno defiende que los nuevos aranceles, que oscilarán desde el 10% hasta el 50% según el sector, protegerán 325,000 empleos, impulsarán polos industriales y generarán 70,000 millones de pesos adicionales de recaudación, mientras se reduce un déficit comercial con China que superó 119,000 millones de dólares en 2024 y se sustituirán importaciones de Asia.
Lo que esta haciendo México es confirmar la apuesta por Norteamérica. La geopolítica cambia hacia el proteccionismo, pero la geografía NO. México no es Centroamérica, ni Sudamérica. México es parte integrante de Norteamérica.
Existen tres principales estructuras de integración comercial entre países en el mundo: acuerdo de libre comercio, unión aduanera, y mercado común.
El acuerdo de libre comercio es un pacto entre dos o más países en el cual establecen una zona en el que se determina un marco para el comercio sin aranceles, cuotas o barreras comerciales, incluyendo principalmente las barreras no arancelarias, como pueden ser restricciones en las prácticas de comercio, regulaciones de calidad, estándares técnicos y medidas sanitarias. El acuerdo permite el libre flujo de mercancías, de servicios y de capitales, más no el libre tránsito de personas y trabajadores.
La unión aduanera es un acuerdo que implica una mayor integración, en donde los países establecen un conjunto común de políticas comerciales, incluyendo aranceles comunes, restricciones y cupos comunes para los países no comprendidos en la unión. Los países miembros establecen conjuntamente las políticas comerciales y pueden negociar acuerdos comerciales en bloque. Fijan la eliminación de aranceles internos, y crean aranceles comunes para cualquier país externo. Actualmente, hay cuatro principales uniones aduaneras en funcionamiento en el mundo, la Unión Europea, la Unión Económica Euroasiática, la Unión Aduanera de África Austral y la Comunidad del Caribe.
Un mercado común permite la libre circulación de bienes, servicios, personas y capital entre los países miembros. Puede llevar a una mayor integración económica que una unión aduanera simple, pero también puede ser más difícil de lograr principalmente por razones de rechazo a la inmigración de trabajadores. La Unión Europea es el mejor ejemplo de un mercado común, en donde adicionalmente se ha dado una integración monetaria ante la creación de una moneda y un banco central en común, y se tiene un Parlamento Europeo supranacional y diversas instituciones comunes.
Me parece que México debe de plantear en lugar de una tercera negociación del Tratado de Libre Comercio la creación de una unión aduanera simple para Norteamérica, ya que en la práctica nuestra política comercial se esta alineando a la política proteccionista del presidente Trump. Estados Unidos no puede seguir equivocándose al evitar la mayor integración con sus vecinos y principales socios comerciales, que son México y Canadá. China esta acelerando el establecimiento de alianzas geopolíticas y comerciales. La hegemonía global está en juego. En la siguiente semana analizaremos las enormes ventajas que traería para México y para sus socios comerciales esta propuesta.