Coordenadas

¿Cómo le va a ir al peso en 2022?

A pesar de haber tenido algunos episodios de inestabilidad en 2021, el resultado fue una muy leve depreciación de nuestra moneda frente a la de Estados Unidos.

Pocas variables económicas despiertan tanto interés e inquietud en México como el tipo de cambio.

Al comenzar el año, diversos lectores nos han preguntado por el probable comportamiento de la cotización de nuestra moneda frente al dólar para este año.

Permítame considerar brevemente el pasado.

A pesar de haber tenido algunos episodios de inestabilidad, el resultado fue una muy leve depreciación de nuestra moneda frente a la de Estados Unidos en 2021.

Y, entre el último día de noviembre de 2018 y el cierre de ayer, de facto no hubo depreciación.

Pero no piense que esto sea fundamentalmente mérito de la política de este gobierno.

En realidad, la paridad de nuestra divisa tiene cada vez más componentes que no se pueden relacionar de manera directa con la evolución de la economía doméstica.

La negociación de grandes cantidades de pesos en los mercados internacionales ha conducido a que la paridad se defina en lo fundamental en los grandes centros financieros.

Obviamente, los equilibrios de las finanzas públicas y la política monetaria sí han influido en cierto grado.

Como se puede observar en casos como los de Turquía o Argentina, si hubiera un desastre interno en el manejo de la política financiera, entonces tendríamos una corrida de inversionistas en contra de nuestra moneda que induciría a una fuerte depreciación, al margen de lo que estuviera pasando en los mercados financieros globales.

Entonces, ¿qué es lo que podemos esperar para 2022?

Quizás el dato más relevante del mundo financiero para este año será el proceso de normalización de la política monetaria que implicará un ciclo de alzas de las tasas de interés.

En la Reserva Federal, cada vez gana más espacio la percepción de que este incremento debe ocurrir a partir de marzo.

Si este proceso es suficientemente ordenado y predecible, las alzas no traerán consigo movimientos abruptos de capitales.

Si el Banco de México camina en paralelo a las decisiones de la Reserva Federal y ajusta al alza también las tasas, entonces podríamos tener una paridad que mantenga en lo esencial una trayectoria con movimientos suaves, en rangos que quizá no vayan más arriba de los 21 por dólar.

Pero si los ajustes fueran abruptos o inesperados, si los inversionistas trataran de adelantarse a las decisiones de la Reserva Rederal, o si el Banco de México decidiera no incrementar las tasas, entonces sí podríamos tener movimientos amplios de capitales que impactarían en la paridad con fluctuaciones que colocarían la cotización probablemente por arriba de los 21 pesos.

Una salida ordenada de capitales, como la que tuvimos el año pasado, no impacta a la cotización de nuestra moneda, como pudo observarse en 2021. Hubiera sido muy diferente si los casi 25 mil millones de dólares que salieron lo hubieran hecho en pocas semanas.

Otro factor que no puede ignorarse en esta perspectiva es el comportamiento de la economía internacional.

Si se resuelve gradualmente el tema de la dislocación de las cadenas de suministro a nivel global y si la inflación empieza un camino a la baja en el curso de los próximos meses, entonces tendremos a una comunidad inversionista mucho más proclive a mantener la tranquilidad.

En 2020 y 2021, los picos de especulación cambiaria se presentaron en diferentes momentos de irrupción de la pandemia.

Hacia adelante lo que se aprecia es que, de no surgir una variante que combine una mayor contagiosidad que ómicron con una mayor virulencia, lo más probable es que gradualmente vayamos regresando a una relativa normalidad o por lo menos a una circunstancia en la que el COVID ya no genere especulación.

La vieja normalidad que muchos añoran no va a regresar. Pero quizás algunos de los rasgos más invasivos a la actividad económica puedan mitigarse y dejar de influir este año.

Así que, si me pregunta a qué hay que ponerle atención en este 2022 para poder anticipar el posible comportamiento de la paridad de nuestra moneda, le diría que lo principal serán la inflación y las acciones de las autoridades monetarias.

Allí estará la clave.

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