Antonio Arranz, CEO de DHL EXPRESS México
Al inicio de la nueva década, el comercio electrónico formaba parte de las agendas empresariales, al lado de iniciativas esenciales para el negocio, aunque su implementación y crecimiento eran más bien orgánicos. Muchas empresas estaban implementando la tecnología y las soluciones de cadena de suministro para atender a sus clientes e impulsar las ventas virtuales. Otras percibían al comercio electrónico como algo que iba a suceder, aunque iba a llevar tiempo.
Antes de que terminara el primer trimestre de 2020, las organizaciones tuvieron que actuar rápidamente y replantear sus operaciones debido a la sorpresiva propagación del Covid-19. Al igual que el resto de las empresas en el mundo, tuvieron primero que garantizar la salud y seguridad de sus colaboradores y clientes y, en paralelo, crear una estrategia que garantizara su continuidad en el mercado.
En consecuencia, el crecimiento del comercio electrónico se aceleró a tasas nunca antes vistas; se estima que este fenómeno sanitario aceleró hasta en cinco años el cambio hacia las compras digitales.
En México, por ejemplo, esta actividad alcanzó un valor de 401 mil 300 millones de pesos en 2021, lo que representó un crecimiento del 27 por ciento respecto al año previo, cuando alcanzó los 316 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO). Y se prevé que 2022 siga creciendo y consolidándose.
A escala global, el gasto del consumidor en comercio electrónico alcanzará los 14 mil 700 millones de dólares en 2022, 60 por ciento más que la cifra del año anterior de 9 mil 200 millones de dólares, según cifras de Juniper Research.
Hoy, las empresas deben adaptarse a un panorama que cambia constantemente en poco tiempo, por lo que necesitan seguir implementando estrategias de comercio electrónico en un clima de incertidumbre. Si bien no es sencillo predecir el futuro de esta actividad en la era post-Covid, lo cierto es que el comercio electrónico seguirá creciendo, y el reto es que las empresas sigan creciendo con él.
LA INERCIA NO SE DETIENE
El contexto actual nos lleva a reflexionar alrededor del futuro del comercio electrónico. Observando lo que acontece en el mercado, hay tres escenarios a los que hay que prestar especial atención.
En primera instancia, el comercio electrónico va a seguir creciendo más allá del impulso que le dio la pandemia. Los consumidores quieren seguir aprovechando la conveniencia de adquirir diferentes tipos de productos en línea, y todo indica que esta tendencia continuará en el futuro. Si bien habrá personas que prefieran usar este canal, habrá otras que están ávidas por regresar a las tiendas físicas, y otras más optarán por un modelo híbrido, en el que ordenen en los establecimientos virtuales para recoger sus compras en uno físico, por ejemplo.
Lo que es un hecho es que los clientes están disfrutando la conveniencia y la flexibilidad de contar con alternativas de compra, al tiempo que sus patrones de compra siguen cambiando.
Asimismo, para que una estrategia de comercio electrónico tenga éxito se requiere no solamente implementar tecnología sino también tener soluciones logísticas robustas. En este sentido, se requiere un enfoque integral que considere las capacidades operativas y la innovación crítica, pues serán habilitadores crítico para seguir ofreciendo experiencias relevantes a los clientes.
Por tanto, contar con operaciones optimizadas, centros de distribución efectivos y soluciones de transporte es tan importante como las implementaciones de tecnología que brindan visibilidad completa de la cadena de suministro del comercio electrónico. Una estrategia de logística efectiva que considere la eficiencia operativa y la innovación puede apoyar el crecimiento del comercio electrónico de las empresas minoristas.
Los proveedores de servicios de logística, como DHL, están innovando constantemente para brindar servicios de crows delivery y lockers inteligentes, por ejemplo, en los cuales los compradores pueden recoger sus paquetes en los horarios y días que más les convengan.
Finalmente, la agilidad será fundamental para adecuarse a los constantes cambios en el sentimiento de los consumidores. Esto significa que la agilidad y la resiliencia de la cadena de suministro serán críticas para garantizar el éxito de los modelos operativos que respondan pronto a las cambiantes tendencias de consumo en el entorno económico y social actual y futuro.
EL COMERCIO ELECTRÓNICO LLEGÓ PARA QUEDARSE
Las decisiones basadas en datos para implementar y adaptar las soluciones de comercio electrónico son esenciales en un clima de incertidumbre y una perspectiva económica fluctuante. Con la llegada de nuevas olas de infecciones, se percibe cierta cautela entre los consumidores respecto a sus finanzas. No obstante, esto no ha sido un impedimento para que sigan adoptando nuevos comportamientos de compra y los conserven cuando las condiciones sanitarias mejoren.