Colaborador Invitado

Eficiencia energética, clave para el desarrollo de México

Desde hace poco más de veinte años, la eficiencia energética dejó de ser una estrategia en el sector de energía para convertirse en una cultura inmersa en todos los sectores.

Francisco Torres Luquin, director general de Veolus/ Experto en eficiencia energética/ Medio ambiente

A nivel global observamos cómo se impulsa un debate enfocado a promover que los países líderes se comprometan a buscar una disminución radical de las emisiones de gases de efecto invernadero, así lo acaban de demostrar los 200 países participantes en la COP26, al acordar unir esfuerzos bajo ese objetivo, aunque quedaron algunos cabos sueltos.

En México, por su parte, la discusión todavía está más alejada de ese compromiso y todavía quedan dudas sobre las energías renovables. Sin embargo, tanto en el país como en el mundo, la discusión tendría que centrarse en el tema de la eficiencia energética.

En ese sentido, debemos entender que la energía es un recurso que se puede gestionar, y para hacer un uso eficiente de ésta, es necesario identificar, priorizar y seleccionar las acciones para la mejora del desempeño energético, con base en su potencial de ahorro y el nivel de inversión requerido.

Mediante la eficiencia energética se logran reducir costos, al aprovechar al máximo los recursos energéticos disminuyendo el consumo de kilowatts, se impulsa la productividad y el crecimiento (mayor aprovechamiento, menor desperdicio), se promueven además las mejores prácticas de gestión de energía y se asegura la confianza y calidad de la información que se utiliza para la toma de decisiones.

Desde hace poco más de veinte años, la eficiencia energética dejó de ser una estrategia en el sector de energía para convertirse en una cultura inmersa en todos los sectores, desde el empresarial hasta llegar a los hogares y ciudadanía mediante la apuesta de buenas prácticas para hacer un uso eficiente en el consumo de energía, sin embargo, no es el centro de las discusiones, y en ese sentido, el tema toma relevancia al destacar que el kilowatt más barato es aquel que no se consume. Pero pocos destacan esto.

Por ello, es momento de pasar de la discusión a la educación. Todos somos responsables desde nuestras casas, trabajos y sociedad de velar por la eficiencia energética y analizar los retos o vacíos de la reforma energética.

MANTENIMIENTO EN INSTALACIONES Y EQUIPOS DE SOPORTE

La eficiencia energética contempla un gran abanico de alternativas para su puesta en marcha, una de ellas es el mantenimiento para instalaciones de infraestructura como aire acondicionado, ventilación y calefacción, elevadores, escaleras eléctricas, agua helada y agua caliente, y el objetivo es hacer un uso eficiente de energía en industrias, hoteles o centros comerciales, aplicando un adecuado mantenimiento para extender la vida útil de estos equipos e infraestructura.

Un adecuado mantenimiento puede ser preventivo, correctivo o predictivo, y los tres van enfocados a evitar fugas de energía en edificaciones tanto verticales como horizontales, reduciendo el consumo energético, disminuyendo la huella de carbono y, por ende, las facturas energéticas.

Respecto a instalaciones energéticamente eficientes, existen esfuerzos de empresas, que ofrecen servicios relacionados con generación de energía y eficiencia energética, auditorías energéticas y estudios de cumplimiento de código de red, así como el diseño, implementación y gestión de instalaciones sustentables y de alto desempeño energético.

En los casos de éxito que documentamos, destacan múltiples proyectos en los que he participado, en el sector de retail, con ahorros de más de 33 millones 453 mil 443 Megawatts hora (MWh) a la fecha y el evitar emisiones a la atmósfera por más de 17 mil 630 toneladas de CO2, equivalentes a salvar 635 mil 615 árboles o evitar la quema de 8 millones 788 mil 220 litros de gasolina.

Por ello la eficiencia energética debe ser reconsiderada como pilar eje del debate mundial, en el caso de México, con o sin reforma energética aprobada con o sin cambios, debemos voltear a revalorar y dar lugar prioritario a la eficiencia energética como eje pilar de cualquier apuesta por disminuir el consumo de kilowatts para grandes consumidores de energía.

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