Colaborador Invitado

La revolución digital será verde

Gracias al empleo de servicios de cómputo en la nube se podría evitar la emisión de más de mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono para 2024.

Arturo Díaz Manzo, director de Servicios en la Nube e Inteligencia Artificial en Microsoft México

El cambio climático y la conservación de los recursos naturales en el planeta se han vuelto una preocupación ineludible. En cuestión de meses la ONU ha declarado alerta roja por la crisis de calentamiento global, proyectando incrementos en la temperatura promedio de hasta 1.5 grados Celsius en los próximos veinte años. Ante este panorama, las prioridades de los negocios también necesitan cambiar. Hoy más que nunca es necesario construir un compromiso de producción sustentable, sin importar la vertical o tamaño de organización, el impacto ecológico de las empresas debe reducirse y, en la medida de lo posible, revertirse.

La tecnología, como una industria cuyos productos muchas veces parecen intangibles, tiene un rol protagónico en este cambio. El ejemplo más simple es la reducción de uso de papel derivado de la digitalización. Sin embargo, gracias al empleo de servicios de cómputo en la nube se podría evitar la emisión de más de mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono para 2024.

A través del empleo de energías renovables, el sector de TI tiene la capacidad y obligación no solo de disminuir su impacto ambiental reduciendo así el consumo de energía eléctrica. La visión de la revolución digital debe ser integral porque, al igual que empodera a las personas para simplificar tareas, participar en experiencias inmersivas y detonar su potencial de innovación, la tecnología permite dar vida a nuevos modelos de negocio contribuyendo de forma cada vez más importante al PIB global.

Hoy más que nunca, las organizaciones y sus equipos de liderazgo necesitan contar con los elementos que les permitan tener mayor control sobre su propia huella de carbono de forma que puedan: medirla, evaluarla, rectificarla.

Los servicios de nube brindan economías de escala que representan un ahorro sustancial, tanto en términos de inversión como de consumo de recursos, brindando la elasticidad que requieren los negocios para responder a las cambiantes condiciones del mercado de manera óptima y generando una mayor eficiencia energética de los sistemas. Lo anterior permite reducir las emisiones de CO2 hasta en 59 millones de toneladas al año, el equivalente a 13 por ciento del dióxido de carbono que se produce en México anualmente.

A medida que la tecnología cobra un papel preponderante en nuestro día a día, la adopción de servicios en la nube implica también una reducción crítica en ciertos consumibles electrónicos. Si bien digitalizar actas y documentos conlleva a menos impresiones, carpetas y papel, el almacenamiento en la nube impacta también en el consumo a nivel hardware: se evita el uso de productos desechables como memorias USB para guardar archivos, agregando además la posibilidad de consultar dicha información en cualquier momento y lugar con los niveles de seguridad que se requieren para salvaguardar la integridad de la información. Al romper con las limitaciones del almacenamiento local, la nube puede extender la vida útil de smartphones, computadoras y tabletas, los cuales constituyen gran parte de las 29 mil toneladas de basura electrónica que se desechan cada mes en nuestro país.

Considerando que nos encontramos en un escenario donde, como humanidad, consumimos en poco más de seis meses los recursos naturales disponibles para todo el 2021, se vuelve cada vez más importante la implementación de acciones que reduzcan desde la producción hasta el manejo de residuos. Ya no es suficiente contaminar menos, tenemos la responsabilidad de generar y restaurar más recursos naturales de los que se utilizan.

Es con este propósito que más de una compañía está integrando dentro de su cultura corporativa compromisos de sustentabilidad como una máxima. Cada vez más organizaciones hablan del concepto de Net Zero (cero emisiones) como ese primer gran paso que deben dar.

Este cambio de paradigma debe ir más allá de buenos propósitos y acuerdos de responsabilidad social de las grandes transnacionales, si bien 94 por ciento de los CEOs consideran que la sustentabilidad es clave para el éxito futuro, reducir las emisiones de carbono y abordar la equidad ambiental requiere de medidas colectivas para comprender y mitigar los impactos ambientales.

Los servicios de cómputo en la nube tienen la gran virtud de ser el punto de encuentro que permita hacer realidad una visión sustentable, empoderando a colaboradores, clientes, proveedores y socios de organizaciones tanto públicas como privadas para hacer realidad el compromiso de devolver a la tierra algunos de los recursos que hemos sobreutilizado. Esto no solo nos dará más tiempo y mejor calidad de vida, sino que nos permitirá convivir de una forma más inteligente en el planeta que habitamos, y para nuestra generación y las venideras.

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