Clemente Ruiz Duran

Estanflación 2022

El país se enfrenta a una situación de bajo crecimiento y alta inflación, combinado con debilidad en el mercado laboral, lo cual podríamos calificar como un proceso de estanflación.

El país se enfrenta a una situación de bajo crecimiento y alta inflación, combinado con debilidad en el mercado laboral, lo cual podríamos calificar como un proceso de estanflación. La perspectiva de crecimiento se ha debilitado, la previsión es que el crecimiento del PIB se sitúe este año en alrededor de 1.2 por ciento, lo que sería exactamente igual al crecimiento de la población, es decir, ambos crecimientos se empatarían y darían por consecuencia el estancamiento en los niveles de bienestar de los mexicanos. Si se analiza la situación desde 2019, la población creció en 5.4 millones de habitantes para alcanzar en 2022 los 129 millones de habitantes, en tanto la producción tuvo dos decrecimientos sucesivos, el de 2019 y 2020, con lo cual se situó 8.0 por ciento abajo del prevaleciente en 2018; en 2021 el crecimiento fue de sólo 5 por ciento, lo que no logró compensar la caída, por lo que se esperaba que 2022 saliera al rescate, pero la situación se ha debilitado y la mayor parte de los pronósticos señalan un crecimiento de apenas 1 por ciento. Tenemos hoy una economía más débil para enfrentar las tareas del bienestar colectivo.

El país requiere enfrentar esta situación de manera constructiva, para ello es necesario un gran acuerdo de todas las fuerzas políticas, con los trabajadores y los empresarios para impulsar un proceso de crecimiento que impida que las condiciones de vida se continúen deteriorando. Se perdió una gran oportunidad la semana pasada al anunciar un pacto con la iniciativa privada para acotar la inflación, hubiera sido el momento oportuno para acordar un gran acuerdo para la recuperación de la economía y contener la inflación. Ya documentaba Enrique Quintana en su columna del lunes pasado el desastre de la inversión, anotando que se ha dejado de invertir en áreas estratégicas tal como la construcción y en otros sectores, con lo cual se ha comprometido el futuro de la economía.

Frente a esta situación es necesario repensar detenidamente la estrategia para reactivar la economía, y no dejar que sean las inercias las que definan el futuro de la economía. Por parte de la administración actual no se cuenta con una estrategia definida para reactivar la economía, parecieran descansar en sus megaproyectos para impulsar la economía, sin que se tengan acuerdos para desatar los círculos virtuosos que se requieren para desencadenar un proceso de expansión. A esto se suma que sectores claves de la economía mexicana están enfrentando serios problemas, tal vez uno de los que más preocupa es el automotor, cuya producción y exportación se estancaron en abril, con una tendencia a la baja.

La situación más crítica se presenta en el debilitamiento del mercado laboral, pues al reducirse las oportunidades en México se ha observado un crecimiento de la migración mexicana hacia Estados Unidos. Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, comentó que por primera vez en la última década fueron más los mexicanos que salieron hacia Estados Unidos que los que regresaron a México. A la migración se ha sumado el aumento de la informalidad que alcanzó los 30 millones 618 mil 123 frente a los 25 millones 441 mil 420 del sector formal. En esta perspectiva se requiere de un proceso de reflexión nacional para mantener la cohesión nacional; estamos enfrentando una emergencia en el sector laboral, que ha llevado a un aumento de la migración de mexicanos hacia Estados Unidos y un aumento de la informalidad que cada día es más evidente en todas las zonas urbanas de nuestro país.

No existen salidas fáciles, para enfrentar la situación requerimos de acuerdos en varios frentes. Sin lugar a dudas se debe empezar por reactivar la inversión, sin esto no se puede reducir la informalidad y la migración de mexicanos hacia Estados Unidos. Reactivar la inversión requiere de acuerdos con sectores estratégicos en donde existe incertidumbre derivado de acciones que se han tomado, por ejemplo, en la producción de energías limpias. Se requiere de un gran esfuerzo de concertación, se requiere que las cámaras empresariales coordinen esta tarea, para precisar cuáles son los elementos que están obstruyendo la puesta en marcha de un proceso amplio de inversión y para establecer un diálogo con el sector público. Para reconstruir la economía pospandemia se requiere de un gran esfuerzo, en donde el sector público se pueda comprometer con mayores inversiones en muchos frentes desde infraestructura hasta rediseño de ciertas políticas públicas. Se requiere de un gran esfuerzo de concertación, ni el sector público, ni el privado en solitario pueden acometer este escalamiento de la economía. Es un momento histórico, es relanzar la economía después de la mayor pandemia de los últimos cien años, no es tarea menor, pero con voluntad es factible. Enfrentemos la estanflación, mostremos que existe capacidad para concertar y relanzar al país hacia el futuro.

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