Carlos Ruiz Gonzalez

Proactividad

Un proactivo se centra en su zona de influencia; un reactivo se centra en su zona de preocupaciones.

“Algunas personas quieren que algo ocurra.

Otras, sueñan con que pasará.

Otras hacen que suceda”.

Michael Jordan

Adelantarse como los deportistas. Los grandes deportistas se “visualizan” logrando una hazaña: cruzando la meta en una carrera, encestando en basquetbol o anotando un gol en fútbol. Es decir, se adelantan, y esto tiene que ver con su capacidad de avanzar hacia una meta con un objetivo claro, a pesar de las circunstancias adversas que pudieran presentarse (decimos que son proactivos).

La proactividad o el comportamiento proactivo de las personas se refiere al comportamiento anticipatorio, orientado al cambio y autoiniciado en diversas situaciones. El comportamiento proactivo implica actuar antes de una situación futura, en lugar de solo reaccionar. Significa tomar el control y hacer que las cosas pasen, en lugar de simplemente ajustarse a una situación o esperar a que suceda algo.

Viktor Frankl, famoso psiquiatra austriaco, en su libro más conocido El hombre en busca de sentido, usó la palabra “proactivo” para describir a una persona que asume la responsabilidad de su vida, en lugar de buscar causas en circunstancias externas o en otras personas. Frankl destacó la importancia del coraje, la perseverancia, la responsabilidad individual y la conciencia de la existencia de opciones, independientemente de la situación o del contexto.

Lo contrario de la proactividad sería precisamente la reactividad, es decir, ante un estímulo reaccionar “a bote pronto” como reacciona un animal, como un acto reflejo. Siendo solo reactivos vivimos entonces sujetos a las eventualidades que nos rodean. Viktor Frankl era judío y en la Segunda Guerra Mundial fue prisionero en un campo de concentración, ahí observó que los que sobrevivían (en medio de circunstancias verdaderamente terribles) eran quienes tenían un propósito (él se visualizaba dando conferencias en universidades) y, proactivamente, no dejaban que las circunstancias los apabullaran.

Stephen Covey, en su libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, señala el ser proactivo como el hábito número uno. Para él la proactividad significa tomar la iniciativa y tener la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan. Cuando somos proactivos tenemos la libertad de elegir cómo actuar, en lugar de reaccionar a lo que va sucediendo a nuestro alrededor. Nos permite forjar nuestro destino. En resumen, es hacer que las cosas sucedan, en lugar de esperar a que las cosas pasen.

“Si hay algo, lo encontraréis. Si no lo hay, haréis que exista”.

Federico Moccia

Aterrizando la idea

Las personas “reactivas” son personas que reaccionan ante un determinado estímulo. Esta reacción puede ser favorable o desfavorable para la persona o grupo de individuos que la ejecutaron.

Las personas “proactivas” se mueven por valores cuidadosamente meditados y seleccionados: pueden pasar muchas cosas a su alrededor, pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos estímulos. Centran sus esfuerzos en el círculo de influencia: se dedican a aquellas cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva, con lo cual amplían su círculo de influencia.

La siguiente tabla marca las diferencias entre personas reactivas y proactivas.

ReactivaProactiva
IntentaréLo haré
Nada puedo hacerBuscaré opciones
Tengo que hacerloLo elegí
No puedoDebe haber una solución
Me arruinaste el díaNo permitiré que me contagies tu estado de ánimo
Así soyPuedo mejorar


Qué no es proactividad

La proactividad no tiene nada que ver con el activismo o la hiperactividad. Ser proactivo no significa actuar deprisa, de forma caótica y desorganizada, dejándose llevar por los impulsos del momento.

Las personas que tienen el hábito de la proactividad no son agresivas, arrogantes o insensibles, como podría pensarse, sino que se mueven por valores, saben lo que necesitan y actúan en consecuencia.

El concepto opuesto de la proactividad es la reactividad, es decir, tomar una actitud pasiva y ser sujeto de las circunstancias y, por ende, de los problemas. Stephen Covey afirma que la conducta individual es función de las decisiones propias y no de las condiciones.

Podríamos dibujarlo en un esquema donde, entre el estímulo y la respuesta, no hay una reacción de “acto reflejo” como en los animales, más bien hay un espacio de libertad interior para elegir, donde precisamente uno decide sus respuestas con base en su autoconciencia, su perseverancia, su imaginación, su conciencia moral, su responsabilidad individual y su voluntad independiente (coraje).

Un proactivo se centra en su zona de influencia y le da mayor prioridad en lugar de a sus preocupaciones.

Un reactivo se centra en su zona de preocupaciones y le da mayor prioridad en lugar de a su zona de influencia.

* Profesor decano del área de Política de Empresa (Estrategia y Dirección) en el IPADE

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