Competencia 2.0

Cruzada por la competencia en Estados Unidos

EU fue el pionero en establecer una ley y un sistema de aplicación de leyes de competencia, y nuevamente podría convertirse en un ejemplo de reformas integrales procompetencia.

“Lo que hemos visto en las últimas décadas

es menos competencia y más concentración

que frena nuestra economía”… “En lugar de

competir por los consumidores, [las empresas]

están absorbiendo a sus competidores”.

Presidente Joseph Biden, julio 2021

El presidente de Estados Unidos acaba de lanzar una reforma integral procompetencia sin precedentes. El objetivo de este decreto presidencial es introducir mayor competencia en mercados concentrados donde los consumidores tienen pocas opciones y enfrentan altos precios. El presidente Biden insiste en que este es un esfuerzo por asegurar el buen funcionamiento del capitalismo, no frenarlo, pero muchas empresas están nerviosas por entender lo que esto significa.

Desde hace tiempo, en esta columna hemos referido a las preocupaciones de varios economistas y políticos estadounidenses sobre la falta de competencia y la reducción de participantes en los mercados norteamericanos. Estas voces han ido tomando fuerza, desde las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar hasta los académicos Lina Kahn y Tim Wu, entre otros. Ahora estos dos últimos han tomado roles muy importantes en la administración, y se consideran los autores de esta orden del presidente que se presentó hace unos días.

El decreto del presidente Biden es verdaderamente ambicioso pues incluye decenas de órdenes para varias agencias del gobierno para introducir cambios regulatorios e investigar a industrias específicas como las de tecnología, farmacéutica, salud, del transporte (marítimo y aéreo principalmente) y la agrícola.

Las críticas de ambos lados no se han hecho esperar. Algunos considerando que esto no es suficiente y algunos considerando que las medidas son excesivas. Entre otros temas, se considera que este documento realmente no es vinculante para algunos de los reguladores más relevantes como la Comisión Marítima, la Comisión Federal de Comercio o la Comisión Federal de Comunicaciones, que son independientes. Además, se considera que estos cambios realmente deberían de ser cambios legales para funcionar. Recordemos que existen varias propuestas legislativas que van en ese sentido en el Congreso de ese país.

Uno de los elementos más novedosos e importantes de este documento es lo que se refiere al mercado laboral, para combatir prácticas anticompetitivas que dañan a los trabajadores. En específico, se propone prohibir las cláusulas de no competencia que utilicen empleadores para limitar las posibilidades de los empleados de cambiar de trabajo. También se propone combatir como colusión ilegal que las empresas compartan información sobre salarios y prestaciones. Adicionalmente, se pretende eliminar las restricciones de licencias ocupacionales anticompetitivas y que en muchos ámbitos son verdaderamente ridículas.

En el caso de las operaciones de fusiones y adquisiciones, como habíamos adelantado, el decreto propone mucho más rigor en su análisis, lo que seguramente incrementará los tiempos que toman las autorizaciones y un escrutinio muy riguroso de los beneficios de estas operaciones para los mercados y muy en especial para los consumidores.

Si bien no es nuevo que un presidente de Estados Unidos ponga el tema de competencia en la agenda pública, si es muy especial que al mismo tiempo logre un proyecto comprensivo y propuestas específicas. El beneficio de mirar de forma transversal y completa los problemas de competencia de la economía, haciendo responsables de la mejora a todos los actores de política pública correspondientes se ve muy claro. Asimismo, centrar el proyecto en beneficios al consumidor, al trabajador y a mejorar la productividad de la economía nacional, trae una legitimidad especial al plan, que no han tenido ideas similares anteriormente.

Faltan muchos detalles sobre la implementación y queda mucho por ver en cómo se comportarán los reguladores específicos, pero el esfuerzo reconoce claramente que el trabajo de generar competencia en los mercados y corregir las barreras a la eficiencia económica no es solo un trabajo de una agencia o una oficina de gobierno, sino que es un trabajo compartido por todos los actores de política pública. Como en su momento Estados Unidos fue el pionero en establecer una ley y un sistema de aplicación de leyes de competencia a fines del siglo antepasado, nuevamente nuestro vecino del norte podría convertirse en un ejemplo internacional de reformas integrales procompetencia que modernicen su economía en beneficio de sus ciudadanos.

El autor es especialista en competencia económica.

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