Benito Solis

Cómo los ciudadanos suizos evitan que su gobierno imponga malas leyes

En México los legisladores están más preocupados por continuar en los puestos que ocupan, que en diseñar y apoyar leyes que incrementen el bienestar de los ciudadanos en el largo plazo.

BERNA, Suiza. – El tamaño de la economía mexicana en la actualidad es menor a la que tenía en 2018, a pesar del incremento en la población y a la recuperación que han tenido la gran mayoría de las naciones después de la pandemia provocada por el Covid. Los últimos datos muestran que el PIB durante el primer trimestre del presente año, en miles de millones de pesos de 2013, fue de 18.028, mientras que en el tercer trimestre del 2018 había alcanzado 18.586 mil millones de pesos del mismo año, esto es -3 por ciento. Por su parte, la inversión ha tenido una contracción incluso más fuerte.

Una causa importante de este deterioro son los cambios frecuentes en las políticas que los distintos gobiernos siguen, una vez que nuevas administraciones entran en funciones, sin tomar en cuenta lo que opinan los ciudadanos. Esto sucede no solo en México, sino en gran parte de los países latinoamericanos y ocurre porque quienes tienen la responsabilidad de aprobar las leyes, es decir los legisladores, están más preocupados por continuar en los puestos que ocupan, que en diseñar y apoyar leyes que incrementen el bienestar de los ciudadanos en el largo plazo.

El nivel de vida de los habitantes de los distintos países resulta del crecimiento y desarrollo económico, que a su vez se debe a la inversión productiva que se haya realizado con anterioridad. Sin embargo, hay una gran confusión al respecto. Por ejemplo, perforar un pozo en donde no hay nada valioso en el subsuelo no es inversión como mucho piensan, sino un gasto inútil y un desperdicio de recursos. Sin embargo, perforar un pozo y obtener agua o petróleo o gas que se pueden aprovechar sí es una inversión productiva.

El incentivar que inversionistas con nivel de conocimiento estén dispuestos a canalizar grandes recursos para perforar estos pozos, o cualquier otra inversión, requiere de reglas claras, de certidumbre en la aplicación de éstas, así como de su permanencia en el mediano y largo plazos. Cambios frecuentes en las mismas reducen los montos de inversión, lo que se refleja en menores niveles de vida de la población.

En México, la aprobación del Tratado de Libre Comercio redujo esta incertidumbre, al imponer a los países integrantes de este acuerdo la obligación de respetarlo y en caso contrario se convocarían paneles internacionales imparciales para buscar la solución de las diversas controversias. De no llegarse a un acuerdo el panel definiría quien deberá de pagar los costos que sus acciones provoquen a las contrapartes. Como resultado de esta mayor certidumbre, el comercio internacional se ha vuelto la fuente principal del crecimiento de nuestro país.

En los años anteriores ya se han llevado a cabo la creación de algunos de estos paneles, con poco impacto entre la opinión pública en general. Sin embargo, en esta ocasión, por los montos y por los temas involucrados ha escalado el tema y hasta se ha mencionado que México podría salirse de este acuerdo comercial. Esto significaría una fuente contracción, que perjudicaría a varias generaciones de mexicanos, porque no se tiene prevista una alternativa de crecimiento.

Para evitar decisiones de esta magnitud, que una sola persona en lo individual puede tomar sin considerar la opinión de los ciudadanos, la legislación en Suiza tiene previsto dos mecanismos: 1) El Poder Ejecutivo no recae en una sola persona con amplios poderes, sino en un Consejo Federal con sede en la ciudad de Berna, el cual cuenta con siete miembros, todos con poderes iguales, siendo cada uno responsable de un ministerio o departamento. La presidencia del Consejo es rotatoria y es asumida cada año por un ministro diferente, teniendo principalmente funciones de representación. Las decisiones de este consejo son colegiadas y apoyadas por todos sus integrantes, aunque en lo personal no estén de acuerdo con ellas. 2) El referéndum, que otorga al pueblo la última palabra sobre decisiones legales. Consiste en que los ciudadanos pueden vetar cualquier ley federal o acuerdo internacional que el Parlamento haya aprobado. Para lograrlo se requiere reunir un mínimo de 50 mil firmas, en un plazo máximo de 100 días a partir de la publicación de la ley, para exigir que se tenga un referéndum nacional en el cual la misma sea votada a nivel nacional para su aprobación o cancelación. Además, existen votaciones con gran frecuencia a nivel de cantón y de comuna y no es raro que los ciudadanos tengan que votar tres, cuatro o más veces al año diversos temas, desde autorización para una nueva vía férrea hasta la creación del salario mínimo general. En conclusión, en ese país el gobierno tiene una serie de fuertes controles y existe gran participación de los ciudadanos.

COLUMNAS ANTERIORES

Se frena la economía, por lo que se requiere una estrategia diferente
Las próximas elecciones en varios países definirán su desarrollo o pobreza

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.