Ha trascendido al interior del gobierno federal el desinterés de varias petroleras en los contratos de producción que ganaron durante el peñismo, y no lo quieren dejar pasar desapercibido.
A pesar de la exhaustiva revisión contractual que se hizo durante la primera mitad del gobierno, y de que se les negaron más rondas, la relación con las empresas petroleras privadas ha sido muy buena en lo que va de este sexenio, si lo comparamos con otras del sector energético, a las que les han hecho ver su suerte.
Sin embargo, el desaire que han llevado a cabo petroleras como Repsol, Total, PC Carigali, Jaguar, entre otras, a los proyectos que les permitieron ejecutar en esta administración, no pasó desapercibido.
Una nota publicada en El Financiero, que cita fuentes cercanas, revela que se preparan sendas multas para diversas firmas que no cumplieron con los niveles de contenido nacional que se exigían en los contratos, y que vigiló de manera laxa la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Hay que decir que no todo ha sido responsabilidad de las petroleras. En sentido estricto, la Secretaría de Economía tiene la responsabilidad de impulsar políticas que ayuden a la consecución de dichos objetivos en materia de contenido nacional, sin embargo, al igual que en el gobierno anterior, sus esfuerzos han sido infructuosos.
Aquí no habrá lugar a controversias, ni T-MEC que las ampare, ni nada. Las petroleras tendrán que pagar, como si de cualquier otra falta administrativa se tratase.
Pero el pleito no acaba ahí. Hacia adelante, el gran reto pendiente para las petroleras que decidan quedarse a operar en México, será la conformación de cadenas de proveedores nacionales que sean eficientes y permitan evitar la situación que enfrentarán aquellas que no han cumplido con sus objetivos, y que podría traerles sanciones a partir de los 46 millones de pesos.
Esta cifra podría parecer mínima si la comparamos con todo lo que invierte esta industria, pero es más que un número, significa no cumplir una de las promesas (desarrollar la industria nacional) que hicieron en la reforma energética de 2013, y que ellas mismas solicitaron.
Cotemar pasa la prueba
Esta semana Cotemar se convirtió en la primera empresa mexicana, y la única del sector energético, en recibir la certificación IQNet SR10, la cual verifica y valida la implementación del Sistema de Gestión de Responsabilidad Social, que otorga la certificadora AENOR, y que tiene el mismo valor de una ISO, pero valida los compromisos de la empresa ante sus accionistas, Consejo de Administración, empleados, clientes, proveedores, gobierno, socios comerciales, asociaciones civiles y comunidad.