Energía para todos

El precio del petróleo pone a sudar a las energías renovables

El creciente costo de las materias primas, así como el transporte global, tienen a las renovables dando pasos hacia atrás, y las regresa a niveles de 2018 y 2019.

Cuando hablamos de energías renovables solemos pensar que todo es miel sobre hojuelas. Sin embargo, no basta con ser la gran promesa del futuro energético del mundo, pues esta industria no ha estado exenta de los problemas que aquejan a las economías de todos los continentes, y enfrenta retos importantes que en el corto plazo impactan su perspectiva.

Por un lado, el creciente costo de las materias primas, así como el transporte global, tienen a las renovables dando pasos hacia atrás en cuanto a la baja en los costos por la que tanto se han esforzado, para ser competitivas frente a las fuentes fósiles de generación.

De acuerdo con el más reciente reporte sobre el estado que guardan las energías renovables, publicado la semana pasada por la Agencia Internacional de Energía (IEA), para marzo de 2022, el precio del polisilicio de grado fotovoltaico (esencial en la fabricación de los paneles) se cuadruplicó, el acero aumentó 50 por ciento, el cobre 70 por ciento, el aluminio se duplicó, y los costos de flete aumentaron casi cinco veces.

La IEA advierte que esta “reversión de la tendencia a largo plazo de costos decrecientes se refleja en los precios más altos de las turbinas eólicas y los módulos fotovoltaicos, a medida que los fabricantes pasan por mayores costos de equipos”, de tal manera que en comparación con 2020, “estimamos que los costos generales de inversión de las nuevas plantas fotovoltaicas y eólicas terrestres a gran escala, son entre un 15 y un 25 por ciento más altos en 2022″. Este incremento regresa a la industria a niveles de 2018 y 2019.

A pesar de que la esencia de las energías verdes es deslindarse de las fósiles, al parecer están más ligadas de lo que se piensa, pues los altos precios del petróleo, el gas natural y el carbón también han contribuido al aumento de los costos de producción de los materiales fabricados para las tecnologías renovables, ya que los combustibles fósiles se utilizan tanto en los procesos industriales como en la generación de energía.

Sin embargo, la IEA afirma categóricamente que el aumento de los costos de las energías renovables no ha afectado su competitividad, porque de manera simultánea, los precios de los combustibles fósiles y la electricidad han aumentado a un ritmo mucho más rápido desde el último trimestre de 2021.

Adicionalmente, destaca que a nivel mundial los precios de la energía están batiendo récords históricos en muchas partes del mundo, especialmente donde el gas natural se ha incrementado en más de seis veces, como es el caso de Europa central, como consecuencia de la guerra en Ucrania.

Aún en este contexto, a estas alturas del año se mantiene el pronóstico de incrementar 8 por ciento la generación renovable a nivel mundial, para acercarse a la barrera de los 300 gigawatts (GW), sin embargo, se anticipa una desaceleración de la generación solar fotovoltaica y una disminución de 32 por ciento en los proyectos eólicos terrestres, e incluso se prevé que sea más profunda en el caso de la eólica marina, ante la incertidumbre de los subsidios que otorga China, que ha impulsado crecimientos de doble dígito hasta el año pasado.

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