Directora del Think Tank Early Institute.

Daña a mujeres y niños la explotación reproductiva

La gestación subrogada es una industria que capta a mujeres en situación de vulnerabilidad, bajo la premisa de que existe libertad y consentimiento.

En días pasados, Early Institute publicó el informe ‘La explotación reproductiva en México. El paraíso del tráfico humano’, en el que se aborda lo acontecido en los últimos nueve años en materia de gestación subrogada.

Este fenómeno de explotación reproductiva ha sido investigado por Early Institute desde 2014, en busca de proteger integralmente a las mujeres, las niñas y los niños y sus derechos. En este sentido, el estudio “revela con claridad que con el paso del tiempo esa práctica no sólo se comete dejando de lado los intereses y derechos humanos de las mujeres gestantes, y no se diga el de las hijas e hijos nacidos por medio de ese procedimiento, sino que dibuja una omisión institucional, jurídica y social, de la cual los que más ganan son empresas y grupos criminales”. La investigación se organiza en apartados que exponen la situación de las mujeres y los bebés nacidos por lo que comúnmente se conoce como vientre de alquiler y cuyos derechos son vulnerados en el contexto de esta práctica.

El primer apartado es un panorama actualizado de lo que ocurre en México en torno a la gestación subrogada. Hay un énfasis en el análisis de la regulación, de tal manera que se abordan lineamientos federales expresados en el Código Civil, la Ley General de Salud, Ley de Trata y la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, entre otros. De manera local, se abordan los casos de estados como Jalisco, Puebla, Coahuila, Estado de México y Aguascalientes, en donde se han presentado proyectos de reformas a sus legislaciones.

En una segunda sección, ‘La explotación reproductiva en México. El paraíso del tráfico humano’, muestra los tres enfoques regulatorios que hasta hoy existen a nivel mundial: regulación permisiva, con restricciones y prohibitiva. Esta información es de suma importancia, ya que ayuda a “discernir hacia dónde debe caminar una legislación que realmente coloque en el centro a la niñez, a la mujer y sus derechos humanos, lo que debe ser el objetivo principal de toda norma en la materia”.

En el tercer apartado se abordan aspectos que de no ser visibilizados y atendidos “condenan a las mujeres gestantes y a las niñas y niños nacidos por medio de ese procedimiento a una vulneración equiparable a la esclavitud”. Hay un análisis de tres enfoques que con el tiempo se han convertido en zonas negras y de alto riesgo en torno a esta práctica. Ellos son: la gestación de bebés como un producto comercializable; la explotación del cuerpo de la mujer gestante como una fábrica de producción; y la lógica de mercado que atraviesa estas problemáticas.

“Sobre estos tres enfoques, es que el estudio se adentra en cómo la gestación subrogada es una industria que capta a mujeres en situación de vulnerabilidad, bajo la premisa de que existe libertad y consentimiento, para realmente comercializar con sus cuerpos, utilizándolas como fábricas de bebés a solicitud de consumidores que buscan adquirir a bebés como si fueran productos”, dice el informe.

Por último, hay una parte en la que Early Institute aporta una serie de recomendaciones con el objetivo de transformar la situación de alta vulnerabilidad y afectación a los derechos de mujeres, niñas y niños.

Para Early Institute visibilizar este tipo de prácticas en las que se dañan los derechos fundamentales de niñas y niños es un compromiso como think thank dedicado al análisis y diseño de propuestas para la inclusión de políticas que garanticen el bienestar de la primera infancia. En este sentido, afirmamos nuestro interés por resguardar el respeto a sus garantías con investigaciones y estudios que exhiben los riesgos ante situaciones que atentan contra su integridad y dignidad y ofreciendo evidencia encaminada a velar por su seguridad.

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