Desde San Lázaro

Testimonio del doctor Pablo Lezama del Hospital Infantil de México

“Hace apenas unos días se ha reducido en 50 por ciento el presupuesto para los servicios integrales de anestesia, y por tanto se reducirán 50 por ciento más los procedimientos quirúrgicos”, señaló el doctor Lezama.

No importa a quién desacreditar, lo relevante para el presidente López Obrador es no asumir culpas ni reconocer errores propios ni de su equipo. Así ocurre con el desabasto de medicamentos particularmente los destinados al tratamiento de niños con cáncer.

Un día le echa la culpa a la empresa Pisa, otro, a los directores de hospitales, como a Jaime Nieto Zermeño, director del Hospital Infantil de México y a su jefe de hematooncología, Luis Enrique Juárez, y mientras tanto los padres de los niños con cáncer padecen doble martirio; la enfermedad terminal de sus vástagos, la falta del vital medicamentos y la incapacidad del gobierno.

Lo cierto es que la realidad, la que padecen a diario pacientes y médicos del sector salud, es muy diferente a la que se informa desde Palacio Nacional.

Veamos el punto de vista del doctor Pablo Lezama, médico cirujano por la UNAM:

"Me desempeño como jefe de Cirugía Oncológica del Hospital Infantil de México 'Federico Gómez', del Instituto Nacional de Salud. He trabajado ahí desde hace 19 años, luego de regresar de una extensa formación adicional en Cirugía Oncológica Pediátrica en el extranjero.

"Tengo muchísimos pacientes, y a la vez un tiempo y espacio limitados. Aun así, nos las arreglábamos para mantener la mayor productividad, con la mayor calidad y seguridad, con más de 700 procedimientos por año, sólo de nuestro Servicio, la mitad de ellos eran cirugías mayores, con 100 ingresos electivos a la Unidad de Terapia Intensiva Quirúrgica.

"Con sólo dos días a la semana asignados para cirugía mayor, con el apoyo de residentes y todo el personal de quirófano y del resto del hospital, los jueves el primer paciente del día estaba en sala a las 5:30 h, y el último salía entre las 17:00 y las 19:00. El viernes el primero entraba a las 9:00, después de la sesión de morbimortalidad de la división de cirugía, y el último salía entre 16:00 y 17:00.

"En febrero del año pasado me pidieron que redujera el tiempo de atención. En marzo nos disminuyeron el tiempo para cirugía electiva, debido a reducción en el personal de enfermería, que era al menos en parte contratado por 'outsourcing'. Dicho mecanismo no era ideal, pero ante la falta de plazas ofertadas por la Secretaría, era una solución alterna. Esa reducción consistía en limitar mi tiempo solamente a las horas efectivas del turno matutino; en otras palabras, ningún paciente podría entrar antes de las 8:00, ni salir después de las 15:00".

Eso equivalía a reducir la capacidad operativa y resolutiva entre 30 y 40 por ciento.

"Hace apenas unos días se ha reducido en 50 por ciento el presupuesto para los servicios integrales de anestesia, y por tanto se reducirán 50 por ciento más los procedimientos quirúrgicos".

"Me han pedido que defina qué pacientes con tumores sólidos pueden derivarse a otros centros. Esto es gravísimo. Una publicación reciente de CENSIA revela que de todos los centros oncológicos pediátricos acreditados por el Seguro Popular, solamente el HIMFG y el INP alcanzan resultados equivalentes al 'primer mundo', mientras que el resultado en los demás es muy variable".

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