Para qué tanto jaloneo en torno al Presupuesto si poca cosa se va a modificar de la propuesta original que mandó la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados, así que si los campesinos, los alcaldes, universidades o las mismas secretarías de Estado que patalean por más recursos, están esperanzados en que sus presiones tendrán resultados, pues se quedarán como el chinito 'nomás milando'.
Además, si hoy no hay humo blanco en San Lázaro o en cualquier sede alterna que se elija para que sesionen los diputados, tampoco hay problema, ya que pararán el reloj legislativo o argumentarán que merced a que la sede de la Cámara baja está tomada, el Presupuesto de Egresos 2020 no estará aprobado.
El hecho es que todos enfrentan la cruda realidad por la que transita el país, no hay ingresos suficientes para fondear tantas necesidades que se tienen y aunque muchas de ellas sean imperativas resolver, no se atenderán en virtud de que las prioridades del Ejecutivo están más que definidas.
Los programas sociales de AMLO como Sembrando Vida o Jóvenes Construyendo el Futuro no se tocan y menos el gasto en las tres obras emblemáticas de la 4T: Tren Maya, Dos Bocas y Santa Lucía.
El Paquete Económico 2020 nace maltrecho por dos razones; una, los ingresos programados para el próximo año no se alcanzarán en virtud de que la recaudación de impuestos quedará por debajo de lo proyectado; dos, Pemex seguirá anclando el crecimiento del país, debido a la baja de sus ingresos, reducción de la producción, pago de pasivos y pensiones, amén de degradación de su capacidad crediticia porque las calificadoras castigarán a Petróleos Mexicanos.
Dicen los de la 4T que el Presupuesto 2019 fue el último que se elaboró con una óptica neoliberal y que ahora se hizo al 100 por ciento bajo la visión de la 4T, empero, en los hechos vemos que éste carece de propósitos claros y reales para impulsar la inclusión social, apalancar el desarrollo para alcanzar, por lo menos un crecimiento del PIB en niveles del 2.5 por ciento y combatir la inseguridad.
Más allá de conceptos vacuos como que el Presupuesto 2020 es realista, austero, fiscalmente responsable y tiene 'alma social', debido a que uno de cada cuatro mexicanos recibe algún apoyo del gobierno, lo cierto es que buena parte de esos ingresos que captará el Estado, serán tirados a un barril sin fondo o a engrosar el ejército político electoral de la 4T.
Se habla que el Presupuesto contempla el rescate de Pemex y la CFE, empero esto no es real porque no obstante que se destinan partidas sustanciales para apoyarlos, la realidad es que no son suficientes y en lugar de atacar el problema de fondo en ambas empresas productivas del Estado, se mantiene la tendencia negativa que las lleva al colapso.
Dicen que el PEF fondea la Guardia Nacional y en general varios programas en materia de seguridad, pero volvemos a lo mismo, sin una estrategia efectiva que reduzca los niveles delincuenciales en el país, no habrá dinero que alcance para revertirlos.