Desde San Lázaro

La política migratoria, una vergüenza

La política migratoria del país, particularmente la relativa a la migración de Centroamérica, se dicta desde Washington.

La política migratoria del actual gobierno es una vergüenza que ha alertado a las organizaciones internacionales y a la Unión Europea, amén de que ha violado diversos acuerdos globales como el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de la ONU, adoptado por México en diciembre de 2018. Este instrumento señala que no hay fronteras abiertas en el mundo por lo que la movilidad humana tiene que estar sometida a procesos, reglas y basarse en el respeto de los derechos humanos.

En los 23 objetivos establecidos por el pacto se establece eliminar toda forma de discriminación, proporcionar a las personas el acceso a servicios básicos, usar la detención como último recurso y colaborar para facilitar el regreso en condiciones dignas.

El gobierno mexicano se enredó en un galimatías migratorio, por un lado, debe defender a los connacionales que pretender cruzar el río Bravo rumbo a Estados Unidos y por otro, aplica la represión con los migrantes centroamericanos.

El diputado de Morena, Porfirio Muñoz Ledo, expresó que lo ocurrido con los migrantes sienta precedentes, obliga a iniciar el diálogo y reparar los daños. Recordó que Estados Unidos ha presionado para hacerlo en la frontera sur, porque no pueden sellar la del norte.

La política migratoria del país, particularmente la relativa a la migración de Centroamérica se dicta desde Washington y por desgracia esto va a continuar por lo menos hasta que deje de ser presidente Donald Trump, así que ya imaginamos lo que nos espera en caso de que gane la reelección.

El sometimiento y el chantaje por encima de la autodeterminación, la dignidad y el respeto a la soberanía de México.

Las voces que claman por un viraje de 180 grados en la política migratoria, crecen y no tanto a nivel nacional, sino, por fortuna, en el exterior.

En el Congreso también los legisladores de oposición y uno que otro valiente redimido como Muñoz Ledo, que han externado su postura contra la política migratoria del gobierno de la 4T.

El senador del PRI, Ángel García Yáñez, afirmó que la política migratoria debe orientarse por los principios de los derechos humanos y pleno respeto a la integridad física y psicosocial; exigió acciones inmediatas para que la nueva caravana reciba atención humanitaria inmediata. "Nos pronunciamos a favor de una migración ordenada y segura; instamos a ser congruentes con nuestra tradición de asilo y respeto".

Al igual que el senador, José Ramón Enríquez Herrera (MC), quien consideró que se tiene la oportunidad de atender con rostro humano a los migrantes, lo que sentaría las bases de acción del gobierno bajo la premisa de otorgar a los centroamericanos el trato que se busca para el connacional en el extranjero, porque "estamos obligados a actuar distinto y a actuar mejor; las y los legisladores debemos ser un factor de solución ante este conflicto que nos proyecta ante el mundo pero sobre todo, nos conflictúa a todos".

La diputada Carolina García Aguilar (Encuentro Social) resaltó que "México no es muro del norte y tampoco debe levantar su puño hacia el sur". Consideró que se debe extender la mano en ambos sentidos para encontrar una solución humanitaria al problema que representa la migración. "Abracemos la integración ordenada de las sociedades, el respeto a la ley, el respeto a las reglas. Pero por encima de todo el respeto a los derechos sociales y el respeto a los derechos humanos".

El diputado, Jacobo David Cheja Alfaro (MC), sostuvo que con las acciones del gobierno se están violando diversos tratados internacionales y la Ley de Migración. "Hoy vemos con tristeza y mucha preocupación que México está haciendo el papel de la patrulla fronteriza de Estados Unidos, utilizando recursos financieros y humanos de todos los mexicanos para ayudar al vecino país del norte a resolver sus problemas".

El senador, Damián Zepeda Vidales (PAN), dijo que hay personas en la frontera sur que están buscando un mejor futuro para ellos y sus hijos, "nadie por gusto sale de su país a arriesgar su vida". Entonces, "no se justifica bajo ningún motivo, no importa quién sea, ese trato inhumano". Recalcó que "la realidad es que no están tratando a los migrantes con el respeto a los derechos humanos que se merecen".

Ojalá que el presidente López Obrador enmiende su política migratoria, aunque será como pedirle peras al olmo, aquí lo relevante es que la misma sociedad, los medios de comunicación y las "benditas redes sociales", mantengan la denuncia contra la represión y la violación sistemática a los derechos humanos de los migrantes centroamericanos.

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