Desde San Lázaro

Los apagones causados por la 4T

Claudia Sheinbaum tendrá que hacer maromas para justificar los apagones y para impulsar una serie de medidas contrarias a lo que hizo su mentor en materia energética.

En el peor momento para la 4T, la demanda de electricidad superó la oferta que ofrece la Comisión Federal de Electricidad, cuyo titular, Manuel Bartlett, se casó con la idea de arrebatarle al capital privado su injerencia en la generación del fluido eléctrico a través de energías limpias o sustentables.

A unos cuantos días de las elecciones más grandes de la historia, les hace cortocircuito todo el sistema eléctrico nacional causando pérdidas millonarias a la industria y en general al país. Lo más grave es que con declaraciones que soslayan el problema de fondo o culpando al pasado, no se subsanará el desabasto.

Existen algunas plantas construidas por empresas que no están conectadas al sistema eléctrico nacional y que ahora que nos alcanzó el destino, se tendrán que tragar sus palabras AMLO, Bartlett y el Cenace para interconectarlas y con ello paliar el problema, mientras los calores, amainan y comienzan las lluvias.

Son 10 mil megas disponibles de privados que llevan meses esperando la autorización respectiva.

El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) es el organismo que regula el flujo eléctrico y mantiene el equilibrio entre la oferta y la demanda y ahora se declara en alerta máxima, y así estarán por lo menos hasta que termine el sexenio para evitar que los apagones no se generalicen en todo el país.

Casi seis años de tirar el dinero público en obras faraónicas y no atender la creciente demanda energética con un plan estratégico que permitiera modelos de participación público-privados y con ello conjurar la amenaza de los apagones.

Eso de derrochar el presupuesto en ocurrencias al final del día solo ha causado tragedias, dolor, muerte y contracción económica, pero eso qué importa si vamos “requetebién” y la elección solo será “un trámite”.

El tema de fondo es que no se construye una central eléctrica, sin importar su fuente de energía, de la noche a la mañana, por lo menos lleva un proceso de cuatro a seis años, entonces, la pregunta surge de inmediato: qué demonios va a hacer la próxima presidenta para enfrentar otra crisis, además de la hídrica, ambiental, de salud, educación y energética, entre otras.

La bandera de la nacionalización y la soberanía de la 4T, ha colocado al país en un brete y ante un problema mayúsculo que no solo arrastra a Pemex y a la CFE, sino a todo México, y ello es un reflejo de la ineptitud de los actuales gobernantes.

Al presidente López Obrador le estalló su nacionalismo en la víspera de la elección presidencial y ello tendrá consecuencias insospechadas para su proyecto político y compromete la victoria electoral de Claudia Sheinbaum.

El salto al pasado que dio al echar atrás la reforma energética de Enrique Peña Nieto, que garantizaba precisamente atender la demanda mediante las subastas, resultó fallido con los resultados evidentes.

La soberanía energética pregonada por la 4T resultó un petardo que solo sirvió para convencer a los ilusos, ya que ni fue soberanía, porque aún se depende de la compra de gasolinas en el extranjero, ni se construyeron las suficientes plantas eléctricas para atender la demanda nacional.

En esta administración se ha dado una persecución contra los inversionistas y empresarios que le apostaron a invertir en el país con la instalación de plantas generadoras de electricidad con energías limpias.

Esos 10 mil megas que se hubieran generado a partir de 2018 con las subastas respectivas, serían suficientes en estos momentos para atender los picos de consumo que pueden ser del orden, incluso, de 60 mil megawatts.

La letanía mañanera no alcanzará a tapar el Sol con un dedo, aunque en la lógica de los populistas qué importa si hay apagones, ya que eso permitirá que las familias estrechen más sus lazos de convivencia.

La candidata del oficialismo tendrá que hacer maromas para justificar los apagones de Bartlett y, por otro lado, enarbolar una serie de propuestas contrarias a lo que hizo su mentor en los últimos cinco años.

La emergencia climática provocó una excesiva presión sobre la capacidad del margen de reserva de electricidad y con ello los apagones que dejaron a medio país sin luz.

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