Desde San Lázaro

Disidentes, mercenarios de la política

Hay mucho de fondo en la negociación que hubo entre los diputados renunciantes del PRD y el partido de Andrés Manuel López Obrador.

Si alguien se sorprende por la debacle del PRD sencillamente es un iluso, ya que luego de perder su sitio como el principal partido político de izquierda sus días estaban contados.

Además no existe convicción ni mística entre muchos de sus militantes. La mayoría de los perredistas son por conveniencia no por principios, y ahora que ven que se les acaba el hueso unos migran a Morena y otros pretenden alcanzar el registro de un nuevo instituto político.

La salida de nueve diputados federales del sol azteca es sólo una manifestación que confirma lo dicho, y sólo será cuestión de tiempo la pérdida de su registro.

La elección intermedia de 2021 será la fecha fatídica para que los restos del PRD los barran Los Chuchos, quienes aparentemente se quedarán con las sobras.

La zanahoria que se les puso a los nueve disidentes fue muy apetitosa, y aunque argumentan que ello no fue la causa, toda vez que se van a conformar como un grupo independiente en San Lázaro, lo cierto es que en los hechos se demostrará lo contrario.

Si vemos quienes integran la lista, se observa que la mayoría son pájaros de cuenta que han sido señalados en la comisión de varios delitos, empero en este caso no se trata de calidad, sino de cantidad, muy apreciada en eso de alcanzar la mayoría calificada en la Cámara baja.

También lo relevante de la dimisión es que el propio coordinador de la bancada perredista, Ricardo Gallardo Cardona, encabeza la desbandada, acompañado de dos joyitas: Mauricio Toledo y Héctor Serrano.

Con las renuncias de estos diputados la bancada se quedó con 10 integrantes, con lo que el PRD se ubica como última fuerza política en este órgano legislativo.

A esos valientes habría, por lo menos, que reconocerles su congruencia y lealtad hacía un sol que se niega a extinguir.

Gallardo Cardona, en su mensaje de despedida, destacó que ve un partido confundido y que no ha asimilado los resultados de 2018, y advirtió, a ver si no se mordió la lengua, que él y sus compañeros no los mueve el interés de acompañar a Morena, sino de aprobar las votaciones que beneficien al país.

De risa loca son los argumentos del legislador, ya que un salto al precipicio de esta magnitud no lo hace un mercenario de la política sin red de protección.

El tiempo dirá y sobre todo los hechos que rodearon a una negociación que, por un lado, le da la mayoría calificada a Morena y, por otro, veremos las concesiones, salvoconductos y posiciones que alcanzaron los traidores a su partido.

Lo cierto es que hay mucho de fondo en esa negociación que hubo entre los diputados renunciantes y el partido de Andrés Manuel López Obrador.

Hay perfiles de izquierda que buscan conformar el nuevo espectro de partidos políticos para competir primero en las elecciones intermedias de 2021 y luego en 2024, como los liderazgos actuales del PRD, que no tardan en anunciar la escisión.

Hace algunos días escribimos en este espacio sobre la fragmentación del PRD ocasionada por varios de sus militantes, que presentaron al INE solicitud de nuevo partido, entre ellos los llamados Galileos, Nuevo Sol y ADN, que buscan llenar el espacio que deja el perredismo y con ello abanderar a la izquierda, o por lo menos ubicarse en el espectro político de la tendencia socialdemócrata.

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