Si algo distingue a Ricardo Monreal es su sensatez en la toma de decisiones, sobre todo si estas tienen que ver con su futuro político y ahora que el destino, digo Claudia Sheinbaum, le volteó las cartas, pues con mayor razón se ha replegado en su afán de abanderar la causa de Morena en la CDMX, en las elecciones del próximo año.
Tal como escribimos ayer, con las renuncias de Omar García Harfuch y de Clara Brugada a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Alcaldía de Iztapalapa, respectivamente, buscarán en una carrera parejera quedarse con la candidatura de oficialismo para la jefatura de Gobierno de la CMDX, y ahí el senador con licencia se quedó sin esa posibilidad.
Cuál será el destino final en la política de Monreal, en momentos en que las fichas de dominó se han reacomodado y al parecer a él le tocó mal juego, con varias mulas y diversas fallas.
Puede resignarse a que su destino político quede en manos de Claudia Sheinbaum y eso quiere decir que podría ser diputado por Morena y desde ahí buscar la coordinación de la bancada, porque alguna posición en el gabinete del próximo gobierno se ve difícil, sobre todo, porque no está acostumbrado a desarrollarse a la sombra de alguien, aunque si el ofrecimiento está por los rumbos de Bucareli o de la Alameda Central, pues podría dar su brazo a torcer.
Hace bien Monreal en no distanciarse de AMLO y de Claudia, tal como lo hiciera Marcelo Ebrard, porque si quiere seguir en la política, no hay otros caminos más cortos para ello, aunque en una de esas y si el maltrato de quien ostenta el bastón de mando se recrudece, entonces no dude, estimado lector, que podría estar compartiendo con el excanciller su destino político y, a juzgar por las expectativas, bien podrían estar en Movimiento Ciudadano o de plano en el equipo que se conformará para crear un nuevo partido político a partir de 2025.
En cualquiera de los casos, el político zacatecano seguirá dando de qué hablar, ya que todavía no es momento de que se dedique de lleno a la docencia y a escribir sus memorias.
Quien sea el candidato de Morena y rémoras a la jefatura de Gobierno, no la tiene nada fácil, es más, tiene todas las posibilidades de perder aun con todo el apoyo del Estado, en virtud de que, luego de que Claudia Sheinbaum perdiera nueve alcaldías de la CDMX en los comicios de 2021, la inercia de la derrota continúa, basta ver el ánimo de los capitalinos en contra de la exjefa de Gobierno para constatar lo anterior.
Una cosa son las encuestas cuchareadas, esas que por “ponderación” le dieron el triunfo a ella; y otra, es la cruda realidad.
En estos momentos y aun sin candidato de la oposición para la capital, la izquierda perderá su principal bastión en los comicios del próximo año, sobre todo por la irrupción de Xóchitl Gálvez en el firmamento político.
Así que si García Harfuch o Brugada creen que la elección será un día de campo, están totalmente equivocados, porque de cumplirse los pronósticos, alguno de ellos dos será el sacrificado para entregarle la capital del país a la oposición, luego de que la izquierda la gobernara desde 1997 con el triunfo del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Si el FAM, conformado por el PAN, PRI y PRD, además de varias agrupaciones de la sociedad civil, escoge un candidato de espolones y en ese proceso no se resquebraja la unidad en ese bloque, seguramente estarán recobrando la capital del país y con ello en un efecto dominó seguramente ganarán la elección presidencial con Xóchitl Gálvez.
Existen varios alcaldes en funciones de la oposición que bien podrían abanderar la causa como Santiago Taboada o Lía Limón, aunque en estos momentos se podría colar alguien de último momento, como la propia Sandra Cuevas y que a mi entender sería una excelente candidata y una opción bastante competitiva.
Hay otras cartas que pueden con el paquete como Adrián Rubalcava, de Cuajimalpa; Alfa González, de Tlalpan; José Giovani Gutiérrez, de Coyoacán, o incluso Mauricio Tabe.
Si todos ellos establecen un pacto de unidad y se acuerpan para apoyar a quien resulte ungido, pues será muy difícil que mantenga el poder la izquierda en la capital.
En mi opinión, debe ser Clara Brugada la candidata de Morena y aliados, ya que si el bastón de mando se inclina por el exjefe de la policía capitalina, pues en menudo lío se habrá metido Claudia Sheinbaum, porque que no solo enfrentará a la oposición, sino que los habitantes de Iztapalapa —la alcaldía con el mayor número de votantes— le cobrarían la afrenta en las urnas.