Desde San Lázaro

Se levanta la sociedad civil

Surge la iniciativa de buscar un nuevo punto de partida que impida la instauración de un régimen unipersonal que someta a los ciudadanos y al régimen democrático.

Con el anuncio de otra marcha ciudadana en defensa del voto y del INE, surge la iniciativa de varios protagonistas del acontecer nacional, como el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, Diego Valadés, José Woldenberg y Francisco Barnés, entre otros, que buscan un nuevo punto de partida que impida la instauración de un régimen unipersonal que someta a los ciudadanos y al régimen democrático.

La comunión de propósitos de cientos de miles de mexicanos de todos los estratos sociales, cuya preocupación es abonar para la reconstrucción del país, no tiene nada que ver con pertenecer a un bloque de “conservadores” o de la “derecha radical”, sino con un pensamiento colectivo que coincide con la visión de que hay un deterioro de la vida institucional y pérdida de rumbo; que no se deja engañar por mentiras y la negación de los problemas.

En el diagnóstico del documento intitulado “Un punto de partida” se menciona que la economía está derrumbada, el combate a la pobreza está en franco retroceso y en el umbral de un Estado ingobernable, con la preocupación de que el crimen organizado se inserte en los procesos electorales y estructuras del poder público.

Hoy la democracia está en riesgo, existe un Estado omiso, crece la militarización y la destrucción de las instituciones, al tiempo de que la inversión es un desastre y el crecimiento económico es igual a cero.


Y en el Congreso, de parte del bloque oficialista, en lugar de construir una agenda en favor de la gente y por resolver los problemas más acuciantes que aquejan a la población, se busca destazar al INE en la víspera de las elecciones más relevantes de la historia, al tiempo de fondear los programas de política asistencial con fines electorales y seguir tirando el dinero público en las tres obras insignia del obradorismo.

La productividad social y económica del gasto público es ridículamente baja e incluso negativa y en el documento en referido se cuestiona la viabilidad de las megasobras del sexenio. “El AIFA solo transporta al uno por ciento de los pasajeros que utilizan el aeropuerto de la CDMX; la refinería Dos Bocas cuesta más del doble del presupuesto original y 12 veces más que Deer Park y aún se desconoce cuánto producirá y cuál será el costo, en cuanto al Tren Maya no cubrirá ni siquiera los gastos de operación, durante varios años”.

El Colectivo por México representa uno de los esfuerzos más sólidos y serios de la conjunción de la sociedad, civil y de protagonistas de la política, intelectuales, empresarios, artistas y activistas, entre otros, que buscan configurar un liderazgo ciudadano plural, además de terminar con la polarización y darle paso a la pluralidad.

Para nadie es un secreto que Cuauhtémoc Cárdenas, no solo no está de acuerdo en la forma que conduce AMLO al país, sino que francamente tiene posiciones encontradas con el tabasqueño, a tal nivel que ha sido uno de los principales promotores para impulsar este frente cívico ciudadano.

De hecho, aunque ese no sea el propósito del Colectivo por México, el exgobernador de Michoacán e hijo del promotor de la expropiación petrolera, ha fustigado en varios ocasiones a AMLO por su plan energético que busca estatizar a Pemex y CFE en detrimento de los consumidores, del medioambiente y de la competitividad.

El encontronazo de trenes podría ser el título de este nuevo capítulo entre Cárdenas vs López Obrador, en donde a pesar de las edades, ya que el ingeniero es más grande que AMLO, se contrapone la visión de México que tiene “un joven viejo” como es el tabasqueño que pretende regresar al país al siglo pasado y el “viejo joven” michoacano que prefiere abrir a las dos empresas productivas del Estado a la inversión privada, sin menoscabo de la soberanía de ellas.

Cuauhtémoc Cárdenas bien podría ser, si lo quisiera, otro aspirante a la presidencia de la República en el 2024, como otros miembros de la sociedad civil que tienen el reconocimiento del pueblo y que sin duda bien podrían abanderar a la oposición para acabar con el actual régimen autoritario.

A 16 meses de la elección de 2024, se comienza a mover la sociedad civil con gran cohesión y eso que se antojaba difícil de concretar hasta hace apenas algunos meses, se ha cristalizado ante los ojos perplejos del presidente López Obrador, que solo ha atinado a decir que “ya chole con las marchas ciudadanas”.

Esto ya nadie lo detiene y aquellos que pensaban que los “fifís no saben ni manifestarse, ni expresar su malestar en las calles”, pues ya vieron que están muy equivocados.

Advertising
Advertising