Desde San Lázaro

Delfina Gómez y Ana Guevara intervendrán en el fut profesional

El gobierno de la 4T está considerando intervenir a través de las dependencias que tienen que ver con esa actividad, como son la SEP y la Conade.

Decíamos en otra colaboración en este espacio que ante el fracaso del futbol profesional en diversas gestas internacionales debido, principalmente, a los desmedidos afanes de los dueños por sacar dinero de donde sea, a costa de la probidad de ese deporte y del impacto social que tiene entre la población, al tratarse del deporte más popular del país, el gobierno de la 4T está considerando intervenir a través de las dependencias que tienen que ver con esa actividad, como son la Secretaría de Educación Pública, que preside Delfina Gómez, y la Conade, de Ana Guevara.

Ambas funcionarias no son precisamente un dechado de honradez y de capacidad profesional, toda vez que han sido acusadas de corrupción. La maestra Gómez por mocharles el diez por ciento a los empleados de la presidencia municipal de Texcoco cuando ella fue alcaldesa; y la otra, la misma Auditoría Superior de la Federación ha documentado el mal manejo de los recursos públicos en la dependencia que dirige.

Empero, ante el inminente fracaso de la Selección mayor de fut en el Mundial de Qatar, el gobierno intervendrá “para poner orden”. De eso no le quede la menor duda.

Tanto Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol como Mikel Arreola, presidente ejecutivo, tienen una bomba de tiempo que en diciembre, luego de la eliminación en fase grupos de la Selección, estallará en la mano de todos los dueños de los clubes.

Por si fuera poco, al desastre se acaba de sumar la eliminación de la Selección olímpica y la femenil de futbol.

El futbol varonil, campeón olímpico en Londres en 2012, fracasó en el premundial para menores de 20 años y con ello quedó fuera de la justa deportiva de los aros.

Por su parte, la femenil hizo el ridículo tras caer ante Jamaica y Haití y con ello fueron eliminadas del Mundial y de los Juegos Olímpicos.

No crea, estimado lector, que el fracaso del futbol profesional en sus diferentes selecciones se deba exclusivamente a las jugadoras y jugadores, también es culpa y en mayor escala y responsabilidad de los dueños de los clubes que integran las ligas de este deporte, quienes en aras del ‘billete’, la avaricia y ampliar sus horizontes comerciales, sacrifican principalmente el desarrollo de las fuerzas básicas conformadas por cientos de deportistas niños y jóvenes mexicanos que esperan con ansiedad la oportunidad de debutar en el balompié profesional.

Es agobiante el número de jugadores extranjeros que militan en los clubes de primera división y en la liga de expansión, al tiempo de que en la femenil no cantan mal las rancheras, desplazando con esto a los nacionales.

Es común observar a los equipos profesionales alinear hasta ocho extranjeros durante un partido y, bueno, si dijera que buena parte de ellos son por lo menos buenos, no habría problema, pero la gran mayoría son unos bultazos que están jugando merced al contubernio existente entre la mafia del futbol en detrimento de las arcas de los clubes y del surgimiento de estrellas nacionales.

Ciertamente, para muchos de los dueños, los negocios que hacen a sus espaldas los promotores, entrenadores y directores deportivos, pasan de noche, es decir, no tienen idea de lo que ocurre porque tan solo se fijan en la rentabilidad de corto plazo y párele de contar.

Y qué me dice de la mafia de los árbitros, que ahora con el videoarbitraje deciden el resultado de los partidos del balompié.

Tal vez, desde el Congreso se podría integrar una comisión compuesta por diputados y senadores conocedores del tema para poner orden en el deporte de las patadas, que, además de ser el más popular del planeta y por supuesto de nuestro país, representa una boyante industria económica, generadora de empleos, desarrollo regional y divisas.

El fracaso de las selecciones olímpicas y femenil destapa la cloaca y resulta una premonición de la debacle que viene, al solapar, entre otras cosas, al entrenador de la Selección mayor, el argentino Gerardo Tata Martino, personaje que nada de pechito desde su ciudad natal, rumbo a la eliminación del cuadro representativo de México de la siguiente fase en el Mundial de Qatar.

Habrá que recordar que la Selección enfrenta a sus similares de Argentina, de Lionel Messi, Polonia y Arabia Saudita.

Si no se corrige el rumbo de inmediato, negros nubarrones, léase la 4T, se apresuran sobre el futbol profesional y con ello, la crisis en ese deporte.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Y si van empatadas?
La autocracia suelta sus últimos coletazos

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.