Uno de los últimos bastiones del PRI, por cierto el más importante, el Estado de México, ¿se mantendrá bajo la égida de este partido en las próximas elecciones de gobernador a celebrarse en próximo año, o será entregada a Morena y sus aliados políticos?
Quien tiene la última palabra, por supuesto son los electores, pero sin duda el papel que desempeñará el gobernador de la entidad, Alfredo del Mazo Maza, es muy relevante y definitivo.
En estos momentos, el tercer gobernador de una estirpe de pura cepa de la entidad mexiquense trabaja en varias pistas para que los tricolores mantengan la plaza, tanto en la selección escrupulosa de su sucesora o sucesor, como en las pláticas con el PAN y el PRD para que al final del día, se escoja la opción más competitiva por la Coalición Va por México, para enfrentarse a Delfina Gómez, quien en cualquier momento y si no comete pifias garrafales como las que hizo cuando era alcaldesa de Texcoco, será destapada como la buena por el bloque oficialista para arrebatarle las gubernatura al PRI y con ello enfilar a Morena rumbo a la presidencia del país.
Sin embargo, la desconfianza y el resquemor que prevalece entre los viejos priistas del Estado de México en torno a una eventual traición a la causa por parte del gobernador, han prendido las alertas para que ello no ocurra, por eso siguen muy de cerca sobre en quien recaerá la anhelada posición de ser el bueno por la coalición.
Se entiende, por el peso específico que tiene el padrón de electores de Edoméx, que Alfredo del Mazo tiene el voto de calidad para elegir al abanderado del PRI; y el PAN hará lo mismo en Coahuila, en donde este partido pondrá al candidato de la coalición.
Tienen que ser un hombre y una mujer. Entonces, si en el Estado de México va una mujer, en Coahuila sería un hombre y viceversa.
Los cuatro aspirantes a abanderar la causa priista son Ernesto Nemer, Alejandra del Moral, Elías Rescala y Ana Lilia Herrera, todos son bastante competitivos, empero unos tienen más pasivos que otros y dos de ellos son solo conocidos en ciertas regiones del estado, pero carecen de presencia nacional. Me refiero a la actual secretaria de Desarrollo Social y al coordinador parlamentario del PRI, en la Cámara de Diputados local.
Ernesto Nemer representa los intereses del grupo Atlacomulco y de los más rancios priistas que aún prevalecen en la entidad y cuyos últimos representantes, Enrique Peña Nieto y el propio Alfredo del Mazo, han cumplido como gobernadores, incluso, uno de ellos, llegó a la presidencia de México.
Después de lo que ocurrió en las elecciones del año pasado en las que el PRI perdió las ocho gubernaturas que estaban en su poder, los gobernadores priistas que salieron jugaron en contra del partido que los encumbró.
Basta ver a quienes premiaron con embajadas para ver a los traidores a la causa.
Para nadie es un secreto la estupenda relación que tiene Alfredo del Mazo con el presidente López Obrador; para unos es institucional y muy respetuosa, hecho que favorece a los habitantes del Estado de México, sin embargo, para otros es indicio sobre el curso que tomará la elección del próximo año.
El salvoconducto que conlleva jugar a favor de Morena y su candidato es una zanahoria difícil de rechazar, sobre todo si ello representa la impunidad a eventuales delitos y continuar en una posición de privilegio dentro de la administración pública.
En lo personal, creo que del Mazo, fiel a sus principios familiares, políticos y partidistas, se batirá como los grandes en la defensa de la última plaza del priismo, aunque habrá que ver a quién selecciona como candidato, ya que si lo hace a favor de Ernesto Nemer o Alejandra del Moral, pues la derrota está asegurada.
Veremos cómo se decantan las cosas en las próximas semanas, lo que es un hecho es que si el PRI pierde el Estado de México, sus días estarán contados como partido nacional y solo quedarán algunos vestigios en algunos estados de la República del otrora invencible Revolucionario Institucional.
Por cierto, en las elecciones para gobernador en Oaxaca e Hidalgo, los gobernadores priistas Alejandro Murat y Omar Fayad ya entregaron la plaza. ¿Hará lo mismo Alfredo del Mazo?